Casado pide apoyo al nuevo líder de la CDU alemana para cuestionar la gestión española de los fondos europeos

A rey muerto, rey puesto. Apenas cuatro meses después de viajar a Berlín para conocer y apoyar al sucesor de Angela Merkel al frente de la CDU, Armin Laschet, el presidente del PP ha vuelto a la capital alemana para aplaudir a su sucesor, Friedrich Merz. Entretanto la derecha germana ha perdido el Gobierno del país tras 16 años ininterrumpidos en el poder y la CDU, de la mano de su nuevo líder, acaba de virar hacia la derecha y ha enterrado el legado de moderación de Merkel.

Casado comparte con Merz su ultraliberalismo económico y su conservadurismo político. “Muchas coincidencias”, como el presidente del PP se apresuró a destacar después de su primera entrevista, aunque entre ellas no esté la actitud hacia la extrema derecha: Merz mantiene el cordón sanitario a los ultras mientras que Casado bendijo en 2018 los acuerdos con Vox y nunca ha rechazado la posibilidad de gobernar con ellos. 

La visita era protocolaria. Merz asumió este miércoles el mando en la CDU y Casado formaba parte de los numerosos invitados internacionales de la cada vez más débil familia política conservadora europea convocados a Berlín. 

Pero no desaprovechó el viaje. Como él mismo explicó al término del encuentro, durante su conversación con Merz tuvo la oportunidad de trasladarle las sombras de duda que viene planteando desde hace meses sobre el supuesto uso irregular de los fondos europeos en España y sus acusaciones de “clientelismo” hacia el Gobierno de Pedro Sánchez.

Ambos comparten, explicó Casado, la necesidad de que en materia de fondos europeos la Unión Europea aplique mecanismos eficaces de control para que el dinero se utilice con “transparencia” y “objetividad” y vaya “acompañado por reformas estructurales” que permitan crear empleo e impulsar el crecimiento económico. 

Casado aseguró que Merz comparte con él la necesidad de que “no haya discrecionalidad ni clientelismo”. “Es lo que estamos exigiendo en Europa y es la posición que la CDU ha manifestado en todo momento”, señaló satisfecho.

El líder del PP se mostró “especialmente” complacido por el “compromiso” de Merz a la hora de “vigilar la ejecución del dinero no sólo en Alemania sino “también en otros países”, precisó en referencia a España. “Y yo se lo agradezco”, explicó.

Casado aseguró a la prensa que en este primer encuentro había abordado con el nuevo líder de la CDU la necesidad de fortalecer a la Unión Europea y su política exterior, en particular en relación con el conflicto de Ucrania. Y reclamó para el Partido Popular un papel de liderazgo.

Ambos coincidieron, según el presidente del PP, en la necesidad de ampliar la OTAN a otros países. Casado no mencionó a Ucrania, cuya candidatura a la adhesión está en el origen del pulso que la Alianza mantiene con Rusia, ni a los países de América Latina a los que propuso incorporar a la organización durante una reciente visita al cono sur americano. Sí mencionó a Japón, Australia y a la India, cuya entrada en la OTAN, según Casado, garantizaría que Estados Unidos no deje “al margen” a sus socios europeos.

El líder del PP aprovechó la referencia a Ucrania para exigir a Pedro Sánchez que, en nombre de la “transparencia”, comparezca en el Congreso y explique “lo que esta pasando y la participación de España en la resolución de este conflicto”.

Casado también transmitió a Merz su apoyo a que la energía nuclear y el gas sean considerados energías “verdes”. Una medida que acaba de proponer la Comisión Europea, con la oposición de numerosos países —entre ellos España— y a través de la cual el líder del PP cree que es posible “abaratar la factura de la luz”. El líder del PP obvió que la propuesta, de salir adelante, no entrará en vigor hasta dentro de un año y difícilmente tendrá repercusión a corto o medio plazo en el mercado energético.

Alemania es precisamente el socio europeo más combativo contra la energía nuclear. Fue Merkel quien puso en marcha el plan para cerrar todas sus centrales que el nuevo Gobierno federal culminará el año que viene. No obstante, Merz ha abrazado la posición francesa que apuesta por las plantas nucleares, igual que Casado.

Casado también aseguró haber hablado con su homólogo alemán sobre las políticas de inmigración, un asunto en el que Merz mantiene posiciones mucho más duras que las de Merkel, pero no precisó el contenido de la conversación.

Reforma laboral

En la misma comparecencia, Casado reiteró que el PP no cambiará de opinión y votará en contra de la modificación parcial de la reforma laboral del PP de 2012. Aquella normativa, que Mariano Rajoy impuso unilateralmente en plena gran recesión, sin el apoyo de la patronal y de los sindicatos, le sigue pareciendo la mejor manera de crear empleo.

La CDU alemana elige a Friedrich Merz como nuevo líder para afrontar la era post-Merkel

Ver más

Por eso se opone a la reforma pactada en el diálogo social con el patrocinio del Gobierno y que tiene como principales objetivos combatir la temporalidad —una de las grandes debilidades del mercado de trabajo español y una exigencia de Bruselas— y reforzar la capacidad de negociación colectiva de los sindicatos. Hacer eso, aseguró desde Berlín, le parece “una irresponsabilidad”, sobre todo teniendo en cuenta la elevada inflación y la posibilidad de que Europa se dirija a un escenario de subida de los tipos de interés.

En su opinión, lo que hay que hacer es bajar impuestos, implantar la mochila austríaca y aumentar la flexibilidad laboral, que es como el PP llamada a la política dirigida a facilitar que las condiciones laborales las decidan los empresarios.

En cualquier caso, las negociaciones de última hora que está llevando a cabo el Gobierno para intentar asegurar que la reforma sale adelante en el Congreso le parecen “muy poco edificantes”. Se han convertido “en un zoco”, acusó. Y en cuanto a la posición de Ciudadanos, que ya se ha mostrado dispuesto a votar a favor, aseguró que esta formación “tendrá que explicar si quiere ser el salvavidas de Sánchez”.