El caso Koldo, en el que el Partido Popular cree haber hallado el atajo definitivo para llevar a Alberto Núñez Feijóo hacia la Moncloa, ha convertido la política española en un lodazal. Primero fue el PP, señalando sin pruebas a varios ministros y exministros, a la presidenta del Congreso y al presidente del Gobierno. Este jueves se unió el PSOE tratando de relacionar a la trama con el portavoz del principal partido de la oposición, Miguel Tellado, y con el propio Feijóo, a partir de una mención de uno de los imputados recogida por la Guardia Civil en el sumario de la investigación.
El PP, convencido de que puede ser el principal beneficiario de esta espiral de ruido, contraatacó dando por buena una información del diario El Confidencial que intenta relacionar a la esposa de Sánchez con uno de los miembros de la trama. Y lo hizo a sabiendas de que la noticia no relata ningún delito. Ni siquiera una práctica sospechosa. El contacto del que habla el periódico es anterior a la pandemia y se produjo en el marco de un congreso público y a la vista de todos. La misma noticia desmiente que hubiese tráfico alguno de influencias porque, en las últimas líneas, queda claro que quienes intentaron ganarse la influencia de la mujer del presidente no consiguieron su objetivo.
Este toma y daca tiene muy escaso respaldo probatorio. Las gravísimas acusaciones que el PP está dirigiendo contra Sánchez y sus ministros se sostienen, según han admitido tanto Feijóo como su secretaria general, Cuca Gamarra, exclusivamente sobre informaciones periodísticas. “Del sumario lo que conocemos es a través de ustedes, lo que ustedes van publicando, porque son habilidosos periodistas, que consiguen informaciones y que las trasladan”, se limitó a decir con una sonrisa en los labios Gamarra en el Congreso cuando le preguntaron por sus fuentes.
“Con Miguel Tellado y con Alberto”
Esta vez el PP también se ha visto salpicado, de forma inesperada, por un informe de la Guardia Civil que atribuye a Koldo García haber asegurado en diciembre tener concertada una cita con Miguel Tellado y con “Alberto” para intentar que les ayudaran a conseguir que el Govern balear, ya en manos del PP, dejase de reclamar a la empresa que supuestamente le pagaba comisiones el dinero recibido de esta comunidad a cambio de unas mascarillas defectuosas.
Son menciones que hace el principal investigado, Koldo García, exasesor de José Luis Ábalos cuando el que fuera número dos de Pedro Sánchez era ministro de Transportes. Sin pruebas de que hubiese contactos directos con Tellado o con Feijóo que poco después desmintieron tajantemente los dos interesados. Como tampoco las hay, al menos por el momento, de que ninguno de los miembros del Gobierno que el PP está acusando tuviesen nada que ver ni se hubiesen beneficiado de la trama.
Según el juez que investiga el caso, el 2 de diciembre de 2023 Koldo informó al presunto cerebro de la trama, el empresario Juan Carlos Cueto, de que había quedado “con Miguel Tellado y 'Alberto' al día siguiente” en relación con el contencioso que tenían con el Govern balear. Según el sumario, en otras dos llamadas, los días 7 y 14, Koldo informó a Cueto de que todo iba “por buen camino” y de que “el asunto del expediente de Baleares estaba más que hecho”.
Las escuchas telefónicas muestran a Koldo García diciéndole a Cueto: “He quedado a las 10:15 en Génova, ¿vale?”. Cueto le da credibilidad. De hecho, en una conversación posterior con otra persona, dice sobre Koldo: “Iba a estar con ellos en la sede del partido y tal”. De ambas frases, los investigadores concluyen lo obvio: “Koldo pudiera estar refiriéndose a la sede del Partido Popular”.
Coartada a la vista de todos
Tellado lo negó inmediatamente. “No hemos mantenido ninguna relación personal con el señor Koldo García. No me he reunido nunca con ningún miembro de la trama”. A su favor tiene que ese día, a esa hora, asistía a uno de los plenos del Congreso que se celebró en el Senado. Igual que Feijóo. A la vista de todo el mundo.
A pesar de ello, y de que el propio auto judicial refleja que la Guardia Civil no pudo contrastar que tal reunión llegara nunca a celebrarse, al PSOE le faltó tiempo para exigir explicaciones. Lo hicieron su secretaria general, María Jesús Montero, y su secretario de Organización, Santos Cerdán. A sabiendas, también, de que no hay pruebas que certifiquen que esos contactos de los que habla el exasesor de Ábalos se celebrasen.
En esta escalada, y siguiendo la costumbre que ha aplicado durante toda su vida política, Feijóo no asumió en primera persona las críticas más comprometidas y dejó ese trabajo en manos de otros. La elegida esta vez fue Cuca Gamarra, quien convocó a la prensa en el Congreso para poner sobre la mesa acusaciones sin pruebas dirigidas contra la esposa del presidente.
Contra la esposa de Sánchez
Ahora, dijo, “ya estamos en el caso Sánchez”, porque se han conocido “reuniones en las que ha podido participar su mujer, unas reuniones con el comisionista y con empresarios que se han visto favorecidos por la acción del Gobierno”. Gamarra no fue la única: también el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, se sumó al cuestionamiento público de la mujer de Sánchez.
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Todo, siempre, “a partir de las informaciones que los medios de comunicación están facilitando”, aseguró Feijóo en el Senado, lavándose las manos sobre las acusaciones que estaba vertiendo. Gracias a ellos, aseguró sin precisar más, “de momento tenemos ya confirmados (en la trama de corrupción) seis ministros, dos secretarios de organización, dos gobiernos autonómicos, la presidencia, el Congreso de los Diputados y personas de máxima confianza del entorno, de la cúpula del Partido Socialista y del Gobierno de España”.
Como hizo la víspera y sin mostrar una sola prueba que corrobore sus palabras, Feijóo volvió a decir “que el señor Sánchez conocía lo que estaba ocurriendo y lo tapó”. “Todo hace evidente que conocía hechos que conforman la trama”, remarcó emplazándole a hacer una confesión ante los españoles: “Exigimos que dé todas las explicaciones; que no mienta, aunque sea habitual en él”.
Convencido de que, esta vez sí, tienen a dónde asirse para desestabilizar la legislatura, Feijóo reunirá dentro de una semana a sus barones en Córdoba para coordinarse y diseñar la estrategia del partido en relación con el caso Koldo. La decisión de incluir en esa ofensiva hasta a la esposa del presidente, contra la que nadie ha planteado acusación alguna, corrobora que el líder del PP ha dado instrucciones de ir a por todas.
El caso Koldo, en el que el Partido Popular cree haber hallado el atajo definitivo para llevar a Alberto Núñez Feijóo hacia la Moncloa, ha convertido la política española en un lodazal. Primero fue el PP, señalando sin pruebas a varios ministros y exministros, a la presidenta del Congreso y al presidente del Gobierno. Este jueves se unió el PSOE tratando de relacionar a la trama con el portavoz del principal partido de la oposición, Miguel Tellado, y con el propio Feijóo, a partir de una mención de uno de los imputados recogida por la Guardia Civil en el sumario de la investigación.