Los tres protagonistas de la foto de Colón coinciden: si alcanzan la Presidencia del Gobierno aplicarán el artículo 155 de la Constitución Española para intervenir la autonomía de Cataluña de forma inmediata. Así lo prometen Pablo Casado y Albert Rivera en los programas electorales. Y así lo asegura también Santiago Abascal en su documento 100 medidas para la España viva.
El PP afirma que, "con el objetivo de recuperar la legalidad constitucional, y para proteger el correcto ejercicio de la autonomía en Cataluña, de acuerdo con el procedimiento previsto en el artículo 155 de la Constitución española aplicaremos, por el tiempo que resulte inexcusable, cuantas medidas sean necesarias". La formación naranja asegura que aplicará "el artículo 155 hasta asegurar el restablecimiento de la Constitución en Cataluña para garantizar la convivencia entre todos los catalanes, así como el respeto a las leyes y las sentencias judiciales". La formación de ultraderecha, por último, va un poco más allá y dice que suspenderá "la autonomía catalana hasta la derrota sin paliativos del golpismo y la depuración de responsabilidades civiles y penales".
Pero para hacerlo necesitan mayoría absoluta en el Senado, es decir, 134 senadores —la mitad más uno. Y una buena parte de ellos serán elegidos este domingo. El 27 de octubre de 2017 fue la primera vez que se aplicó ese artículo. Ese día, la Cámara Alta aprobó, con una amplísima mayoría absoluta —214 senadores: los del PP, los del PSOE, los Ciudadanos y los de Coalición Canaria—, intervenir la autonomía catalana y convocar elecciones autonómicas el 21 de diciembre. Pero la derecha podría perder ahora su mayoría. El presidente de la consultora GAD3, Narciso Michavila, vaticinó hace poco más de un mes que el PSOE obtendrá la mayoría absoluta en el Senado, donde no ha tenido más asientos que el PP desde 1993.
La derecha sabe de la importancia del control del Senado para poder cumplir su promesa. A través de las redes sociales, incluso, personas afines a la derecha han propuesto seguir la lógica 1+1+1. ¿En qué consistiría? Pues, precisamente, en votar a un senador del PP, a uno de Ciudadanos y a otro de Vox. Desde el PP, no obstante, no han tardado en salir a desmentir la utilidad de esta estrategia, aunque teóricamente fuese posible llevarla a cabo gracias al modelo de listas abiertas que rige la votación en el Senado.
¿Cuántos senadores elegimos el 28A?
El Senado está compuesto por un total de 266 senadores. No obstante, este domingo los españoles elegirán 208. La explicación está, precisamente, en el apellido que en ocasiones se le pone a la institución: la cámara territorial. Y es que los otros 58 senadores son designados directamente por los Parlamentos autonómicos. Muchos de los que estarán en la próxima legislatura, de hecho, saldrán de la cita con las urnas que tendrá lugar el 26 de mayo. Estos últimos se eligen a razón de uno por cada comunidad autónoma y otro más por cada millón de habitantes de su respectivo territorio. Por eso, el número de senadores ha aumentado junto con la población española.
Pero, volviendo a este domingo, ¿quién elige a quién? Para el Senado hay 59 circunscripciones: 47 correspondientes a cada una de las provincias peninsulares, 10 correspondientes a las islas y dos de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla. Los habitantes del primer grupo eligen a cuatro senadores y los del último a dos. El reparto de senadores en las islas, en cambio, es algo más complejo: eligen tres en las más grandes, Gran Canaria, Mallorca y Tenerife; y uno en el resto, Ibiza-Formentera, Menorca, Fuerteventura, Gomera, Hierro, Lanzarote y La Palma.
¿Cómo se trasladan los votos al Senado en número de senadores?
En el Senado no se aplica el sistema proporcional y, por tanto, tampoco se utiliza el sistema D'Hondt de reparto de actas. Como norma general, el votante puede marcar en la papeleta un senador menos del que se elija en la circunscripción. Así, en las provincias que eligen cuatro senadores, cada votante tiene la opción de marcar tres nombres. Y lo mismo le ocurre a los partidos: donde se designan 4 senadores, puede presentar sólo 3. La idea es evitar que todos los senadores de un territorio sean de la misma formación.
Aunque puede escoger candidatos de diferentes partidos, habitualmente suele escoger a los tres designados por la formación a la que quiere votar, que normalmente es la misma que ha elegido para el Congreso. Por tanto, el partido vencedor en una provincia en el Senado suele coincidir con el vencedor en el Congreso en esa misma circunscripción.
Los cuatro senadores que obtienen mayor número de votos, son los elegidos.
¿Cómo es la participación en las elecciones al Senado?
La participación de los españoles en las elecciones al Senado ha caído de forma sistemática en los últimas cuatro citas con las urnas. Desde el año 2004, el número de españoles que han rellenado la papeleta de color sepia ha sido cada vez menor. Hace 15 años, la participación fue del 75,7% sobre el censo; cuatro años después, del 74,5%. Y en 2011 llegó la primera gran caída, al situarse la participación en el 68,4%, un porcentaje casi idéntico al registrado en 2015: 68,3%. En los últimos comicios, en 2016, fue del 65,7%.
Lo cierto es que estos datos son similares a los registrados en el Congreso. En 2004 acudió a las urnas del Congreso el 75,6% del censo; en el 2008, el 73,8%, un porcentaje que volvió a caer en 2011, cuando votó el 68,9% del censo. En 2015 la participación aumentó hasta el 69,7%, pero volvió a descender tan solo unos meses después hasta el 66,5%.
¿Quién ha tenido el control de la cámara durante más tiempo?
Las últimas encuestas pronostican que, tras el 28A, el PSOE será el partido con más senadores en la Cámara Alta. Si esto ocurriera, los socialistas ganarían el control de una institución con mayoría conservadora desde el año 1996. Esos comicios dieron por primera vez un mayor número de asientos al PP, que obtuvo 112 senadores. En la dos primeras elecciones generales, en 1977 y 1979, el control de la Cámara Alta había estado en manos de la Unión de Centro Democrático (UCD) de Adolfo Suárez, mientras que los socialistas dominaron el Senado en 1982, con 134 senadores; en 1986, con 124, y en 1989, con 107.
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Desde entonces, los resultados electorales dieron la vuelta a la composición de la cámara. En el año 2000, ya con José María Aznar al frente, su partido obtuvo 127 senadores, que cayeron a 102 cuatro años más tarde. En los siguientes comicios, cuando Rajoy relevó a Aznar al frente de la formación, el partido obtuvo su mejor resultado: 136 escaños. Se transformaron, en 2015, en 124, que aumentaron hasta 130 en los comicios que se celebraron tan solo unos meses después, el 26 de junio de 2016.
En esta pasada legislatura, el PSOE tuvo 43 senadores, menos que nunca. No obstante, el declive en los resultados en la Cámara Alta comenzó en 2011, cuando el número de escaños socialistas se redujo a la mitad, pasando de 88 a 48.
Este 28A, si los vaticinios de las encuestas se cumplen, los socialistas podrían volver a tener el control del Senado.
Los tres protagonistas de la foto de Colón coinciden: si alcanzan la Presidencia del Gobierno aplicarán el artículo 155 de la Constitución Española para intervenir la autonomía de Cataluña de forma inmediata. Así lo prometen Pablo Casado y Albert Rivera en los programas electorales. Y así lo asegura también Santiago Abascal en su documento 100 medidas para la España viva.