Susana Díaz invocó la falta de "estabilidad" como razón para romper su Gobierno de coalición con Izquierda Unida y convocar elecciones autonómicas anticipadas. Pero "estabilidad" no es lo que tendrá a partir del 22 de marzo, si se cumple el pronóstico del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). La presidenta de la Junta ganará los comicios, sí, pero lo hará con menos apoyo y menos escaños que los que tuvo su partido en las últimas autonómicas, las de 2012, y tendrá mayores dificultades para formar Ejecutivo, ya que se queda lejos de la mayoría absoluta, no le bastaría con el respaldo de su hasta ahora socio, en caso de que la federación decidiera mantenerla en el poder.
Según el barómetro preelectoral del CIS [consúltalo aquí en PDF], realizado a partir de 3.140 entrevistas entre el 30 de enero y el 17 de febrero, y hecho público este jueves (horas antes del comienzo de la campaña), el PSOE-A obtendría 44 escaños en una Cámara de 109 diputados. Tres menos que los 47 de hace tres años. A once asientos de la mayoría absoluta, fijada en 55 parlamentarios. Pero recuperaría la posición de primera fuerza en la comunidad. Obtendría el 34,7% de los votos, por el 39,56% de 2012. De confirmarse por las urnas, sería el peor resultado de los socialistas en los más de 30 años de historia de la autonomía. Por debajo incluso del que hasta ahora era su peor dato, el de 1994 (38,71%), el que abrió paso a la legislatura de la pinza PP-IU, que duró dos años.
El PP, que con Javier Arenas al frente ganó hace tres años por primera vez los comicios autonómicos, con un 40,67% de los sufragios, pasaría a ser ahora segunda fuerza, con un importante desplome: sus 50 escaños se quedarían ahora en sólo 34 (16 menos), los que corresponden al 25,7% de las papeletas (14,97 puntos de caída). Unos resultados pésimos que devuelven a los conservadores a hace más de dos décadas. Hay que remontarse a 1990 para encontrar un escrutinio similar: 22,18% y 26 escaños.
Situación inédita desde 1982
También sufre Izquierda Unida: de 12 actas pasaría a entre sólo 4 y 5. Sus votos se quedan casi a la mitad: del 11,35% que consiguió Diego Valderas mengua al 6,6%. El resultado del nuevo candidato, Antonio Maíllo, coordinador regional, se sitúa por debajo de las seis actas que la federación obtuvo en los comicios de 2000, 2004 y 2008, y por debajo del 7-8% de aquellos años.
IU ya no sería la tercera fuerza de la Cámara. Quedaría superada, con mucho, por Podemos, que irrumpe con enorme fuerzaPodemos: un 19,2% de los sufragios y entre 21 y 22 diputados. También entra en el Parlamento Ciudadanos, con 5 actas y un 6,4% de los votos. UPyD (2,3%) no entraría en el hemiciclo y el Partido Andalucista (1,2%) no ingresaría en él otra vez, después de dos legislaturas (la de 2008 y la de 2012) fuera.
El Parlamento mudaría por completo de piel. De tres fuerzas pasa a cinco, una situación nunca vista desde 1982, en las primeras elecciones, cuando la tarta se repartió entre PSOE, Alianza Popular, UCD, el PCE y el Partido Socialista de Andalucía de Pedro Pacheco.
Con este panorama, cabrían distintas combinaciones. Una, que Díaz fuera investida presidenta para un segundo mandato con el apoyo de Podemos, suma que supera el umbral de los 55 diputados. Dos, que la socialista tejiera una alianza a tres o cuatro partidos: atrayéndose a IU y Ciudadanos obtendría entre 53 y 54 actas, de modo que necesitaría el apoyo de una cuarta formación, la de Pablo Iglesias. Tres, que formase un acuerdo con IU y Podemos. Y cuarto, el giro hacia la derecha, tras trenzar una gran coalición con el PP que ahora dirige Juanma Moreno. El PP, por su parte, no tendría suficiente con los 5 diputados de Ciudadanos para arrebatar la Junta a los socialistas, que atesoran más de tres décadas en el poder.
Para ser investido presidenta de la Junta, el Estatuto y el Reglamento de la Cámara anduza disponen que necesitaría mayoría absoluta en la primera vuelta y mayoría simple en la segunda y siguientes. Díaz, por tanto, podría ser nombrada jefa del Ejecutivo en segunda votación, siempre que el resto del hemiciclo no votase en contra.
Un 41,3% de indecisos
Por provincias, el PSOE-A obtiene su mejor resultado en Huelva (39,4%), Jaén (37,3%) y Sevilla (37,2%), y los peores, en Málaga (31,6%) y, sobre todo, en Cádiz (29,8%). De esta última circunscripción, Cádiz, procede la candidata de Podemos, Teresa Rodríguez –en concreto, de Rota–, y ahí logra la formación de Pablo Iglesias su mejor dato: un 25,3%. Rodríguez, en cambio, está más débil en Almería (14,4%). C's obtendría un escaño por Almería, Cádiz y Granada y dos por Sevilla. IU sólo conseguiría representación en Cádiz, Granada, Málaga y Sevilla y se disputa con Podemos uno en Córdoba. La federación pierde diputados en todas las provincias, a excepción de Granada, donde mantiene su única acta.
La intención directa de voto (es decir, la que responden los encuestados, sin pasar por la cocina del CIS) cambia ligeramente las posiciones. En primer lugar, el PSOE-A (25,5%), seguido de Podemos (13,7%), PP (12,8%), IU (3,8%) y Ciudadanos (3,5%). Los socialistas son los que despiertan, de lejos, más simpatía (32,9%), por el 13,1% del PP y el 12,4% del partido de Iglesias.
El 28,3% de los encuestados desea que Díaz gane las elecciones del 22 de marzo, frente a un 15,8% que quiere a Rodríguez de presidenta de la Junta. Eso es el deseo, porque el pronóstico está más claro: el 51,9% cree que vencerá la dirigente socialista. Un 46% prefiere que el partido que gane lo haga con mayoría absoluta y otro 44% ve mejor una mayoría relativa. Y más de la mitad, un 53,3%, es partidario de que Andalucía sea gobernada por un partido o partidos distintos.
La única que aprueba, la presidenta
En el momento de realización de la encuesta, aún había una bolsa importante de indecisos. Un 41,3% no había decantado su voto. De ellos, un 15,4% duda entre PSOE y Podemos, otro 7,2% entre PSOE e IU y un 12% entre socialistas y PP. Un 6% vacila entre dar su confianza a Maíllo o a la cabeza de lista de Podemos.
En puntuación, Díaz es la que sale mejor parada. Es conocida por el 94,5% de los andaluces, que le adjudican un 5,12 de nota. Es la única que aprueba. Moreno, el candidato del PP, tiene un importante déficit de conocimiento: sólo le pone cara un 56,3%. Su calificación, un 3,10. El líder conservador reúne unas cifras próximas a Maíllo. El cabeza de lista de IU es reconocido por el 54% y obtiene un 3,34. La preferida para presidir la Junta es Díaz (32,9%), muy por encima de Moreno (9,9%).
Los andaluces no hacen un buen juicio de la situación actual. Para empezar, el 75% cree mala o muy mala la coyuntura económica, y sólo un 11% estima que irá a mejor, por un 46,5% que anticipa que empeorará. El 63,5% de los entrevistados califica de mala o muy mala la situación política, y el 40,3% juzga que no mejorará. Para el 78,6%, el paro es el primer problema, seguido por la corrupción (12,3%) y la economía (3,1%).
La gestión de la Junta en estos tres últimos años es aprobada por un 10%, y suspendida por el 42,3%
. De los dos socios del Gobierno, queda mejor parado el PSOE: su labor la aplaude el 11,9% y la desaprueba el 43,6%. En el caso de IU, sólo recibe el respaldo del 5,5%, y el rechazo del 47,3%. Claro que a ambos les supera el PP: su papel en la oposición es despreciado por el 62,4%.
Un 21,4% cree buena o muy buena la gestión de Díaz al frente del Ejecutivo autonómico, aunque un 30% la tacha de mala o muy mala. Su partido gana comparativamente en otra tabla: el PSOE es la formación que es concebida como la que mejor defiende los intereses de Andalucía, la que mejor representa las ideas de los votantes, la que inspira más confianza, la que está más unida, la que tiene mejores líderes y la que está más capacitada para gobernar la comunidad.
Díaz quiere un Gobierno "estable y con fortaleza"
Ver másSusana Díaz declara dos viviendas, dos coches y 13.353 euros en el banco
Tras la publicación de la encuesta, las reacciones. Díaz se mostró segura de que el PSOE-A "va a ganar con una mayoría amplia y rotunda", lo que le permitirá liderar "un Gobierno estable y con fortaleza para defender los intereses de la comunidad y para ayudar a crear empleo y proteger a las personas". La presidenta de la Junta confesó distraerse "muy poco" con los sondeos, porque tiene la encuesta de la "calle". "Lo que me preocupan son los problemas de los ciudadanos y estar a la altura de la gente", manifestó, informa Europa Press. Moreno dijo que lo que le preocupa es el único sondeo que vale, el del 22-M, y reiteró que el PP "está en disposición de ganar las elecciones". Sostuvo que la situación electoral es "inédita en Andalucía", lo que hace difícil prever los resultados.
La candidata de Podemos reconoció que no es un "buen resultado" todo aquello que no le permita a su formación tener una mayoría suficiente para gobernar y aplicar un programa "que es de urgencia". Maíllo, por su parte, dijo sentirse "convencido" de que IU va a "marcar muchos más goles de los que prevén las encuestas". El candidato recordó que hace tres años las encuestas también le daban un mal pronóstico, y logró 12 escaños. "Si hubiera sido por las encuestas, ahora quien estaría gobernando en Andalucía sería Javier Arenas".
Susana Díaz invocó la falta de "estabilidad" como razón para romper su Gobierno de coalición con Izquierda Unida y convocar elecciones autonómicas anticipadas. Pero "estabilidad" no es lo que tendrá a partir del 22 de marzo, si se cumple el pronóstico del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). La presidenta de la Junta ganará los comicios, sí, pero lo hará con menos apoyo y menos escaños que los que tuvo su partido en las últimas autonómicas, las de 2012, y tendrá mayores dificultades para formar Ejecutivo, ya que se queda lejos de la mayoría absoluta, no le bastaría con el respaldo de su hasta ahora socio, en caso de que la federación decidiera mantenerla en el poder.