Ética periodística
El Consejo Audiovisual de Andalucía analizará el tratamiento mediático
El Consejo Audiovisual de Andalucía ha advertido este viernes a los medios de comunicación audiovisuales y escritos sobre el amarillismo y la espectacularización en el tratamiento informativo del 'caso Julen', de conformidad con la legislación relativa a la protección del menor y la legislación audiovisual.
La autoridad pública ha fundamentado su decisión de analizar el tratamiento que tanto televisiones públicas como privadas, locales, autonómicas y nacionales han desempeñado del accidente y rescate del pequeño Julen en Totalán, Málaga. El Consejo teme que la mediatización del rescate, que comenzó el día 13 de enero, haya propiciado la vulneración de los derechos fundamentales de los familiares del menor.
A este respecto, requiere de los medios de comunicación que mantengan un respeto absoluto de los derechos de las personas involucradas en sucesos trágicos o violentos, con especial atención al derecho a la intimidad, al honor y a la propia imagen.
El CCA reclama también a las televisiones que huyan del amarillismo y la espectacularización de estos casos e insiste en que deben acudir a fuentes fiables para evitar la difusión de bulos o fake news que, a su vez, contribuyen al desasosiego de los familiares afectados por un determinado suceso trágico y luctuoso, y más cuando este implica a menores de edad.
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En este sentido, ha recordado a los medios que un correcto tratamiento informativo pasa por recuperar los principios básicos del periodismo. El Consejo ha aprobado en los últmos años recomendaciones específicas. Estas recomendaciones están basadas en el papel fundamental del periodismo, que es el de garantizar el derecho a la información de la ciudadanía, una tarea que debe compatibilizarse con los principios de interés público, información de calidad, veraz y respetuosa con los derechos fundamentales.
A la hora de informar sobre menores de edad, el Consejo Audiovisual de Andalucía anima a los medios de comunicación a rescatar los códigos deontológicos:
- Debe primar siempre el interés de los menores sobre cualquier otro interés, legítimo o no, que pueda concurrir. El interés informativo de la noticia está condicionado a la protección del menor afectado.
- Está prohibida la difusión del nombre, imagen u otros datos (escolares...) que permitan la identificación de los menores, aún cuando no estén directamente afectados por los hechos.
- En los programas de entretenimiento, como los magacines, se evitará la participación de menores, sea en calidad de víctimas, inculpados, testigos o allegados, en respeto a su derecho a la intimidad y a la propia imagen. En concreto, no deberán recabarse testimonios de menores en situación dramática, especialmente, cuando están relacionados con delitos de libertad sexual, malos tratos, contra la vida e integridad física.
- La participación de menores de edad en programas informativos estará condicionada a su propia aceptación (si así lo permite su grado de madurez) o a la de sus representantes legales.
- Toda información sobre un hecho trágico o luctuoso, particularmente los que impliquen a menores, deberá evitar la formulación de hipótesis, la divulgación de rumores y la aportación de datos que -lejos de esclarecer- aporten confusión, banalización o juicios y opiniones.
- La injustificada reiteración de la información y la aportación de datos morbosos sobre un hecho trágico puede llevar fácilmente a la espectacularización. Por ello, el CCA recomienda evitar las conexiones en directo cuando no se ha producido ninguna novedad; apela al rigor para evitar expresiones y declaraciones sacadas de contexto; pide la ponderación de imágenes violentas y dramáticas, incluyendo a las de archivo, a riesgo de resultar descontextualizadas.
- Los programas que contengan este tipo de noticias deberán evitar su emisión en horario protegido. En el supuesto de que el suceso sea recogido por los noticiarios, se advertirá verbalmente a los espectadores de la sensibilidad de la información que van a presentar. Se ocultará el rostro de los menores de edad y debrá utilizarse el pixelado sobre toda persona joven cuya edad suscite dudas.
