La coalición baja los decibelios mientras Sumar confía en una rectificación sobre la tributación del SMI

La utopía de las normas, de David Graeber. Este libro ha servido para romper la tensión entre Pedro Sánchez y Yolanda Díaz. La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, lo llevaba bajo el brazo en el Congreso. Y el presidente le preguntó por él ya en el escaño. A los dos se les pudo ver sonriendo y conversando tranquilamente. Una imagen diferente a la vivida en las últimas 24 horas con el ala de Sumar y el ala socialista enfrentadas por la decisión de Hacienda de que tenga que tributar una parte de los perceptores del salario mínimo interprofesionales.

El Consejo de Ministros del martes aprobó una nueva subida del SMI por parte del Gobierno (50 euros), pero la medida quedó totalmente empañada por la filtración a esa hora por parte del ala socialista de la decisión de que tenga que tributar por primera vez. Algo sobre lo que Díaz se enteró por la prensa y que dejó una imagen de choque en la propia rueda de prensa entre la vicepresidenta segunda y la portavoz, Pilar Alegría. Un enfrentamiento público que no se había visto ni tan siquiera en la época de Podemos dentro de la coalición.

Durante esta jornada de miércoles en el Congreso las dos partes han tratado de rebajar los decibelios y mostrar una imagen de cordialidad, a pesar de que las posiciones oficialmente no se han movido. El propio presidente, en una respuesta a Alberto Núñez Feijóo, reconoció: “Tenemos un debate sobre el IPRF porque hemos subido el SMI un 61% en estos siete años”. El jefe del Ejecutivo no rectificó la decisión tomada por María Jesús Montero, pero tampoco hizo ni pedagogía ni una defensa cerrada de la medida.

Se mantiene la decisión por ahora

La parte socialista se mantiene en público a favor de esa tributación y en Moncloa reiteran que la decisión está tomada, pero en privado algunos miembros del Gobierno reconocen que hay que “resolver” la situación. Los socialistas se encuentran ante el escenario de que la mayoría del arco parlamentario está en contra de esa tributación y se puede materializar un no colectivo con votaciones que tumben su intención uniendo votos tan dispares como los del PP, Sumar, Podemos, ERC y EH Bildu. Un golpe que dejaría en soledad a los socialistas en una cuestión tan sensible como el la fiscalidad del salario mínimo (una de las banderas de Pedro Sánchez desde que llegó a La Moncloa tras la moción de censura).

El choque entre el PSOE y Sumar es el más importante desde que se formó la actual coalición a finales de 2023. El presidente del Gobierno, que hace contadísimas declaraciones en los pasillos del Congreso, sí respondió brevemente a su salida del Hemiciclo ante la pregunta de si está en crisis el Gobierno: “En absoluto”.

La vicepresidenta primera del Gobierno no acudió a la sesión de control de este miércoles, donde tenía agendadas hasta cuatro preguntas, por encontrarse con gripe. Eso llevó a que Díaz ocupara su escaño junto al presidente del Gobierno. Según fuentes conocedoras, la líder del ala de Sumar no ha hablado con la titular de Hacienda después de la rueda de prensa del Consejo de Ministros.

Sumar cree que hay margen para el cambio

En Sumar subrayan que la tributación del salario mínimo es un asunto que pertenece competencialmente a Hacienda. Pero desde la parte que dirige Díaz se va a seguir presionando a los socialistas para que haya una rectificación y se encuentre una fórmula que exima de pagar el IPRF. Además, están convencidos en el espacio a la izquierda del PSOE que María Jesús Montero ha perdido el relato ante el resto de partidos y ante la opinión pública.

En el Congreso ya se ha registrado propuestas para tumbar al Gobierno su decisión del IRPF por parte del Partido Popular, Podemos y Sumar. Fuentes cercanas a Yolanda Díaz insisten en que esperan que se pueda llegar a un acuerdo antes de que se tengan que votar en la Cámara Baja esas iniciativas, aunque recuerdan que su grupo parlamentario es “autónomo”.

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Fuentes socialistas reconocen que este debate es muy perjudicial para la izquierda porque en frente hay “populismo fiscal” en la derecha: “Ellos necesitan tres segundos, mientras que nosotros tres minutos para explicar”. “No se ha votado todavía nada, vamos a ver”, indican desde la calle Ferraz. Desde el PSOE se recuerda que ya el SMI tributa en países como Francia, Alemania, Polonia y Países Bajos.

Los socialistas se afanan durante estas horas en recordar que cuando Pedro Sánchez llegó al Gobierno el SMI se situaba en 10.302,6 euros al año, mientras que en 2025 alcanza ya los 16.576 euros brutos anuales. “Un incremento muy por encima de la inflación. Nunca el SMI había subido con esa intensidad”, sostienen.

“Con este incremento, la mayor parte de trabajadores que ganan el SMI seguirán sin sufrir retenciones por el IRPF. Y la minoría que pueda sufrir una retención pagará muchos menos impuestos que los que pagaría con el IRPF vigente con el Partido Popular”, argumentan en el PSOE, que añaden: “La mayoría de trabajadores que gana el SMI no pagarán nada porque el Gobierno ya aprobó la mayor rebaja del IRPF para rentas bajas y medianas. Con Pedro Sánchez, los grandes patrimonios y grandes empresas pagan más impuestos y las rentas bajas y medianas tributan menos”.