Podemos irrumpiría con fuerza en el Congreso si ahora se celebraran elecciones generales. Obtendría el 15,3% de los sufragios, lo que le situaría como tercera fuerza política a tan sólo 5,9 puntos de los socialistas. Este lunes, 4 de agosto, el CIS dio a conocer los resultados del barómetro político [consúltalo aquí en PDF] cuyo trabajo de campo se realizó entre el 1 y el 9 de julio. Ello supone que el sondeo se hizo con el PSOE inmerso en un proceso de renovación interna aunque antes de que los militantes socialistas votaran a su secretario general, consulta que ganó Pedro Sánchez.
El CIS otorga una estimación de voto del 30% al PP, que seguiría siendo la fuerza más votada, con una ventaja de 8,8 puntos porcentuales sobre un PSOE que se quedaría en el 21,2%. Ello supone que el partido de Rajoy amplía su ventaja sobre los socialistas en 3,1 puntos respecto al barómetro realizado en abril. PP y PSOE suman ahora el 51,2% de los votos –su peor resultado histórico– y una cifra muy similar a la obtenida en las europeas del pasado 25 de mayo, cuando los dos principales partidos lograron el 49,06% de los votos.
A este resultado contribuye el desgaste de ambas formaciones. El volumen de españoles que daría ahora su confianza al partido de Mariano Rajoy es del 30%, lo que supone 14,63 puntos de caída respecto a las generales de 2011, cuando obtuvieron el respaldo del 44,63% de los electores. Es su índice más bajo en toda la serie. Por otro lado, en el PSOE no se ven síntomas de recuperación. De hecho, los socialistas siguen sin capitalizar el trecho perdido por los conservadores y obtienen en este barómetro de julio su estimación de voto más baja de toda la serie. En 2011, Alfredo Pérez Rubalcaba logró el peor resultado de su partido desde la Transición, un 28,76%. Ahora se situaría en el 21,2%, 7,56 puntos menos que entonces y cinco menos que en el último barómetro.
En intención de directa de voto con respuesta espontánea, sin cocina previa, PP, PSOE y Podemos logran resultados casi igualados. Ambos obtendrían el 12,8%, 10,6% y 11,9% de los votos respectivamente. Si se suman voto más simpatía, Rajoy logra un 16,1%. Los socialistas un 14,6%. Y Podemos un 13,1%.
La fuerte irrrupción de Podemos afecta a Izquierda Unida. La federación de Cayo Lara conquistaría ahora el 8,2% de los sufragios, por el 10,9% que le otorgaba el CIS en abril o el 11,3% de enero. Desde principios de año, la federación de izquierdas se deja 3,1 puntos, si bien sigue estando por encima del resultado logrado en las generales de 2011, cuando obtuvo el 6,92% de los votos. También baja UPyD. El partido de Rosa Díez se queda en el 5,9%, 3,3 puntos menos que a principios de 2014, lo que supone perder el 33% de su electorado. En las últimas generales la formación magenta firmó el 4,7%. En intención directa de voto IU obtendría el 6,2% y UPyD el 3,5%.
Salvo ERC –que sube ocho décimas– el resto de las principales fuerzas acusan una bajada en estimación de voto respecto al barómetro de abril. Así, CiU cae una décima (del 3% al 2,9%); el PNV, otra (del 1,1% al 1%); el BNG, una (del 0,6% al 0,5%) y Coalición Canaria, otra (pasa del 0,4% al 0,3%). La estimación de voto a otros partidos, que saltó del 5,6 al 6,6 entre enero y abril, baja ahora al 4%.
Valoración de líderes
Asimismo, la encuesta incluye la tabla de valoración de líderes. Ninguno de ellos alcanza el 4. Y la líder de UPyD, Rosa Díez, deja de ser la que mejor puntuación recibe. Pasa a obtener un 3,52 por el 3,88 del anterior barómetro. En esta ocasión, la política mejor valorada es Uxue Barkos, que obtiene un 3,94. Le sigue Alfred Bosch, portavoz de ERC, con 3,75 puntos. Cierran la tabla el peneuvista Aitor Esteban (2,22); y el de UPN, Carlos Salvador (1,80).
Entre los ministros, Soraya Sáenz de Santamaría sigue siendo la más valorada, si bien pasa del 2,87 al 2,75. En el otro extremo, Alberto Ruiz-Gallardón baja 0,19 décimas, del 2,06 al 1,87; al igual que Ana Mato, que pasa del 2 al 1,89. El farolillo rojo es José Ignacio Wert, que otra vez hace récord: cae cinco centésimas si se compara con enero: un 1,37 tiene ahora.
Los datos reflejan también cómo el mensaje de la recuperación no cala entre los españoles. De hecho, el 81,5% cree mala o muy mala la situación económica (85,2% en el barómetro de abril). La lista de los problemas de los ciudadanos no detalla cambios sustanciales. El paro es la mayor preocupación para el 77% (80,3% en abril), seguido por la corrupción y el fraude (41,5%, frente al 36,3% del sondeo anterior). La inquietud por la clase política aumenta cuatro décimas y se alza hasta el 26,4%.
La gestión del Gobierno es calificada como muy buena o buena por un 8,1% de los españoles (eran el 5,9% en enero), y como mala o muy mala por el 67% (70,8% a principios de año). Tampoco ilusiona mucho la labor de oposición del PSOE: la aprueba el 2,1% y la censura el 70,4% (68,9% en el barómetro anterior). La confianza en Rajoy y Rubalcaba mejora, pero muy poco. En el presidente del Gobierno confía el 13,1% y recela el 85,7% (86,4% en el estudio último), y en el ya ex secretario general del PSOE creía el 8,5% y desconfiaba el 89,8%.
Podemos irrumpiría con fuerza en el Congreso si ahora se celebraran elecciones generales. Obtendría el 15,3% de los sufragios, lo que le situaría como tercera fuerza política a tan sólo 5,9 puntos de los socialistas. Este lunes, 4 de agosto, el CIS dio a conocer los resultados del barómetro político [consúltalo aquí en PDF] cuyo trabajo de campo se realizó entre el 1 y el 9 de julio. Ello supone que el sondeo se hizo con el PSOE inmerso en un proceso de renovación interna aunque antes de que los militantes socialistas votaran a su secretario general, consulta que ganó Pedro Sánchez.