Es un peso pesado del sistema empresarial español, pero Blackrock se comporta como si no lo fuera. "A diferencia de los bancos, con estructuras nacionales fuertes, los fondos suelen estar muy centralizados en su matriz", explica el sociólogo Rubén Juste, autor de IBEX 35. Una historia herética del poder en España (Capitán Swing, 2017). Y añade: "Es coherente con su filosofía, que suele consistir en estar sin parecer que están".
Hay algo, hay mucho de eso en Blackrock: "Estar sin parecer que están".
Más análisis en el mismo sentido. "Los fondos son así, quieren pasar desapercibidos e influir por debajo. Les interesa la estabilidad, no quieren sustos, ni improvisación", explica Juan Laborda, profesor de Economía Financiera de la Universidad Carlos III. Su carácter "sistémico" y necesitado de estabilidad requiere de máximo control en la acción y los mensajes, con poco riesgo y mucha precisión, una estrategia que tiene su expresión más acabada en las cartas a directivos y accionistas que hace públicas su presidente, Larry Fink, personificación de la empresa a nivel global.
Pero, al margen de su gran gurú y cofundador, ¿quién es Blackrock en España? ¿Quién pone nombres y apellidos al titán del IBEX, a la empresa que con una directriz puede marcar políticas? La respuesta empieza con un dato que puede resultar sorprendente: aquí el trono del rey de los fondos está vacante. Lleva más de cuatro meses y medio vacante.
La etapa Jauregui
El nombre español más destacado en la historia de Blackrock es el de Aitor Jauregui (Bilbao, 1979). El ejecutivo inició su carrera en 2002 en Safei, compañía especializada en inversiones y gestión de patrimonio. Después pasó siete años en EuroMTS, plataforma de negociación de renta fija. Se incorporó a Blackrock en 2011 y no tardó en alcanzar puestos de liderazgo, entre ellos responsable de la actividad comercial para la región de Iberia. Finalmente fue nombrado responsable regional, colocándose al frente de todas las actividades de Blackrock en España, Portugal y Andorra. Es decir, alcanzó el número uno del megafondo en España, posición que ha ocupado hasta marzo de este año con escasa exposición, hasta tal punto que fuera de los círculos más interesados en la economía es prácticamente un desconocido.
Casado y con tres hijos, Jauregui corre medias maratones, escucha Queen y Lory Meyers y es seguidor del Athletic, como relataba en esta entrevista en marzo en El País, cuando ya se sabía que ponía rumbo a América. Durante su etapa al frente de Blackrock en España no se ha prodigado en eventos que hayan contribuido a su repercusión. Y cuando le ha tocado exponerse ha resuelto sin dar titulares espectaculares, siempre alineado con el discurso de Fink, es decir, con la palabra "sostenibilidad" por delante. Es marca Blackrock: el mensaje de la compañía parece más el de un filántropo que el de un gestor billonario. "Blackrock avisa de que las empresas que no aborden la sostenibilidad tendrán un mayor coste de capital", titulaba el 2021 un teletipo de Europa Press sobre una charla entre Jauregui y la exministra socialista Beatriz Corredor, actualmente presidenta de Redeia, el grupo que tiene a Red Eléctrica como buque insignia.
Los momentos de protagonismo nacional de Blackrock no son frecuentes. Es lógico. Es tal la dimensión de la actividad de la compañía que sus movimientos suelen tener escala mundial. Las excepciones llegan por dos vías. Una es publicación de alianzas con grandes compañías, como la alcanzada con Naturgy para compartir el 49% del gasoducto argelino de Medgaz (2020) o con Caixabank para inversiones conjuntas (2021). La segunda vía es la celebración de foros, a menudo organizados por medios de comunicación, en los que participan responsables de la empresa. Son las ocasiones en las que la compañía lanza sus mensajes, sus claves, sus pistas.
Jauregui, en un evento de El Español en 2022, defendía una transición ecológica "justa, equitativa y sin dejar a nadie atrás". En otro foro, en este caso de Expansión, un año antes, Jauregui advertía de lo que es una obsesión para Blackrock: cómo el cambio climático provocará una "reasignación de capital en todos los sectores". De nuevo en 2022, en una jornada de El Confidencial, West Lockhart, de Blackrock en la región EMEA (Europa, Oriente Medio y África), pronosticaba un aumento de los activos de "gestión patrimonial" en todo el mundo de "desde los 52 billones [de dólares] en 2013 hasta los 112 en 2025".
Así es el mundo bajo la visión Blackrock: un inmenso abanico de opciones de enriquecimiento, descrito con una retórica verde e inclusiva.
"Con el mando a distancia"
La etapa de Jauregui ha sido la de un liderazgo eficaz sin llamar la atención, considerado "de éxito" por dos profesionales financieros consultados por infoLibre. Su nueva responsabilidad sólo puede ser interpretada como un ascenso dentro de la empresa. El nombramiento fue el 1 de marzo, cuando pasó a ocupar el cargo de director de Blackrock en América Latina.
De modo que adiós a la era Jauregui. ¿Y desde entonces? La compañía está en búsqueda de sustituto, todavía no concluida. "Blackrock está aprovechando sus capacidades globales para asegurar la continuidad del excelente servicio que reciben los clientes en Iberia mientras se nombra a una nueva persona que lidere la oficina de Madrid. Internamente, el equipo de Iberia recibe apoyo de la oficina italiana", explica a infoLibre un portavoz de la compañía. Son ya cuatro meses y medio. Algo más, si tenemos en cuenta que la salida de Jauregui se conoce desde principios de febrero. Es un "proceso complejo", señalan desde la empresa.
El mutismo en la compañía sobre quién sustituirá a Jauregui es total. No hay plazos fijados para su reemplazo. Los meses que se mantiene ya la vacante ilustran una compañía con mando fuertemente centralizado, capaz de dar continuidad a su actividad pese a no tener un referente en la cabeza de su estructura nacional. Es lo que el economista Iago Santos llama "ejercer el poder con el mando a distancia".
Más de 40.000 millones gestionados, 35 trabajadores
Blackrock desarrolla actividad en España desde 1994. Acumula acciones por valor de casi 15.400 millones en el IBEX sólo en participaciones significativas –es decir, por encima del 3%– y gestiona más de 40.000 millones de euros de clientes españoles. Entre España y Portugal Blackrock tiene registrados más de 500 fondos.
La apuesta de Blackrock por España es firme con los números por delante, pero no sólo con los números. También con las declaraciones de su presidente, Larry Fink, que se sale del guión a menudo escéptico y pesimista del alto empresariado nacional y se muestra optimista sobre el futuro de España como destino de inversión. Es más, sitúa al país como motor de transformación energética en Europa. "España está infravalorada por los inversores. Creo que tiene la oportunidad de ser el país transformador de Europa", afirmó en septiembre de 2022 en un encuentro en Madrid con Carlos Torres Vila, presidente del BBVA, empresa de la que Blackrock es accionista líder.
Todo este interés contrasta con lo que parece una presencia discreta en el país. Blackrock afirma contar sólo con 35 trabajadores en la oficina de Madrid, que da cobertura a España, Portugal y Andorra. ¿Quiénes son sus perfiles más destacados? Blackrock, en respuesta a infoLibre, despliega un ramillete de nombres:
– Javier García Díaz, responsable de ventas para España, Portugal y Andorra (área conocida como Iberia). Entró en 2005. Es nombre en lo alto de la lista facilitada por la compañía. Este mismo mes García Díaz ha mantenido un encuentro con la prensa en Madrid, en el que daba pistas sobre los futuros movimientos de la compañía y su crecientes interés en préstamos privados, capital riesgo e infraestructuras.
– André Themudo, responsable de distribución y gestoras de fondos. En la compañía desde 2011. Antes, en el Banco Espírito Santo y Fidelity, otra megagestora de fondos.
– Tania Salvat, responsable del negocio institucional. En la firma desde 2015, con trayectoria previa en Bankia.
– Claudia Orvañanos, responsable de gestoras de fondos. Entró en 2010 en Blackrock México y en 2016 desembarcó en España.
– Isabel Vento, responsable de desarrollo de negocio. Doce años ya en la compañía.
A ellos se suman Adolfo Favieres y Jesús Moler como director y número dos del equipo de inversión en activos inmobiliarios en España de Blackrock. Ambos llegan a la gestora desde Neberu Capital Partners.
El presidente de IAG, consejero de Blackrock
Hay otras figuras vinculadas a la compañía en España. Por ejemplo, Javier Ferrán, presidente de International Airlines Group (IAG), uno de los grupos de líneas aéreas más grandes del mundo, con 464 aviones que vuelan a más de 243 destinos y transportan más de 67 millones de pasajeros al año. El holding de British Airwais e Iberia, con oficinas centrales en Londres, una capitalización superior a los 9.000 millones de euros y plaza en el IBEX, tiene como principal accionista a Qatar Airways. Y al frente de su consejo desde 2021 a Javier Ferrán, con una asignación en 2022 de 650.000 euros.
Ferrán, barcelonés de 1958 y con una trayectoria en la que aparecen Coca Cola, Associated British Foods, Chupa Chups y Bacardi, es además consejero sénior de Blackrock Long Term Private Capital, una rama dedicada al capital riesgo con inversiones de más de 500 millones de dólares –cerca de 450 millones de euros– en Norteamérica y Europa occidental. Desde Blackrock aclaran que los consejeros "no tienen tarjeta" de empresa, es decir, no forman parte propiamente de la compañía, sino que son "externos" con los que trabaja Blackrock, que por su "volumen" necesita la colaboración de terceros.
Más nombres. Emilio Novela, consejero coordinador de la socimi Merlin Properties, cotizada en el IBEX, y con una trayectoria que abarca Repsol, Spanair y Banco Urquijo, ha sido consejero de Blackrock. Jerónimo Marcos Gerard Rivero, consejero de Acciona, también en el IBEX, aparece citado en un documento de la compañía como asesor de Blackrock en México. Quien ocupó el puesto de director de ventas institucionales de Blackrock para España y Portugal, Álvaro Setién, es hoy dirigente de la compañía en América Latina. Hay un intenso flujo España-Latinoamérica.
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Entre quienes han salido figura Manuel Gutiérrez-Mellado, que durante siete años fue responsable del negocio institucional e inversiones alternativas de Blackrock en España y que hace algo más de un año fue fichado por la compañía de asesoramiento financiero y gestión de activos Arcano Partners. Tras ocupar cargos de responsabilidad en Blackrock, Carolina Garcés pasó al Banco Santander en 2019. Desde febrero es copresidenta del Grupo Wolfsberg, donde coinciden responsables de "prevención de crimen financiero" de 13 de los mayores bancos del mundo, entre ellos Bank of America, Barclays, Citigroup, Credit Suisse, Deutsche Bank, Goldman Sachs... y Santander.
Al igual que ocurre con el BBVA, Blackrock es accionista líder del Santander. Aun así, son pocos los que reparan en ello cuando se topan con el rojo y el azul corporativo de los dos mayores bancos por capitalización, o cuando ven y oyen a Ana Patricia Botín o Carlos Torres Vila.
Pero es que esa es precisamente la idea. Recuperando Rubén Juste, autor también de La nueva clase dominante (Arpa, 2020): "Estar sin parecer que están". O, como dice Iago Santos, ejercer el poder "con el mando a distancia".
Es un peso pesado del sistema empresarial español, pero Blackrock se comporta como si no lo fuera. "A diferencia de los bancos, con estructuras nacionales fuertes, los fondos suelen estar muy centralizados en su matriz", explica el sociólogo Rubén Juste, autor de IBEX 35. Una historia herética del poder en España (Capitán Swing, 2017). Y añade: "Es coherente con su filosofía, que suele consistir en estar sin parecer que están".