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Cumbre europea: España confía en que Bruselas frene en origen las migraciones con más inversión

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, acude este jueves a su primer Consejo Europeo. La reunión, que se prolongará hasta el viernes, girará en torno al debate migratorio. Las políticas xenófobas del ministro del Interior italiano, Matteo Salvini, y la decisión de España de acoger a los migrantes y refugiados rescatados por el barco Aquarius hace casi dos semanas lo han situado en el centro de la actualidad. Las conversaciones informales, no obstante, comenzaron el pasado fin de semana: el sábado, el líder del Ejecutivo se reunió con el presidente francés, Emmanuel Macron, y el domingo acudió junto a otros países de la UE a la mini cumbre sobre migración para acercar posturas de cara a la cita de estos 28 y 29 de junio. El martes, además, Sánchez viajó hasta Berlín para visitar a la canciller alemana, Angela Merkel. 

Todas estas reuniones ya dieron algunos frutos. O al menos eso mantuvo Sánchez este miércoles en el Congreso de los Diputados, a donde acudió a explicar la postura que defendería ante los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea. Según avanzó, España recibirá "más recursos económicos" de la UE para reforzar el diálogo y la cooperación bilateral con los países africanos de origen y tránsito de la inmigración, como Marruecos o Senegal. 

Pero esta postura, precisamente, ha sido criticada por las ONG. Ese ha sido el caso de Oxfam Intermón, que este miércoles expresó, a través de un comunicado, su "preocupación" por el hecho de que el presidente del Gobierno haya apostado por la "utilización de la ayuda oficial al desarrollo como mecanismo para frenar la migración en países de origen y tránsito". Precisamente, según informó la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (Cear) en su último informe, la mayoría de personas llegadas por mar a España durante 2017 fueron subsaharianas (el 59% del total) y marroquíes (25%). "La ayuda oficial al desarrollo solo debe servir a su objetivo de luchar contra la pobreza y la desigualdad, y el fenómeno migratorio debe abordarse desde la perspectiva de que el desplazamiento de personas es un bien público que también puede beneficiar a los estados donde llegan si se gestiona adecuadamente", afirmó José María Vera, director general de la organización. 

Lo cierto es que España ha colaborado estrechamente con estos países de origen y tránsito de los migrantes que intentan cruzar la frontera. Marruecos, por ejemplo, se sitúa como uno de los principales receptores de Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) de la Cooperación Española. El máximo histórico se alcanzó en 2009, cuando nuestro país destinó al país 166 millones de euros, tal y como ha podido comprobar infoLibre con datos del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, dirigido ahora por Josep Borrell. En 2015, último año del que se conocen datos, la cifra bajó hasta los seis millones. En teoría, este dinero se destina a intervenir en tres ámbitos: la calidad de la democracia, el apoyo al desarrollo de las estructuras y sistemas de gestión del sector público y el fortalecimiento del Estado de Derecho y garantía de los derechos humanos. 

Senegal, por su parte, también recibió por parte de España presupuestos destinados al desarrollo y cooperación. Pero, al igual que en el caso de Marruecos, han ido en descenso. Para el periodo comprendido entre los años 2009 y 2012, nuestro país envió, aproximadamente, 144 millones de euros. Para el periodo entre 2014 y 2017, en cambio, se presupuestaron 50 millones

Marruecos, segundo lugar en cooperación migratoria con la UE

Por otro lado, la canciller alemana, tras el encuentro que mantuvo con Sánchez este martes, reconoció que la llegada de migrantes a la península sigue aumentando y es necesario tomar la iniciativa para hablar con los países de origen y de tránsito. Merkel, en el mismo sentido que se expresó este miércoles Sánchez, quiere que la UE encomiende a cada uno de sus miembros la capacidad de dialogar y cooperar con los países de su área de influencia. En el caso de España, con Marruecos. 

Pero Merkel subrayó que es necesario hablar con estos países en nombre de la Unión Europea como institución. "Podemos repartirnos las responsabilidades para que un país hable con uno o dos países no sólo en nombre propio, sino de todos. España también tendría que recibir más apoyo por la UE y si la situación se agrava en España abogaría porque tenga más apoyo".

En este sentido, según expresó este miércoles el jefe del Ejecutivo, España también acudirá al Consejo Europeo a reclamar más financiación directa para estos países que, como es el caso Marruecos, contribuyen de manera decisiva y eficaz a minimizar las salidas de embarcaciones inseguras y repletas de personas al mar, tal y como explicó el presidente en la comparecencia en el Congreso de los Diputados para informar sobre los asuntos que se tratarán en la cumbre europea.

La cooperación europea con Marruecos en el ámbito de la migración no sería nueva. La UE, con una década de colaboración con el país, es su socio más antiguo en términos de apoyo técnico y financiero, según confirman a infoLibre fuentes de la Comisión Europea. Después de Libia –país del que proceden muchos de los migrantes y refugiados que intentan llegar al continente a través de la ruta del Mediterráneo central–, Marruecos ocupa el segundo lugar en la cooperación en materia de migración entre los países meridionales del Instrumento Europeo de Vecindad. Así, recibe financiación procedente del Fondo Fiduciario de la UE para África, del Instrumento Europeo de Vecindad y del Instrumento de Cooperación al Desarrollo, como informa la institución. 

España dedica el grueso de los fondos europeos a políticas de retorno de migrantes

Lo que no especificó Sánchez, en cambio, fue si pedirá al Consejo Europeo un cambio en los fondos que la UE destina directamente a España para emplear en políticas migratorias. El llamado Fondo de Asilo, Migración e Integración (FAMI) es el instrumento del que se han dotado los Veintiocho para promover la "eficacia de los flujos migratorios" y el "fortalecimiento de una política común en materia de asilo e inmigración". Cada seis años se elabora una partida presupuestaria nueva (la actual se elaboró en 2014 y finaliza en 2020) que especifica la financiación de tres políticas diferenciadas: las de asilo, las de integración y las que en el lenguaje oficial se han venido a denominar retorno

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Estas últimas son las que, según ha comprobado este diario, se destinan al mantenimiento de los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE) y Centros de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) y a llevar a cabo las expulsiones de los migrantes indocumentados. Es la partida que, según el presupuesto que la UE elaboró para el periodo comprendido entre los años 2014 y 2020, tiene una mayor financiación. Más de 116 millones de euros. El asilo y la integración, juntas, suman más de 153 millones. 

Los fondos, según critican las ONG, deberían emplearse en políticas muy distintas a las de expulsión. "Deberían dedicarse a reforzar las operaciones de salvamento y rescate y a garantizar que tienen acceso a procedimientos individualizados de asilo con todas las garantías y a que son acogidas en condiciones dignas", explica Verónica Barroso, responsable de Relaciones Institucionales y portavoz para temas de crisis de refugiados de Amnistía Internacional. Lara Contreras, responsable de Relaciones Institucionales de Oxfam Intermón, coincide con ella: "A integración y a garantizar los derechos básicos", añade. 

Con este escenario comienza este jueves el debate. La división entre los miembros de la Unión Europea se ha ido visibilizando en las últimas semanas, pero ahora todos ellos tendrán dos días para intentar llegar a un acuerdo. Sobre la mesa, principalmente, la reforma del Reglamento de Dublín y el establecimiento de nuevas cuotas de acogida.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, acude este jueves a su primer Consejo Europeo. La reunión, que se prolongará hasta el viernes, girará en torno al debate migratorio. Las políticas xenófobas del ministro del Interior italiano, Matteo Salvini, y la decisión de España de acoger a los migrantes y refugiados rescatados por el barco Aquarius hace casi dos semanas lo han situado en el centro de la actualidad. Las conversaciones informales, no obstante, comenzaron el pasado fin de semana: el sábado, el líder del Ejecutivo se reunió con el presidente francés, Emmanuel Macron, y el domingo acudió junto a otros países de la UE a la mini cumbre sobre migración para acercar posturas de cara a la cita de estos 28 y 29 de junio. El martes, además, Sánchez viajó hasta Berlín para visitar a la canciller alemana, Angela Merkel. 

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