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La despoblación desaparece del debate público en el primer año de la nueva legislatura

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La despoblación es el principal desafío territorial al que se enfrenta España, pero el debate sobre este problema no sólo ha desaparecido de la legislatura sino que ni siquiera forma parte de la discusión pública en plena campaña electoral para renovar el Parlamento Europeo. Y eso que el artículo 174 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea ordena, expresamente, reforzar su cohesión económica, social y territorial prestando especial atención a “las regiones que padecen desventajas naturales o demográficas graves y permanentes”.

En lo que se refiere a la distribución de zonas rurales y urbanas en la UE, con los datos de Eurostat se puede afirmar que resulta evidente que el problema de la baja densidad de población se concentra en cuatro comunidades autónomas españolas: Aragón (27,7), Castilla y León (25,7), Castilla-La Mancha (25,7) y Extremadura (26,1), y en algunas otras regiones de Francia (Limousin: 43, Auvergne: 52,5, Borgoña, 51,5 y Champagne-Ardenne, 51,7), Italia (Basilicata: 56,4 y Valle de Aosta: 38,8), Portugal (Alentejo: 22,8), Rumanía (Vest: 55,9) e Irlanda (Southern: 54,9, Northern y Western: 34,5) —excluidas las regiones de Suecia e Islandia por sus especiales circunstancias climatológicas—. Son datos recogidos por Santiago A. Bello Paredes, catedrático de Derecho Administrativo de la Universidad de Burgos, en un estudio publicado el año pasado.

Según el mapa elaborado por la Red de Áreas Escasamente Pobladas del Sur de Europa (SSPA) y el Grupo de Estudios en Ordenación del Territorio (GEOT) de la Universidad de Zaragoza, el 21,9% de los municipios españoles sufren una situación demográfica “muy grave”. En Soria, Cuenca y Teruel ese porcentaje supera el 58%. Si se suman aquellos que se encuentran en situación “grave”, el porcentaje asciende al 49%.

Los análisis constatan un problema que afecta a toda Europa. El pasado mes de noviembre, el Consejo de la UE avanzó en el establecimiento de una visión a largo plazo para las zonas rurales de la UE con el fin de proporcionar orientación política a la Comisión y a los Estados miembros. En ella quedó constancia de lo imperativo que resulta atraer a la gente joven, incluidos los jóvenes agricultores, a las zonas rurales.

Hasta 82 regiones de 16 estados miembros (que representan casi el 30% de la población de la UE) se están viendo gravemente afectadas por una disminución de la población en edad de trabajar. La Comisión ha identificado 46 regiones que actualmente se encuentran en lo que se ha dado en llamar una “trampa para el desarrollo del talento”. Un fenómeno que combina éxodo de capacitación joven, una reducción de la población activa, desincentivos para la inversión, declive económico y erosión de servicios públicos. Este grupo de regiones representa el 16% de la población de la UE, pero hay otro, un grupo de 36, que ha sido identificado en riesgo de caer también en una trampa para el desarrollo del talento en el futuro, ya que se están viendo muy afectadas por la salida de su población de 15 a 39 años. Este grupo representa el 13% de la población de la UE, lo que eleva el porcentaje al 29%.

“Trampas para el desarrollo del talento

Estar en “una trampa para el desarrollo del talento”, según la plataforma creada por Bruselas para abordar el fenómeno, es un desafío multidimensional y plantea un riesgo significativo para la prosperidad a largo plazo de las regiones identificadas. Son regiones que se enfrentan a desafíos estructurales específicos, como ineficiencias en el mercado laboral, la educación, la formación y los sistemas de aprendizaje de adultos, así como un bajo rendimiento en las áreas de innovación, gobernanza pública o desarrollo empresarial.

Tomás Guitarte, exdiputado de Teruel Existe en el Congreso de los Diputados y candidato al Parlamento Europeo de la candidatura Existe, tiene pocas dudas acerca de que la pérdida del escaño, en las elecciones del 23J, ha borrado el problema de la agenda política. “La llegada de Teruel Existe al Congreso puso la España vaciada y el problema de la despoblación en la agenda política y mediática”.

“La experiencia nos confirmó una intuición”, explica en declaraciones a infoLibre entre mitin y mitin de campaña: “Para enfrentar un problema tan amplio y complejo como la despoblación y para corregir la brecha rural/urbana que provoca y que divide a España en un país de dos velocidades, es necesario el trabajo intenso, concienzudo y determinado para influir en muchas de las decisiones que se toman”.

“La importancia de tu posición”, admite, “depende del peso relativo de tus votos. Pero también de la calidad de tus propuestas, del afán por construir puentes de consenso, de la voluntad por traer a través de cuestiones muy concretas los problemas de la España despoblada. Problemas que llevaban décadas olvidados. Y esto es lo que sucedía en la legislatura anterior con Teruel Existe”.

Ahora “no disponemos del foco del Congreso y del Senado, pero el trabajo en las Cortes de Aragón y en las Cortes de Castilla y León continúa. Y ese trabajo nos permite influir en problemas muy concretos y muy pegados al territorio”, reivindica. Otros partidos incorporaron propuestas a sus programas, “pero la realidad es que sin los partidos de la Coalición Existe en los parlamentos no se mueve nada a favor de los territorios olvidados. La lucha por los recursos económicos es enorme”.

El trabajo continúa

No obstante, Guitarte reivindica el acuerdo de investidura con el PSOE como “un trabajo político importantísimo” que consiguió elevar el rango del Reto Demográfico a la categoría de ministerio. “Ahora no está Teruel Existe, pero la línea política continúa”.

La presencia de Teruel Existe en el Congreso “fue un éxito enorme. Empezando por la propia autoestima de los turolenses, que lleva a una mayor confianza en el trabajo por su territorio y sus proyectos. Lo fue también para poner a la sociedad española y a la clase política ante el espejo de un hecho innegable: la España vaciada, un país que se ha quedado atrás víctima de las políticas extractivistas”.

“Fue un avance innegable para Teruel, para Aragón, para la España despoblada que se reconoció y también para el propio gobierno que encontró un camino que ignoraba”, explica el candidato.

Pendientes quedan muchas cosas, sostiene. “No nos escucharon en la necesidad de completar la cobertura de la telefonía móvil en el medio rural, o la instalación de banda ancha en todos los polígonos industriales y núcleos rurales. No escucharon ni nuestra insistente petición de la ordenación del despliegue de las energías renovables y sobre la urgencia de priorizar el autoconsumo y las comunidades energéticas. Y ahí hay un problema gravísimo para España que va a lastrar el medio rural”.

Tampoco en la aplicación de las “Ayudas al funcionamiento” en el 20% de los costes laborales que permite la Unión Europea. “Y eso también fue un error enorme porque esa ayuda regional que permite la UE para tres provincias, Cuenca, Soria y Teruel, y para las comarcas limítrofes con una densidad de población inferior a 12,5 habitantes por kilómetro cuadrado, sería una palanca muy potente para lograr avanzar en la cohesión territorial”.

La importancia del autoconsumo

Guitarte lamenta que en el último año no se haya escuchado la voz de Teruel Existe en las Cortes Generales. “No era una voz baladí. Hemos estado demasiado tiempo paralizados por los equilibrios parlamentarios y la imposibilidad de sacar adelante los presupuestos generales de 2024 y lograr más acuerdos por parte del Gobierno”, lamenta.

Porque pendientes hay muchas cosas. “Sería muy importante lograr avances en políticas de Estado sobre atención primaria en Sanidad, sobre despoblación, sobre ayudas al funcionamiento, sobre industrialización de la España interior, con el método que Teruel Existe planteaba, el consenso. Y una de las herramientas para la industrialización del medio rural sería la transición energética si se aplica mediante el autoconsumo de domicilios, pequeñas y medianas empresas, cooperativas y mediante comunidades energéticas. Pero hay que enfocarla en esa dirección que fijan las directivas europeas y no con el modelo que se mantiene de macro-parques, grandes empresas y fondos de inversión”.

El secretario general de Reto Demográfico del Gobierno, Francisco Boya, admite que quizá el problema ya no esté tan presente en la agenda pública, pero sí sigue muy presente, asegura, en la agenda política del Gobierno. En los últimos años, explica, ha culminado el plan de 130 medidas diseñado a partir de la estrategia nacional sobre este asunto. A partir de él se han movilizado 13.000 millones de euros, a través del ministerio y de las comunidades autónomas, con cargo a los fondos de recuperación.

Con este dinero, explica Boya, se ha resuelto, por ejemplo, el problema de la conectividad por banda ancha, la principal demanda de los alcaldes de la España vaciada. “Ya nadie habla de eso porque se han invertido cerca de 1.000 millones de euros en conexión digital y prácticamente el 95% del país tiene acceso a banda ancha”.

Durante estos años el ministerio ha ido construyendo herramientas de trabajo. Como el Fondo de Cohesión y Transformación Territorial, en colaboración con las comunidades autónomas, a través del cual se han financiado proyectos de bioeconomía o de capacitación digital.

Programas de éxito

Algunos “muy interesantes”, destaca el secretario general de Reto Demográfico, como el proyecto EREA, que ya ha permitido crear 196 empresas en zonas rurales de Aragón con un emprendimiento muy alto de mujeres y una inversión de unos cuatro millones de euros. Pero también otros destinados al cuidado de personas mayores o a mantener cajeros automáticos y oficinas bancarias móviles.

El siguiente paso fue trabajar también con los ayuntamientos más pequeños, los de menos de 5,000 habitantes, que tienen muy pocas palancas para resolver problemas por sus propios medios, a través de ayudas para la innovación territorial. Mediante este mecanismo se han impulsado del orden de 600 proyectos de innovación en distintos municipios del Estado, algunos vehiculizados a través de la cooperación entre varias poblaciones, como el que se está llevando a cabo en la Sierra de Codés, en Navarra, para resolver diferentes problemas.

“Son unas líneas de trabajo todavía modestas”, reconoce Boya, “pero que han tenido ya su impacto, y ahora lo que estamos haciendo es intentar abordar el problema de una forma más estructural”. El ministerio está trabajando con un enfoque demográfico que, después de examinar cómo funciona la red de servicios, las dinámicas de creación de empleo o los problemas de la vivienda, una vez descontadas las áreas urbanas o metropolitanas les ha permitido identificar “del orden de 600 áreas funcionales” divididas en tres grupos: las zonas próximas a las áreas urbanas, que son las que están mejor abastecidas y que tienen una funcionalidad más óptima; las áreas intermedias, que son rurales, pero que no tienen distancias muy importantes a las zonas urbanas; y finalmente las zonas remotas, que son las que tienen más problemas.

“Lo que pretendemos es ahora hacer un salto cualitativo para empezar a construir lo que denominamos el país de los 30 minutos”. O, lo que es lo mismo, que todos los servicios y necesidades diarias de los ciudadanos se encuentren a no más de 30 minutos de distancia a pie, en bicicleta o mediante transporte público.

Será a partir de las áreas funcionales en las que está trabajando el ministerio desde donde planean “generar políticas más quirúrgicas que nos permitan poner el énfasis allí donde está el problema que lastra la dinámica o el crecimiento” en un determinado entorno. Desde el acceso a servicios básicos a la vivienda, pasando por el acceso a puestos de trabajo de calidad. “Hay que hacer un análisis de todos esos elementos que inciden en la vida de las personas y que pueden ser determinantes para la decisión de si quiero quedarme a vivir aquí o no”.

El turno del país “de los 30 minutos”

Un trabajo de cohesión, que haga más tupido el tejido social y que afronte también el problema de las ciudades medias, que están sufriendo las consecuencias del poder de atracción de las urbes más grandes, que están absrobiendo todo el talento, el capital y las inversiones.

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“Ahora nuestro objetivo es construir este país en los 30 minutos, trabajando una serie de parámetros, una serie de medidores que también nos tienen que ayudar a hacer esta radiografía territorial”. “Queremos poner en marcha algunos proyectos pilotos este año donde ensayar y empezar a ver qué cosas y qué políticas nos ayudan a resolver el problema”.

Reto Demográfico ha puesto además en marcha una red de Centros de Innovación Territorial con participación de administraciones y empresas “para generar dinámicas de desarrollo y para resolver también problemas que pueden tener un carácter más social”. Se trata de “generar una inteligencia propia, una inteligencia de territorio que fuera escalable”. Una inciativa, sostiene su titular, que “está funcionando”.

La despoblación “en estos años se ha frenado, al menos en las áreas más próximas a las zonas urbanas. Un fenómeno que Boya atribuye “al repunte de la población inmigrante, que ha regresado otra vez al entorno rural, porque hay oportunidades y hay trabajo”. Sin inmigración, feconoce, no hay nada que hacer. De ahí que ahora la reivindicación más importante tenga que ver con la vivienda. Y si hay demanda de vivienda, es porque hay gente que se quiere ir a vivir al medio rural. Y ese es un desafío importantísimo”.Inlcuso “las [provimcias] más castigadas, Soria, Teruel, Cuenca, todas han ganado población, o al menos se han estabilizado”.

La despoblación es el principal desafío territorial al que se enfrenta España, pero el debate sobre este problema no sólo ha desaparecido de la legislatura sino que ni siquiera forma parte de la discusión pública en plena campaña electoral para renovar el Parlamento Europeo. Y eso que el artículo 174 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea ordena, expresamente, reforzar su cohesión económica, social y territorial prestando especial atención a “las regiones que padecen desventajas naturales o demográficas graves y permanentes”.

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