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Carmen Calvo: "No existe el derecho a ser padre o madre"

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Carmen Calvo (Cabra, Córdoba, 1957), secretaria de Igualdad del PSOE, tomó la palabra el pasado 16 de agosto en la clausura del 25º Congreso Federal de Juventudes Socialistas de España (JSE). Su intervención, programada tras la de Carla Antonelli, no pasó desapercibida. Poniendo por delante su "respeto" a las JSE, la ex ministra y ex consejera andaluza de Cultura se manifestó nítidamente en contra de la aprobación por parte de la organización juvenil de una resolución a favor de la regulación de la gestación subrogada, en contra de lo establecido por el PSOE en su 39º Congreso Federal. Su intervención sobre lo que llamó "vientres de alquiler" –"el embarazo no se puede subrogar", dijo– despertó aplausos y también abucheos. Quedó claro que el asunto levanta ampollas en las filas de las JSE. El rechazo a la gestación subrogada "no es solamente una posición ética, sino de socialismo de clase", afirmó en su intervención.

La secretaria de Igualdad de la Ejecutiva de Pedro Sánchez elude en esta entrevista con infoLibre cualquier crítica a la organización juvenil de su partido y se toma con "naturalidad y normalidad" las discrepancias, pero se reafirma categóricamente en la posición oficial del PSOE, establecida en su 39º congreso. También rescata un detalle anecdótico que le hace encarar con optimismo el porvenir de la lucha feminista: "Unos amigos que tienen un hijo fuera me llamaron y me dijeron: 'Cuando ha vuelto nos ha dicho que le ha llamado la atención que al irse sólo se hablaba de corrupción, pero que ahora también se habla mucho de feminismo'. Me pareció fantástico. Es un buen síntoma".

PREGUNTA: ¿Por qué decidió pronunciarse contra los "vientres de alquiler" en el congreso de las JSE?

RESPUESTA: Las resoluciones del 39º congreso del PSOE son el fondo y la forma de lo que vamos a hacer los socialistas. Éste es un tema muy complejo que requiere mucha pedagogía y todos debemos hacer esa pedagogía. Entendemos que una sociedad debe darse tiempo a sí misma para afrontar temas como éstos, pero los argumentos de los socialistas son claros. Los deseos son una cosa y los derechos otra. Tu deseo de ser padre o madre no se puede apoyar en la mercantilización de otro ser humano. No se tiene el derecho a ser padre o madre, se tiene el deseo. No hay que confundir. Los que sí tienen derecho a tener un padre y una madre son los niños, y por eso los socialistas defendemos que los niños tengan la máxima protección. Y lo digo porque a veces se mezclan las cosas, que no tienen nada que ver. Protección máxima para los niños. Ahora lo que tenemos que hacer es seguir reflexionando con mucha profundidad. Así lo haré siempre en todos los foros.

P: "No es sólo una posición ética, sino de socialismo de clase", dijo.

R: Absolutamente. Las mujeres que alquilan sus vientres son las mujeres pobres. Son las mujeres que se ven en la marginalidad desde todos los puntos de vista. Se ven abocadas a esto como a lo largo de los siglos se han visto abocadas a la prostitución. Nuestro cuerpo [el de las mujeres] es un permanente campo de operaciones. Somos violadas en las zonas de conflicto, somos traficadas, somos secuestradas para explotación sexual. La crueldad con la que el machismo se ensaña con los cuerpos de las mujeres y vulnera sus derechos y su integridad física y moral es impresionante. Lo que tiene que decir el socialismo es que esto afecta a las mujeres pobres del mundo. Donde se regula se acaba percibiendo un dinero por hacerlo. Nosotros nos oponemos frontalmente a eso.

P: ¿A qué reflexión le lleva la aprobación de esa resolución de las JSE?

R: Ellos tomaron esa decisión. En los temas importantes siempre hay que escuchar a todo el mundo. Pero repito que la posición del PSOE es clara.

P: ¿No hay una desideologización, una penetración de las ideas liberales en la propia casa socialista?

R: La posición es la que se aprobó en el Congreso del PSOE, en el que participaron [las Juventudes Socialistas] con sus delegados, voz y voto. Allí lo plantearon y se les escuchó, pero ganó la posición contraria a la regulación. Es lo único que sé. El PSOE no participa de los congresos de las Juventudes; al contrario, sí.

P: Un argumento central de los partidarios de "regular "o "abrir el debate" es que la gestación subrogada se va a seguir practicando aunque no se regule.

R: Igual que se practican tantas cosas que la sociedad rechaza, condena y tipifica como delito. Igual que se sigue practicando la prostitución y la explotación sexual.

P: ¿No es una comparación excesiva?

R: ¿Por qué excesiva? En la prostitución se alquila el cuerpo de una persona para el uso de otra, en este caso para el placer sexual del hombre. ¡O ahora nos creemos que las prostitutas están encantadas de la vida de hacerlo! En este caso se alquila para otra cosa, para tener un hijo biológico que no se puede tener de otro modo. Hay un paralelismo claro. Nada de esto es nuevo, nada.

P: ¿A qué se refiere?

R: Es muy antiguo en la historia de la humanidad. Sobre todo en la historia de las mujeres. Antes se hacía violando a las mujeres pobres, hace 300 o 400 años. Los ricos las violaban para asegurarse descendencia cuando [con su mujer] no podían. La utilización del cuerpo de las mujeres para fines ajenos a su propia vida no es de ahora, es algo muy antiguo. Y los socialistas nos oponemos. Aquí hablamos sobre qué tipo de ser humano queremos, dónde situamos la idea de dignidad, de libertad, el derecho a la integridad física y moral de la persona. Eso no puede ser sometido a transacción económica. Cuando hay dinero de por medio la libertad desaparece. Es un tema muy clásico. Decía María Teresa León: "Es un oficio antiguo el rebelarse, lo moderno es saber por qué".

P: Contra la violencia machista, ¿qué es lo más urgente?

R: Hace falta un giro copernicano en la sensibilidad social. Me sigue sorprendiendo que en un país que entre 2006 y 2017 tiene 900 asesinadas, sean una escasísima minoría según los datos del CIS los que consideran que éste es un gran problema de Estado. Debería haber una respuesta de los que rodean a las mujeres que sufren violencia mucho más contundente. Como no avancemos en mayor rechazo, compromiso y sensibilidad, es muy difícil enganchar todas las medidas necesarias. El machismo y el patriarcado son tan profundos que lo más macabro nos parece una situación cotidiana. Ni una estadística es favorable a las mujeres en nada. Vemos violencia en los patios de los colegios, machismo en la gente joven. Es una locura. Al final un asesinato no supone una conmoción, se ve como algo... cotidiano. Se da una violencia específica, que tiene un nombre, terrorismo. Porque hay un ejercicio de poder, en el que un hombre considera a la mujer su pertenencia. Para los socialistas éste es el gran tema de la democracia, la igualdad.

P: La alusión a "un giro copernicano", a grandes cambios culturales, ¿no revela cierta desorientación? ¿Un no saber por dónde empezar?

R: No, no. Estamos en plena discusión de un pacto [de Estado] que se va a aprobar el viernes 28 en el que aportamos una batería de medidas muy concretas. Por ejemplo, unidades en los ayuntamientos, porque es allí, a la administración más cercana, adonde acuden las mujeres. Una comisión de seguimiento, evaluaciones constantes para ver cómo vamos achicando el problema. La política tiene mucho que hacer ahí. Esto no se soluciona con una ley, ni con dos, ni con cuatro medidas. Hay que formar, sancionar, atender a las víctimas, a los niños, que hasta ahora no han sido considerados víctimas. No es echar balones fuera, es buscar que la política llegue al fondo de las relaciones humanas. Hasta ahora la política ha regulado las relaciones laborales, la participación política... Lo que llamaríamos las relaciones externas. Ahora está bajando al corazón de la sociedad, a las relaciones afectivas y personales, porque ahí se producen situaciones enormemente graves.

P: Y difíciles de detectar y abordar.

R: Claro. Hace veinte años yo hablaba de violación dentro del matrimonio, que ahora ya está reconocida como tal pero antes no. Lo que quiero decir es que tenemos que pensar y actuar con realismo pero con audacia, e implicar a la sociedad entera. Y particularmente a los hombres. Es imprescindible que el concepto de masculinidad excluya el avasallamiento, que se desarrolle en plano de reconocimiento e igualdad. Ante una situación de avasallamiento, es muy contundente que un varón que esté presente le recrimine a otro. Ésos son pasos que se están dando en las sociedades avanzadas. Se me viene a la cabeza una manifestación de asociaciones de hombres canadienses en tacones diciendo "basta ya".

P: ¿Y la Iglesia? ¿No hay que apelar también a ella para combatir el machismo?

R: La Iglesia tiene que estar en el ámbito que le corresponde, la católica y las demás. La libertad religiosa debe estar garantizada y protegida como opción personal. Tengo claro que todas las religiones son machistas, que todas parten de un concepto en origen: el hombre todopoderoso que tiene relaciones con seres inferiores, que son las mujeres.

P: La que tiene la influencia en la sociedad española es la religión católica, concretamente. Y además tiene unos fuertes lazos de unión con el propio Estado.

R: Nosotros hemos decidido en nuestro 39º congreso que, en la medida en que alcancemos el poder, avanzaremos en la laicidad del Estado.

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R: Claro. Los acuerdos con el Vaticano los denunciaremos. Pensamos que la sociedad española tiene que seguir avanzando en ese proceso de laicidad. Las religiones tienen que estar en el ámbito que les corresponde.

P: ¿No les temblará luego el pulso si gobiernan?

R: No. Y es verdad que el PSOE en este asunto a veces ha amagado y no ha dado. Pero lo tenemos claro. Por ejemplo, la religión no puede estar en el currículum escolar. Y lo digo como persona con un gran respeto y curiosidad por el hecho religioso. Creo que es interesante conocer las religiones y que debe existir el derecho a practicarlas o no. Pero son ámbitos distintos. A esto no se le puede dar más vueltas. Y eso que ahora hay una figura tan atractiva como el actual papa.

Carmen Calvo (Cabra, Córdoba, 1957), secretaria de Igualdad del PSOE, tomó la palabra el pasado 16 de agosto en la clausura del 25º Congreso Federal de Juventudes Socialistas de España (JSE). Su intervención, programada tras la de Carla Antonelli, no pasó desapercibida. Poniendo por delante su "respeto" a las JSE, la ex ministra y ex consejera andaluza de Cultura se manifestó nítidamente en contra de la aprobación por parte de la organización juvenil de una resolución a favor de la regulación de la gestación subrogada, en contra de lo establecido por el PSOE en su 39º Congreso Federal. Su intervención sobre lo que llamó "vientres de alquiler" –"el embarazo no se puede subrogar", dijo– despertó aplausos y también abucheos. Quedó claro que el asunto levanta ampollas en las filas de las JSE. El rechazo a la gestación subrogada "no es solamente una posición ética, sino de socialismo de clase", afirmó en su intervención.

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