Isabel Díaz Ayuso decidió ocultar a la Asamblea de Madridtodas las comunicaciones que se produjeron entre las consejerías de su Gobierno en relación con el Protocolo que, durante la primera ola de la pandemia, excluyó de la derivación hospitalaria a los mayores que vivían en residencias y tenían un alto nivel de dependencia o de deterioro cognitivo. En la respuesta enviada en octubre al Parlamento autonómico por el Ejecutivo regional, se ofrecen dos argumentos para justificar la negativa a facilitar esas comunicaciones: que eran un “procedimiento interno de trabajo” y que contenían "datos personales de profesionales". Los documentos que hoy reproduce infoLibre demuestran que ambas alegaciones son falsas en lo que respecta a las comunicaciones esenciales relacionadas con el Protocolo: los cuatro correos electrónicos que envió la Consejería de Sanidad a los altos cargos del Gobierno madrileño que tenían que aplicar o supervisar su ejecución.
Esos dos argumentos tampoco son ciertos respecto a las comunicaciones de mayor relevancia política: las dos cartas que el entonces consejero de Políticas Sociales, Alberto Reyero (Cs), envió al titular de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero (PP), reclamando que se adoptaran medidas para impedir que miles de mayores muriesen en la residencias sin recibir asistencia médica. En esas misivas, desveladas por infoLibre el pasado domingo, Reyero muestra su rechazo al Protocolo que impedía la derivación de mayores al hospital y advierte a Escudero que ello incluso puede ocasionarles “problemas legales en el futuro”.
La Consejería de Presidencia, en manos del PP, es la responsable de las respuestas que el Gobierno autonómico remite a la Asamblea.
La comisión de investigación creada en la Asamblea de Madrid, para estudiar lo ocurrido en las residencias, solicitó "copia de las comunicaciones" entre las Consejerías de Políticas Sociales y Sanidad "en relación con la elaboración y aplicación de protocolos de derivación de pacientes institucionalizados en centros residenciales a centros hospitalarios". El departamento de Sanidad aprobó el 18 de marzo el Protocolo de exclusión de derivación hospitalaria. Los días 20, 24 y 25 de marzo actualizó dicho documento. Las cuatro versiones fueron firmadas digitalmente por el entonces director de Coordinación Sociosanitaria, Carlos Mur. Todas ellas, unas con un lenguaje más descarnado que otras, mantenían como criterios para no trasladar a los residentes enfermos tener un alto nivel de dependencia o de deterioro cognitivo.
El resultado de la aplicación del Protocolo fue demoledor. Los tres días con menos derivaciones durante toda la primera ola de la pandemia fueron el 20, 21 y 22 de marzo, justo después de que la Consejería de Sanidad aprobase dicho documento. En los veinte días posteriores a la aprobación del Protocolo, 5.343 mayores murieron en las residencias de la Comunidad de Madrid sin recibir atención hospitalaria, lo que equivale al 84% de los fallecidos en ese periodo. La inmensa mayoría tampoco recibió ningún tipo de ayuda médica en el geriátrico donde residían. En total, sólo en marzo y abril, perdieron la vida 9.470 residentes en la región.
Cuando infoLibre desveló a finales de mayo el contenido exacto de la segunda versión del Protocolo –la del 20 de marzo–, Ayuso y Escudero se inventaron que el documento era en realidad un “borrador” que se había enviado por error a hospitales y residencias. Este periódico publicó entonces de forma íntegra las cuatro versiones del documento, todas ellas firmadas digitalmente por Carlos Mur, desmontando así la mentira que ambos dirigentes del PP han repetido sin cesar desde entonces.
En esa estrategia de negar la evidencia, se enmarca la necesidad de Ayuso de ocultar a la Asamblea de Madrid las “comunicaciones” entre las dos consejerías de su Gobierno, ya que son una prueba más de que el Protocolo se envió y ejecutó desde el 18 de marzo. En otras palabras: tumban la teoría inventada del “borrador”.
Las “comunicaciones” entre ambas Consejerías en relación con el Protocolo de exclusión son lógicamente múltiples. Pero es evidente que las principales son aquellas en que Sanidad informa de su contenido, ordena su aplicación y establece quién debe tener conocimiento del mismo. Todo ello se hizo a través de cuatro correos electrónicos, enviados por Carlos Mur. infoLibre desveló la existencia de estos correos el pasado 9 de junio, en una información titulada "El Gobierno de Ayuso envió a 18 altos cargos y a los directivos de los hospitales el Protocolo que excluía a los residentes", pero hasta ahora no se conocían los documentos.
Su lectura desmonta los dos argumentos usados por el Gobierno autonómico para mantener en secreto dichos correos. No son un “procedimiento interno de trabajo” del Ejecutivo, ya que se dirigen a la atención de los “directores gerentes y directores médicos de los hospitales de la Comunidad de Madrid” y además se solicita expresamente a Políticas Sociales que difunda el Protocolo entre “todas las residencias de la red pública y privada”. En aquel momento estaban operativos 472 geriátricos en la Comunidad de Madrid. Y en los correos no se ofrece ningún “dato personal” de “profesionales” sanitarios. Sólo figuran los nombres y correos oficiales de los altos cargos del Gobierno Ayuso que deben aplicarlo o supervisarlo y el nombre de la persona que elaboró un documento de la AMAS, la Agencia Madrileña de Atención Social que se encarga de las 25 residencias de gestión pública de la Comunidad.
A continuación, se reproducen los cuatro correos enviados desde la Consejería de Sanidad los días 18, 20, 24 y 25 de marzo con el Protocolo de exclusión.
LAs cuatro coMUNICACIONES CLAVE SOBRE EL PROTOCOLO
CORREO ENVIADO EL 18 DE MARZO, A LAS 14:20 HORAS
El primer correo enviado por la Consejería de Sanidad, el 18 de marzo.
Carlos Mur firma el Protocolo el 18 de marzo. El documento se envía por correo a nueve altos cargos del Gobierno madrileño. En el 'Asunto' figura: "Protocolo derivación hospitales a residencias (geriatra referente) – Atención en residencias". Este texto se mantendrá invariable en las comunicaciones de las tres versiones posteriores del documento.
El correo se inicia con la siguiente indicación: "Att / Directores gerentes y directores médicos de los hospitales de la Comunidad de Madrid". Esta expresión se repite en la comunicación del día 20, mientras que en las del 24 y 25 se sustituye por la siguiente: "Por favor hacer extensiva esta comunicación a los GERENTES de hospitales y directores médicos" [La mayúscula es del original].
A continuación, Mur escribe el cuerpo del mensaje, apenas cinco líneas indicando qué envía y por qué razón. "Con el objeto de racionalizar el abordaje de uno de los principales focos de la emergencia que padecemos: Se adjunta protocolo acordado para CRITERIOS de traslado de pacientes de residencias geriátricas (AMAS y gestión privada), protocolo técnico elaborado por los principales jefes de Geriatría de la Comunidad de Madrid, servicios de Geriatría con especialistas referente constituidos y teléfono de contacto. Además, se envía otro protocolo de actuación y protección elaborado por el AMAS", señala el director de Coordinación Sociosanitaria, con una puntuación ciertamente confusa.
En realidad, en aquel momento se aprobaron dos documentos diferentes aplicables a todas las residencias de la Comunidad: el Protocolo firmado por Carlos Mur, que era el que establecía los criterios de derivación hospitalaria, y otro más técnico elaborado por los geriatras y que no lleva ninguna firma. [Todos esos documentos fueron reproducidos por infoLibre en esta información]. Y un tercero específico para los centros del AMAS.
El correo se envió a las 14:20 horas del 18 de marzo, trece minutos después de que Mur hubiese firmado el Protocolo.
CORREO ENVIADO EL 20 DE MARZO, A LAS 17:32 HORAS
Correo de Carlos Mur con la segunda versión del Protocolo.
Esta segunda versión del documento es la que habla con mayor crudeza de la prohibición de trasladar residentes a los hospitales. Así, se utilizan las siguientes expresiones literales: “NO se derivarán al hospital a los pacientes que cumplan con los siguientes criterios”,"Se procederá a derivar al hospital a los pacientes que NO tengan las siguientes características, serían CRITERIOS DE EXCLUSIÓN" [las mayúsculas son del original].
Carlos Mur envió el Protocolo por correo el día 20, a las 17:32 horas, apenas una hora después de firmarlo. El mensaje tiene 17 destinatarios.
Tras explicar que el objetivo es "racionalizar el abordaje" de la emergencia sanitaria, Mur añade: "Dichas recomendaciones van siendo forzosamente actualizadas según la evolución de la pandemia y del material disponible. En espera de la dotación adecuada de profesionales y EPIS en residencias, debemos ayudarles en el suministro y en los traslados racionales desde los hospitales. El objetivo primordial en este momento es disminuir fallecimientos evitables en determinados centros".
"Ruego a los compañeros de la Consejería de Políticas Sociales la difusión del protocolo de actuación a todas las residencias de la red pública y privada", solicita Mur al final de su comunicación. Esta petición también la incluyó el alto cargo de Sanidad en los correos de los días 24 y 25 de marzo. Por tanto, resulta evidente que no se trata de un "procedimiento interno de trabajo", como alegó el Gobierno Ayuso para no entregarlo a la comisión de investigación de la Asamblea.
CORREO ENVIADO EL 24 DE MARZO, A LAS 21:17 HORAS
Correo de Carlos Mur del 24 de marzo.
La tercera versión del Protocolo se envió el 24 de marzo, a las 21:17 horas, 26 minutos después de que lo firmase Carlos Mur.
El texto del mensaje es prácticamente idéntico a los anteriores. En el primer párrafo se explica el "objetivo" del documento, en el segundo se advierte de que las recomendaciones "van siendo forzosamente actualizadas" y en el tercero se pide a "los compañeros de la Consejería de Políticas Sociales" que difundan el documento entre las residencias.
Este correo tuvo como destinatarios a 12 altos cargos o directivos de los departamentos de Sanidad y Políticas Sociales.
CORREO ENVIADO EL 25 DE MARZO, A LAS 15:41 HORAS
Correo de Carlos Mur del 25 de marzo.
La cuarta y última versión del Protocolo se envió con solo medio día de diferencia, a las 15:41 horas del 25 de marzo. Mur lo había firmado 40 minutos antes.
Tras el párrafo inicial con la justificación, Mur añade en este correo que los documentos que envía "SUSTITUYEN A LOS DE ANOCHE, por errata y por publicación de la orden SND/27/2020 en el BOE de ayer" [las mayúsculas son del original].
Este hecho es muy relevante ya que es la única vez en que Mur hace constar que una versión de su Protocolo anula otra anterior. En otras palabras: las versiones enviadas el 18 y el 20 de marzo no fueron sustituidas expresamente, como ocurrió con la del día 24. Que no eran borradores, como falsamente sostienen Ayuso y Escudero, es una evidencia por la sencilla razón de que los borradores no se firman digitalmente por un alto cargo de un Gobierno y se difunden después para que sean aplicados.
El resto del mensaje es prácticamente idéntico al del día anterior. En cuanto a los destinatarios, se envió a las 12 mismas personas que el correo del día 24.
Las cartas de Reyero
El Protocolo que condenaba a miles de mayores enfermos a permanecer en las residencias sin recibir atención médica provocó un importante enfrentamiento entre los consejeros de Políticas Sociales y Sanidad. En una carta enviada el 31 de marzo, Reyero muestra a Escudero su rechazo inequívoco a “los protocolos de derivación hospitalaria existentes. Los relativos a personas mayores y a personas con discapacidad”.
La Fiscalía investigará las cartas de Reyero y todas las denuncias presentadas sobre muertes en residencias de mayores
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Tras recordarle al consejero de Sanidad que esa cuestión ya se la ha “transmitido con anterioridad”, Reyero le advierte incluso que su contenido puede tener consecuencias legales: “En lo que se refiere a las personas mayores, seestá excluyendo casi en su totalidad la derivación hospitalaria a personas con grado 3 de dependencia y en el caso de personas con discapacidad, el protocolo existente les discrimina directamente por su discapacidad, algo que estoy seguro que no compartimos ninguno de nosotros y que pueden ocasionarnos problemas legales en el futuro”. Diversos juzgados están investigando ya denuncias presentadas por familiares de víctimas en las que se pide actuar contra Ayuso y Escudero.
El Gobierno Ayuso tampoco envió a la Asamblea las cartas de Alberto Reyero, en las que además de rechazar el Protocolo de derivación hospitalaria, el político de Ciudadanos critica que no se hayan utilizado otras vías alternativas que tenía para salvar vidas de los ancianos. Esas vías eran medicalizar los geriátricos o trasladar mayores al hospital de campaña de Ifema y a los hoteles medicalizados.
La lectura de las misivas muestra que también en este caso son falsos los dos argumentos utilizados para mantenerlas en secreto: ni son un "procedimiento interno de trabajo", ni contienen "datos personales de profesionales".