Las autonomías congelan la matrícula universitaria pero no la devuelven a los precios de antes del ‘tasazo’

La lucha contra la subida de las tasas en las universidades públicas ha sido uno de los principales caballos de batalla de la comunidad educativa durante la legislatura que llega a su fin. El ya exministro de Educación José Ignacio Wert abanderó en 2012 un real decreto que supuso una revolución en el sistema de precios públicos que se conocía hasta la fecha, pues daba a las autonomías la posibilidad de establecer la parte del coste educativo que asume directamente el estudiante en base a unas horquillas. Desde entonces, en primera matrícula, el crédito se puede posicionar entre el 15 y el 25% del coste real que supone impartir un grado, variable que puede alcanzar hasta el 100% a partir de la cuarta matrícula. Asfixiadas por el déficit, algunas autonomías llevaron esta norma hasta el extremo. 

Esta reforma, según recalcaron rectores, estudiantes y sindicatos, se aprobó de forma unilateral ignorando la cultura del diálogo y consenso con los diferentes agentes intervinientes en el devenir universitario. Y supuso, en un contexto de pérdida de poder adquisitivo de las familias, un aumento generalizado en el precio de los estudios superiores, especialmente en los másteres, que vino acompañado también de un recorte en la cuantía de las becas del 14% respecto a 2008. 

No obstante, como cada comunidad fijó su reparto de la carga económica, esta nueva norma consolidó también un sistema de precios que ya era dispar y que puede hasta triplicar el coste en una autonomía respecto a otra. De hecho, Asturias y Galicia fueron las dos únicas comunidades que, a pesar de este decreto, han mantenido en estos años precios iguales a los del curso 2011-2012 en los estudio de grado (antigua licenciatura), aunque ambas sí aumentaron los precios de los posgrados. 

Con las elecciones en el horizonte han sido varias las autonomías que, en los últimos meses, se han apresurado a recalcar, casi como un logro, que mantienen para el curso que viene las tasas universitarias. Sin embargo, mantenerlas supone, en la práctica, consolidar el tasazo de 2012. Este es el caso de Aragón, Extremadura, Canarias, Castilla y León, Cataluña y País Vasco. En todas ellas ya se han publicado las órdenes que regulan los precios, así que los nuevos gobiernos que están formándose en las dos primeras tendrían que derogarlos y aprobar otros nuevos si los quieren modificar, algo que parece complicado teniendo en cuenta que el período de matriculación no se puede demorar demasiado. Y también el de Madrid, que, aunque ha publicado el decreto, la voluntad expresada por sus dirigentes sí es la de mantenerlos.

En Andalucía, Baleares, la Comunitat Valenciana y Navarra el asunto de las tasas universitarias fue un tema central en las negociaciones de investidura. Aunque acercar los precios a los de 2011, antes del tasazo, parece la voluntad de sus actuales dirigentes, la realidad es que estos descensos todavía no se han plasmado en documento oficial alguno. Caso aparte es también el de Castilla-La Mancha, que tras aplicar una fuerte subida en 2012, recuperó en 2013 los precios de dos años antes y los ha mantenido, e incluso bajado ligeramente, desde entonces. 

01. Las autonomías que congelan las tasas

Aragón. El Gobierno de Aragón en funciones publicó el pasado 11 de junio el decreto por el que fija la congelación de los precios de los estudios universitarios para el próximo curso. Las tasas llevaban una década incrementándose año a año en esta comunidad. De hecho, de media, el precio del crédito en los estudios de grado se incrementó un 9,5% entre 2011 y 2014. Aunque más espectacular ha sido el aumento en los posgrados, que vieron aumentar el precio medio por crédito en un 86,6% en el mismo período al pasar de 25,08 a 46,80 euros. 

A pesar de que estudiantes y sindicatos venían reclamando una bajada, parece que finalmente tendrán que conformarse con la congelación. El nuevo Ejecutivo de Javier Lambán (PSOE) podría hacer una modificación de urgencia, pero, por el momento, este no se ha planteado como uno de los asuntos más prioritarios en materia educativa. 

Extremadura. Los precios de la Universidad de Extremadura tampoco bajarán el próximo curso. En el último Consejo de Gobierno del conservador José Antonio Monago como presidente se aprobó el decreto que mantiene las tarifas vigentes los dos últimos cursos "en cumplimiento de los objetivos del programa de desigualdades en el acceso a la educación", argumentó el Ejecutivo regional. Sin embargo, entre el curso 2011-2012 y el 2014-2015, los precios de los estudios de grado se dispararon un 4,4% y los de posgrado un 51,9%. Esa subida se mantiene. 

Canarias. Estudiar una carrera o máster en Canarias costará el próximo curso lo mismo que el que acaba de finalizar. El Consejo de Gobierno de Canarias aprobó este viernes el proyecto de decreto por el que se fijan los precios públicos manteniendo congeladas las tasas universitarias. Sin embargo, esta congelación supone en la práctica afianzar una subida del 42,1% en los grados respecto al curso 2011-2012 y del 17,6% en los másteres. El Ejecutivo canario subió de forma espectacular el precio de los estudios de posgrados en el curso 2012-2013 –el precio medio por crédito pasó de 26,42 euros a 71,53– pero los bajó el siguiente. El curso pasado la tarifa media fue de 31,06 euros por crédito.

Castilla y León. El pasado 29 de abril el Boletín Oficial de Castilla y León recogió el decreto por el que el Gobierno del ahora reelegido Juan Vicente Herrera (PP) congelaba las tasas universitarias para el próximo curso. En 2011, esta autonomía era la quinta con tasas más bajas, pero con el tasazo de 2012 entró en el grupo de las que tienen precios más altos sólo por debajo de Cataluña y Madrid. Esa subida –del 80,9% en el caso de los grados y del 58,9% en el de los másteres– se consolida ahora. 

Cataluña. Aunque se implementó una escala de precios en función de la renta familiar, a partir del curso 2012-2013 el 70% de los universitarios sufrieron una fuerte subida de las tasas. El 30% restante, según los cálculos de la Generalitat, eran los que tenían bonificada la matrícula o recibían beca del ministerio. Ese curso, por ejemplo, para los estudiantes de familias de cuatro miembros con renta conjunta de más de 45.000 euros, las matrículas subieron un 66,7%, lo que se traducía entre 600 y 950 euros más al año, según la carrera. En el curso siguiente, el 2013-2014, volvieron a subir, en este caso un 2,2% de media, los precios de las segundas y sucesivas matrículas (cuando se repite una asignatura), así como de los másteres. Sí se mantuvo congelado el de la primera matrícula. En el curso que acaba de finalizar los precios públicos universitarios se mantuvieron sin variaciones igual que los estarán el que viene. No obstante, no se revierte el aumento del curso 2012-2013. Y las catalanas son las universidades públicas más caras. 

Madrid. "Se lo puedo asegurar, las tasas no se van a subir". Así lo aseguró en su primera rueda de prensa como presidenta madrileña Cristina Cifuentes (PP) al ser preguntada por el precio de la matrícula universitaria. Aseguró que en los próximos días decidirá si hay remanente en el actual presupuesto que permita ya abaratar los precios, como se comprometió en su programa electoral. Sin embargo, aunque finalmente haya reducción, se da por hecho que no habrá una vuelta a los precios de antes del tasazo. Estudiar una carrera en alguna de las universidades públicas de la Comunidad de Madrid se ha encarecido, de media, un 66,1% entre 2011 y 2014 y un máster un 121%. Las madrileñas son las segundas universidades públicas más caras del país, sólo por detrás de las catalanas. 

País Vasco. Tampoco habrá descenso en la matrícula universitaria en Euskadi. No obstante, hay que tener en cuenta que esta ha sido una de las autonomías que menos subió las tasas en el período más duro de la crisis. El precio medio por crédito en los estudios de grado el curso que viene será de 16,88 euros, un 4,9% más caro que en 2011; mientras que en los másteres será de 31,74 euros, un 8,6% más que hace cuatro años. 

02. Las comunidades que están negociando

Andalucía. La presidenta de la Junta de Andalucía, la socialista Susana Díaz, anunció el pasado 29 de junio que iba a proponer al Consejo Andaluz de Universidades (CAU) volver a precios públicos de 2011 para "garantizar la igualdad de oportunidades en la universidad pública". Finalmente, el borrador del decreto mantiene en el mínimo de la horquilla de precios que marca el ministerio –el 15% del coste total de los estudios– en el caso de los grados y se reduce un 15,5% el precio de las primeras matrículas de los másteres. En Andalucía, el aumento más significativo de los últimos años ha tenido lugar en estudios de máster, que se han encarecido un 23,4% al pasar, de media, los créditos de costar 28,60 euros en el curso 2011-2012 a 35,30 euros en el 2014-2015. En las carreras, la tarifa por crédito aumentó un 3,4%. 

Baleares. El acuerdo de PSIB, Podemos y Més apunta a que se mantendrán los precios de los másteres públicos y de los estudios de grado en la franja baja de la normativa estatal sobre tasas universitarias, pero todavía no se ha concretado cómo quedarán las tarifas. El precio del crédito en los grados subió un 14,68% entre 2011 y 2014, mientras que en los posgrados la subida fue del 12,7% en el mismo período.

Comunitat Valenciana. Tras la fuerte subida de 2012, las tasas universitarias en esta comunidad han estado congeladas en los dos últimos cursos, lo que ha supuesto una consolidación de la subida del 34,7%, de media, por crédito en el caso de los grados y del 93,9% en los posgrados. Entre las diez exigencias de Podemos para apoyar la investidura del socialista Ximo Puig estaba reducir las tasas universitarias. Sin embargo, esta cuestión no aparece reflejada en el acuerdo programático para la Generalitat suscrito por PSOE, Compromís y Podemos.

Navarra. En esta comunidad, el principio de acuerdo de Geroa Bai, EH Bildu, Podemos e I-E establece una "rebaja de las tasas universitarias", si bien esta propuesta todavía está por plasmarse en un texto normativo. En Navarra, el precio del crédito en los grados subió un 5,4% entre 2011 y 2014, mientras que en los posgrados la subida fue del 68,6% en el mismo período.

03. Algunos casos excepcionales 

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Asturias y Galicia. Estas son las únicas autonomías que en los años más duros de la crisis –y a pesar del decreto del ministerio– optaron por congelar el precio de los estudios de grado sin subirlos ni un euro. Y así se mantendrá el próximo curso. En Asturias el precio medio del crédito en los grados es de 17,13 euros y en Galicia de 11,89, el más bajo de todo el país. Sí ha habido en los últimos cursos aumentos en ambas autonomías en el precio de los posgrados, en los que los créditos aumentaron, de media, un 29,9% en Asturias y un 5,8% en Galicia. 

Castilla-La Mancha. Esta comunidad congelará las tasas el próximo curso, aunque su caso es particular porque es la única en la que los precios han bajado entre 2011 y 2014. En el curso 2012-2013, el Gobierno de María Dolores de Cospedal llevó al extremo el decreto de precios mínimos de Wert. Aumentó un 41,9% el precio de los grados y un 63,7% el de los posgrados. El curso siguiente, ante la alarma provocada entre la comunidad universitaria, los llevó a precios ligeramente inferiores a los de antes del tasazo y así se han mantenido desde entonces. 

Este diario no pudo verificar la información relativa a qué ocurrirá con las tasas universitarias en Cantabria, La Rioja Murcia, donde todavía no se han publicado las órdenes de precio que las regulan. 

La lucha contra la subida de las tasas en las universidades públicas ha sido uno de los principales caballos de batalla de la comunidad educativa durante la legislatura que llega a su fin. El ya exministro de Educación José Ignacio Wert abanderó en 2012 un real decreto que supuso una revolución en el sistema de precios públicos que se conocía hasta la fecha, pues daba a las autonomías la posibilidad de establecer la parte del coste educativo que asume directamente el estudiante en base a unas horquillas. Desde entonces, en primera matrícula, el crédito se puede posicionar entre el 15 y el 25% del coste real que supone impartir un grado, variable que puede alcanzar hasta el 100% a partir de la cuarta matrícula. Asfixiadas por el déficit, algunas autonomías llevaron esta norma hasta el extremo. 

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