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Los cierres navideños de centros de salud agravan la "tormenta perfecta" sobre la sanidad andaluza

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En torno a 40 personas esperan a ser atendidas en el interior del centro de salud Nuestra Señora de la Paz, en San Juan de Aznalfarache (Sevilla, cerca de 22.000 habitantes). Son las 11.15 horas. La densidad humana se asemeja a la de un bar bien concurrido. El ambiente es bullicioso, alejado de la aséptica quietud de lo sanitario. Guardar la distancia de seguridad es una quimera. Mascarillas, eso sí, lleva todo el mundo, desde el que acude con su enfermedad de siempre al que tiene síntomas de covid-19 y el que ha oído que en los centros de salud dan el pasaporte para poder entrar en los bares. La máquina dispensadora de los números deja salir el 86, mientras el contador electrónico marca el 9. Difícil calcular el tiempo de espera. ¿Más de una hora? Seguramente.

Una señora con el 81 parece cansarse de esperar y ofrece su número a quien quiera adelantar algunos turnos. Entre impaciente y temerosa, amaga ya con marcharse. Al final, se queda. Fuera del centro, aguardan unas diez personas más, algunas para evitarse las estrecheces, otras para fumar un cigarrillo durante la espera. Comentan lo mucho que parece complicarse la cosa y lo lleno que está el centro de salud. Un usuario que intentó coger cita a través del servicio informático Salud Responde recibió este mensaje: "En estos momentos no podemos agendar la cita solicitada. Si necesita atención sanitaria urgente acuda sin demora a su centro de salud. El Servicio Andaluz de Salud agradece su colaboración para ofrecer la mejor sanidad pública".

Así están las cosas en este centro de San Juan, en la comarca del Aljarafe, en la primera corona metropolitana de Sevilla. No todos los centros de salud y consultorios están igual. Los hay más y menos saturados. Es imposible hacer una generalización cien por cien precisa. En Andalucía hay 1.517 centros de salud y consultorios de atención primaria, según el Ministerio de Sanidad. En general, la saturación es mayor en las ciudades y menor en las poblaciones menos habitadas, coinciden todas las fuentes sanitarias consultadas. Lo seguro es que, en pleno boom de contagios, la presión crece constantemente sobre esta primera línea de defensa del sistema, castigada por las cinco olas anteriores y que encara una sexta de dimensión todavía por calibrar. Ahora la atención primaria sufre además cierres de centros por la tarde en Navidad, un nuevo golpe que la Junta atribuye a falta de personal para cubrir las vacaciones.

El Gobierno andaluz es objeto de críticas por no haber renovado a 8.000 sanitarios hace menos de dos meses.

Luces rojas

La coyuntura sanitaria en la comunidad más poblada de España es delicada, aunque aún no crítica. Desde luego es mejor que hace un año, cuando había 1.129 ingresados, 249 en UCI. La tasa de ocupación de camas con pacientes covid es del 3,99% y en UCI del 6,51%, frente a un 6,03% y un 15,49% en el conjunto de España. Los números indican que aún hay cierto margen.

No obstante, empiezan a encenderse las luces rojas. El número de hospitalizados asciende a 595, de los que 107 están en las UCI. Hace un mes, eran 204 ingresados, 40 en UCI. El incremento es del 191% en hospitalizados y del 167,5% en críticos. Además, Andalucía es la segunda comunidad que menor tasa de diagnóstico presenta, con 1.847 pruebas por cada 100.000 habitantes entre el 10 y el 16 de diciembre, sólo por delante de Castilla La Mancha, según datos del Ministerio de Sanidad. En el conjunto de España, esta tasa asciende a 3.121,19.

Cierres por la tarde

En este contexto de tensión y déficit de diagnóstico, este mismo lunes ha comenzado en Andalucía un cierre de centros de atención primaria por la tarde que se extenderá hasta el fin de la Navidad y que ha soliviantado a los sindicatos, alarmados ante una reducción de horario en pleno agravamiento de la pandemia.

infoLibre solicitó a la Consejería de Salud y Familias, dirigida por Jesús Aguirre (PP), el número exacto de centros cerrados o con previsión de cierre por la tarde con respecto al total por provincias, pero no obtuvo ese dato. Salud sí confirmó que ha habido o habrá cierres en al menos dos provincias: Sevilla y Córdoba. En Sevilla capital, el cierre por la tarde afecta a casi el 75% de los centros y en Córdoba capital lo hará al 100%, si bien en la ciudad de la Mezquita todavía podría haber "cambios" sobre esta previsión.

El cierre por la tarde se prolongará hasta el 7 de enero, según Salud, que señala que cada distrito se organizará de manera diferente y ahora mismo es imposible ofrecer una imagen detallada de conjunto. No es que la Junta afirme que en las otras provincias no habrá cierres, es que no da información todavía sobre todas las provincias. Salud recuerda también que los cierres de centros por la tarde son una práctica que se realiza desde hace "años".

El departamento sanitario de la Junta, que recalca que todos los centros continúan abiertos por la mañana, explica que la atención de urgencia en primaria seguirá prestándose tanto en Sevilla como en Córdoba. En el caso de la capital andaluza, quedan nueve centros abiertos de 15.00 a 20.00, a los que se suman diez "puntos de urgencias habituales" en horario de 15.00 a 8.00 horas, detalla Salud. En Córdoba, la atención se presta en una serie de "puntos de urgencias" no cuantificados. CCOO asegura que la situación no se ciñe a Córdoba y Sevilla y que se extiende a otras provincias como Granada.

Salud atribuye los cierres vespertinos a la falta de personal disponible para cubrir las vacaciones. "Se han organizado los recursos asistenciales para compatibilizar el descanso de los profesionales con la respuesta a los problemas de salud de los ciudadanos en Navidad. Es necesario que los profesionales tomen sus vacaciones y no existen profesionales médicos disponibles en el mercado laboral para que puedan realizar sustituciones en este periodo, por tanto, se han organizado los recursos disponibles. En cualquier caso, lo que se hace siempre, si se produjera un incremento significativo en consultas o puntos de urgencias, los recursos se irán adaptando en función de las necesidades", señala Salud a preguntas de este periódico.

Una "tormenta perfecta"

José-Pelayo Galindo, responsable de Sanidad de CCOO de Andalucía, afirma que esta medida supone un impacto directo sobre la asistencia en un momento crítico. "Por la tarde, hay una actividad distinta, pero continúa la asistencia a pacientes. Este cierre va a aumentar las listas de espera de atención primaria, que ya viene sobrecargada y está afrontando casi todo el trabajo de esta sexta ola. Además, la atención a los crónicos se va a demorar. No es sólo un problema para los infectados por el virus, sino para toda la población", alerta Galindo, que señala a la Junta por la no renovación de 8.000 sanitarios y afirma que sobre el sistema sanitario se cierne una "tormenta perfecta" que ahora se ve agravada.

"El paciente que necesite atención al final va a acabar yendo, sobrecargando los centros a los que pueda ir y las urgencias hospitalitarias, que son una vía de escape del sistema", explica el dirigente sindical, para quien el "malestar" va a profundizar en la dinámica de "fuga" hacia el seguro privado.

Galindo afirma que el recorte navideño de horarios complica una gestión de la pandemia que ya se ve afectada por el "fuerte aumento de contagios" y la "falta de rastreadores y de diagnóstico".

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Reyes Zabala, secretaria provincial del sindicato de enfermería Satse en Sevilla, ve "inadmisible" y "un despropósito" el cierre de centros por la tarde justo con "en plena crecida exponencial de casos" y cuando se junta "la vacunación de niños, la tercera dosis a adultos, la vacunación de gripe y neumococo y toda la atención atrasada". "Hay una nefasta gestión de los recursos", añade Galindo, que culpa a la Junta por haber permitido la salida de 8.000 sanitarios de refuerzo covid en noviembre. "Muchos están en otras comunidades, como Cataluña, con contratos de un año que aquí no se les ofrecen", dice. Sobre la no renovación de 8.000 sanitarios, el Gobierno andaluz de PP y Cs ha alegado que el Ejecutivo central ha suprimido el "fondo covid", pese a lo cual la Junta ha mantenido otros 12.000 contratos.

Zabala resalta el impacto que va a tener la mayor presión sobre la atención primaria en los rastreos. "La primera tarea de atención primaria es la prevención, que no se está haciendo correctamente. Cuando hay un caso positivo en una familia tienes que evitar esa transmisión y hacer PCR a los contactos estrechos. Ahora mismo se están dando esperas de más de diez días. ¿Los contactos estrechos están saliendo ahora mismo a la calle? Eso es un riesgo. Esa es la realidad que no se está contando. Se avecinan fines de semana largos, con los centros a medio gas, en días de mucho contacto, mucha reunión. El rastreo debería estar a pleno rendimiento y no lo está", explica.

"Hay un descontrol absoluto. No hay información, ni transparencia. El mensaje es 'apáñatelas como puedas'. A una atención primaria al límite le restas recursos en plena Navidad, con todo lo que viene", denuncia Antonio Macías, responsable andaluz de sanidad de UGT, para quien la Junta "no puede poner como excusa" la falta de personal después de no haber renovado a 8.000 sanitarios. "Se han ido a otras comunidades o a la privada, no es que no haya. Eso es un lujo que no nos podíamos permitir", afirma. Satse, que considera una "temeridad" el recorte de horario, también denuncia que el Servicio Andaluz de Salud busca ahora enfermeras cuando dejó sin renovar 3.300.

En torno a 40 personas esperan a ser atendidas en el interior del centro de salud Nuestra Señora de la Paz, en San Juan de Aznalfarache (Sevilla, cerca de 22.000 habitantes). Son las 11.15 horas. La densidad humana se asemeja a la de un bar bien concurrido. El ambiente es bullicioso, alejado de la aséptica quietud de lo sanitario. Guardar la distancia de seguridad es una quimera. Mascarillas, eso sí, lleva todo el mundo, desde el que acude con su enfermedad de siempre al que tiene síntomas de covid-19 y el que ha oído que en los centros de salud dan el pasaporte para poder entrar en los bares. La máquina dispensadora de los números deja salir el 86, mientras el contador electrónico marca el 9. Difícil calcular el tiempo de espera. ¿Más de una hora? Seguramente.

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