Carolina Elías es una activista salvadoreña por los derechos de las trabajadoras que concurre en el puesto número 11 de la lista de Más Madrid para el Ayuntamiento de la capital. Elías ha sido presidenta durante nueve años de la Asociación para la defensa de las trabajadoras del hogar y los cuidados y asegura que da el salto a la política institucional convencida de lo que hace, aunque lamenta el odio que ve desde las redes sociales.
¿Siempre ha votado a su partido?
Es la primera vez que voy a votar en España y votaré a Más Madrid, claro. En El Salvador siempre había votado por partidos de izquierdas.
¿Vive usted de alquiler o en propiedad? ¿Tiene hipoteca? ¿Le ha subido?
Vivo de alquiler junto a otras tres personas. Pagamos 820 euros en total. Como exempleada del hogar y mujer migrante no me puedo permitir otra cosa.
¿Cómo convencería a un elector de que alejarse de la política es un riesgo para la democracia?
Estamos muy acostumbrados a escuchar que meterse en política es meterse en problemas, pero en realidad yo vengo haciendo política desde hace años. Reivindicar nuestros derechos es hacer política. Si lo dejamos de hacer es como agachar la cabeza y permitir que las condiciones de explotación y de indignidad continúen. Merecemos una vida que valga la alegría, no la pena, y para ello es necesario participar en política.
¿Qué error, hecho o actuación le llevaría a dimitir de inmediato?
Incumplir con la palabra dada.
¿El mejor político de la historia de España? ¿Y el peor?
Una de las personas que he tenido el privilegio de conocer de cerca es Yolanda Díaz, me parece una buena política y la admiro mucho.
El peor político… hay varios en la lista. Desde el expresidente Mariano Rajoy, que impulsó muchos recortes a derechos, como la señora Ayuso, que tiene el descaro de decir que protege derechos cuando en la práctica no lo hace.
¿A quién ficharía de otro partido?
No lo sé, creo que hay muchas personas muy válidas en los partidos de izquierdas.
¿El mejor consejo que ha recibido en política?
No rendirme ante los ataques de odio. Es impresionante cómo los discursos de odio han penetrado en campaña y ese odio significa que me tienen miedo. Ese es el mejor consejo que me han dado.
¿Cómo se desestresa tras un día largo?
Viendo la televisión, cualquier cosa que no sea política.
¿Alguna vez le han ofrecido un sobre? ¿Y alguna otra propuesta fuera de la legalidad?
Como no he estado en ningún puesto de poder, nunca me lo han ofrecido. Sabiendo como soy de cañera y reivindicativa, dudo que lo hicieran.
¿Su peor y su mejor momento en política?
Lo peor son los mensajes en las redes sociales, sobre todo cuando se meten con mi color de piel o mi cuerpo. Con cualquier otra cosa que no sean mis ideas. Y lo mejor es que la gente se acerque a mí y me diga que van a votar por mi partido. Una señora me ha dicho que a ella le gusta Ayuso, pero que me iba a votar a mí porque represento los intereses de Latinoamérica. Que depositen esa esperanza en mí me llena de ilusión.
¿Qué serie, libro o película tiene pendiente para cuando acabe la campaña?
He empezado a ver una serie que se llama Queenmaker. Es una serie coreana de una mujer activista que se está postulando para alcaldesa. La acabaré después de la campaña.
¿Qué hará cuando deje la política?
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Continuar con lo mismo que he estado haciendo hasta ahora. Desde que vine a España lo que me mantuvo en pie fue el activismo, luchar por los derechos de las mujeres migrantes. Lo voy a seguir haciendo porque es lo que me llena.
¿Un chiste político o su meme favorito?
He visto tanto odio en redes y memes que no me han gustado, como el de Almeida Carapolla, que me parecen grotescos. Por el momento no he encontrado nada que me guste.
Carolina Elías es una activista salvadoreña por los derechos de las trabajadoras que concurre en el puesto número 11 de la lista de Más Madrid para el Ayuntamiento de la capital. Elías ha sido presidenta durante nueve años de la Asociación para la defensa de las trabajadoras del hogar y los cuidados y asegura que da el salto a la política institucional convencida de lo que hace, aunque lamenta el odio que ve desde las redes sociales.