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Beiras, tras la última etapa electoral: "Sufrí muchas derrotas en mi vida, pero esta vez me sentí vencido"

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Xosé Manuel Beiras recibe en su casa tras dejar el Parlamento de Galicia, que "no" echa de menos. Después de reaparecer en 2012 liderando la coalición Alternativa Galega de Esquerda (AGE) y apostando por la unidad popular y el "mestizaje" de las izquierdas, el veterano político nacionalista reconoce que se ha perdido la oportunidad "histórica" de iniciar un cambio de "régimen democrático" entre las elecciones de diciembre de 2015 y la investidura de Mariano Rajoy, pasando por las gallegas.

"Lo que pasa es que, personalmente, para mí no sólo fue una derrota; yo sufrí muchas derrotas a lo largo de mi vida, más derrotas que otra cosa, pero nunca me había sentido vencido. Y esta vez sí que me sentí vencido", reconoce Beiras a Europa Press después de más de cuatro meses en los que no concedió entrevistas, hasta que pasasen los procesos internos de En Marea y Anova, organización en la que acaba de ceder el liderazgo.

Aunque considera que el objetivo que él se planteó en su momento a través de la unidad popular, esa "quiebra democrática", sigue vigente, advierte de que son otros los que tienen que "preservarlo" ahora. "Para mi generación la derrota es distinta, porque el horizonte vital que tenemos es completamente diferente. No tenemos la posibilidad de una nueva oportunidad (...). Esto no significa que sea una derrota para los contingentes", puntualiza.

Durante la entrevista, Beiras analiza la situación de Anova desde su nacimiento y reconoce que no tuvo ocasión de expandirse en la sociedad. "Cuando era una criatura recién nacida tuvo que afrontar el reto de unas elecciones. Apostó por AGE y fue un éxito, pero el éxito de AGE se convirtió en un problema para Anova", señala Beiras, quien admite que ahora mismo esta formación política está "fracturada" entre quienes apuestan por En Marea (la dirección) y aquellos que cuestionan el proceso de acumulación de fuerzas y la ruptura de la "frontera" en las izquierdas nacionalistas y no nacionalistas.

Al hilo de ello, recuerda que el "primer desangramiento parcial" de Anova se dio cuando apostó personalmente por la coalición con Izquierda Unida en las europeas de 2014.

Llegado este punto y tras analizar la trayectoria desde 2012 que se siguió, Beiras admite que en cada punto cumbre se cuestionó si había acertado. "En términos de arrepentimiento no. No me arrepiento porque no soy cristiano. Pero que me equivoqué en determinados momentos, que me confundí, y que si fuese hoy, hubiese actuado de otra manera, sí", confiesa en un primer momento.

No obstante, luego se matiza (y tras un descanso durante la extensa entrevista), alegando que, aunque él se cuestionó su propia apuesta por la unidad popular en cada proceso electoral, finalmente llegó a la "conclusión" de que los resultados electorales (En Marea se ha situado como segunda fuerza política tras las elecciones gallegas) avalan que "la estrategia política de Anova no estaba equivocada". "Yo estaba en sintonía con lo que pensaba la gente, no era un error", proclama.

Admite que "fallaron cuadros políticos" que se sumaron a la unidad popular, pero Anova "no podía controlar quiénes aparecían, por ejemplo, en la elaboración de las candidaturas para ser diputados de AGE" –a algunos los acusó de "traicionar" y de ser "desleales con los ciudadanos"– o de "En Marea" para las Cortes Generales o las autonómicas.

Trayectoria nacionalista y Feijóo

Beiras defiende su trayectoria nacionalista. "Puede que alguna persona la pusiese en cuestión. Yo no voy a negarle el derecho a quien 'carallo' sea de poner en cuestión mi trayectoria; ¡Sólo faltaría!; otra cosa es que resulte verosímil", responde en otro momento de la entrevista con Europa Press, en la que también recuerda que de él "se dijeron muchas cosas".

"Confío en que los gallegos no pongan a Galicia en manos de un loco...", parafraseó a su enemigo político ya desaparecido, Manuel Fraga, antes de añadir que "más cuestionamiento que ése...". "¿Y qué pasó? ¿La gente creyó a Fraga? Parte de la gente le creyó, por eso nunca llegué a ser presidente, pero no la gente que no está alienada", afirma.

Pero su relación con quien fundó Alianza Popular y fue ministro con Franco, como recordó Beiras en el discurso de investidura del propio Fraga "en contra" de lo que le pidió –dijo– la UPG en su momento (como portavoz nacional del BNG), pasó por etapas de "diálogo", como rememora el histórico político nacionalista en la entrevista. "Ya quisiera yo tener enfrente a un Fraga", contrapone en relación al actual presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo.

"Es una vergüenza nacional para Galicia que en la historia de la autonomía se diga 'aquí entró de presidente este personaje y duró tanto tiempo", dice de Feijóo. "Éste no es fascista (en referencia a lo que llamó a Fraga en su día) ni es nada. Lo que es, le da igual; puede ser tal cosa y al día siguiente la contraria, y negar lo que dijo", incide, tras calificarlo de "mamarracho miserable, muñeco de Barriga Verde, especie de escribidor de soplaplumas, y chupatintas". "Compararlo con Fraga no tiene ningún sentido, no tiene nada que ver", sentencia.

Martiño Noriega: "Un futuro enorme"

Sobre el alcalde de Santiago de Compostela, con quien compartió portavocía en Anova en la última etapa hasta este mes de marzo de 2017 y que había sido señalado para sucederle, Beiras afirma que "es un cuadro político de enorme consistencia y de mucho talento, y de una bonhomía a prueba de bombas y una ética absolutamente ejemplar". "Y por encima, es un médico de familia, que sigue funcionando como médico de familia, pero en política", apostilla.

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Lamenta que la ley impida a Noriega ser "diputado" en el Parlamento al tiempo que regidor, pero advierte de que "tiene un futuro enorme", si bien, "como los auténticos políticos de izquierda, no es personalmente ambicioso" y ahora se sitúa detrás de Luís Villares –al respecto del que "en Marea tiene el compromiso de apoyarlo y hacerle su labor lo más viable posible", agrega–.

Beiras se guarda cuál será su futuro inmediato, aunque considera que lo "más útil ahora es no teniendo responsabilidades" en la primera línea política y, al tiempo, se define como ser "disciplinado". No por ello deja de repasar su trayectoria vital y contesta de forma rotunda a la pregunta de qué le ha dado más alegrías en la vida, si la política o la docencia: "La docencia".

Su sueño en política no quiere definir así, porque "nunca" confundió "sueños con realidad". "A mí no me gusta hablar de sueños; el horizonte –así lo denomina– por el que yo llevo combatiendo en la política y no sólo en la política, está dicho: Una Galicia ceibe –libre– y socialista. Pero convencido de que yo no la iba a ver", revela. ¿Y lo verán las generaciones futuras? "Depende de vosotros, ya no depende de mí".

Xosé Manuel Beiras recibe en su casa tras dejar el Parlamento de Galicia, que "no" echa de menos. Después de reaparecer en 2012 liderando la coalición Alternativa Galega de Esquerda (AGE) y apostando por la unidad popular y el "mestizaje" de las izquierdas, el veterano político nacionalista reconoce que se ha perdido la oportunidad "histórica" de iniciar un cambio de "régimen democrático" entre las elecciones de diciembre de 2015 y la investidura de Mariano Rajoy, pasando por las gallegas.

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