Agentes de la Policía Nacional, en colaboración con la Dirección General de la Seguridad Nacional de Marruecos, han desarticulado una de las organizaciones más importantes dedicada al tráfico y trata de seres humanos con fines de explotación sexual en el Estrecho, al desarrollar una operación que en dos fases se ha saldado con la detención de 10 personas, entre ellos, los principales responsables del tráfico ilegal de inmigrantes hacia España de los últimos años, según la información que recoge Europa Press.
La primera de las fases de la operación se desarrolló en suelo español y comenzó en agosto de 2015, cuando la Policía localizó a una víctima de trata de seres humanos con fines de explotación sexual de origen nigeriano, de solo 16 años de edad, alojada en un centro de menores de Ceuta.
La investigación de los agentes especializados en este tipo de delitos les llevó a una organización criminal nigeriana especializada en la explotación sexual de mujeres de su misma nacionalidad y "fuertemente asentada" en la localidad alicantina de Torrevieja, según explica la Policía.
En abril de 2016 se produjeron las primeras detenciones: siete personas nigerianas, cuatro de las cuales se encuentran actualmente en prisión provisional sin fianza, que conformaban dos grupos liderados a su vez por dos mujeres de las que la Policía tiene constancia de que habrían traficado al menos con 39 chicas a las que después habrían explotado sexualmente.
"Alimentadas exclusivamente a base de pan"
"Las tratantes sometían a las víctimas que se mostraban díscolas con las órdenes que recibían de los miembros de la organización a durísimas condiciones de supervivencia, alimentándolas exclusivamente a base de pan y llegando, incluso, a exigirlas los tíckets de compra del supermercado para asegurarse así de que no compraban ningún otro alimento", explica el comunicado de la Policía.
Las mujeres eran obligadas a prostituirse todos los días de la semana durante más de doce horas diarias, desde última hora de la tarde hasta primera hora del día siguiente, y tenían absolutamente prohibido regresar al domicilio en el que vivían antes del amanecer y sin haber ganado una cantidad de dinero estipulada por los tratantes, pues de lo contrario eran "duramente castigadas".
Esto, unido a la gran competencia que tenían porque el número de mujeres de origen nigeriano obligadas a ejercer la prostitución en Torrevieja era muy elevado, hacía que se vieran obligadas a ofrecer servicios sexuales a precios muy bajos, incluso por 5 euros, según concreta la Policía Nacional.
"Ni siquiera cuando regresaban al domicilio después de toda la noche trabajando se las permitía descansar, pues los tratantes se encargaban de buscar otros empleos a alguna de ellas cuidando ancianos en sus domicilios y teniendo que cocinar posteriormente para ellos", expone el comunicado oficial. El grado de control ejercido por los tratantes sobre las víctimas y la situación de miedo en la que vivían quedaron reflejados en sus declaraciones posteriores, en las que llegaron a asegurar a los agentes que "no había otra opción".
Además, las víctimas vivían hacinadas y en pésimas condiciones de higiene y habitabilidad, siendo obligadas a compartir todas la misma habitación y estando sometidas a un rígido sistema de multas que se les imponían por cualquier causa y que incrementaba la deuda contraída con la organización hasta convertirla en impagable.
"Un histórico traficante de personas"
La información obtenida de esta investigación llevó a los agentes a "identificar plenamente" a otros miembros de la organización afincados tanto en Marruecos como en Nigeria, que se encargaban de las fases del delito previas a la explotación sexual: la selección de las chicas y su captación mediante rituales de vudú, el desplazamiento por tierra desde Nigeria hasta el norte de Marruecos, su alojamiento allí en espera del traslado a la Península, y el viaje definitivo ya fuese en pequeñas pateras o en los bajos de vehículos.
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Fueron en particular identificados tres ciudadanos, también de Nigeria, de los que la Policía logró reunir las pruebas necesarias como para afirmar que son los máximos responsables de las operaciones de tráfico ilegal de inmigrantes a través del Estrecho de Gibraltar de los últimos años y han venido controlando "la práctica totalidad de pateras que cruzaban" hacia España desde 2008.
Los tres eran de origen nigeriano. Uno de ellos operaba a caballo entre las ciudades de Rabat y Tánger y ha sido catalogado por las autoridades policiales tanto marroquíes como españolas como un "histórico traficante de personas". Se trata de uno de los individuos más influyentes entre la comunidad nigeriana afincada en Marruecos y, de hecho, "todas las personas se ponían en pie cuando él entraba" en cualquier lugar público.
Contaba con escolta privada y era el único con suficiente poder adquisitivo como para poder costear los motores y las embarcaciones tipo patera en las que embarcaba a cientos de inmigrantes sin las más elementales medidas de seguridad, poniendo en peligro la vida de varias personas en cada trayecto. Los agentes tienen pruebas concretas de más de 40 embarcaciones directamente relacionadas con él que habrían partido del norte de Marruecos rumbo a España en los últimos años, algunas de las cuales nunca llegaron.
Agentes de la Policía Nacional, en colaboración con la Dirección General de la Seguridad Nacional de Marruecos, han desarticulado una de las organizaciones más importantes dedicada al tráfico y trata de seres humanos con fines de explotación sexual en el Estrecho, al desarrollar una operación que en dos fases se ha saldado con la detención de 10 personas, entre ellos, los principales responsables del tráfico ilegal de inmigrantes hacia España de los últimos años, según la información que recoge Europa Press.