“Seguimos hablando”. El PSOE y Junts continúan la negociación para tratar de cerrar un acuerdo de investidura, que sigue retrasándose por el alcance final de la futura ley de amnistía y por las “cuestiones técnicas” que llevan a que los juristas de las dos partes revisen continuamente los borradores que se intercambian.
Tras el estancamiento de las conversaciones el pasado jueves y viernes, el fin de semana sirvió para que Junts y el PSOE avanzaran hacia el acuerdo final de manera muy discreta. Todo estaba muy cerca y el lunes parecía el escenario del final. Pero tampoco se llegó a la luz verde. Toda una jornada en el que hubo un constante ir y venir de documentos por parte de las dos delegaciones, instaladas en Bruselas pero en ubicaciones diferentes.
El PSOE tiene en la capital belga a su número tres, Santos Cerdán, que pilota las conversaciones con los de Carles Puigdemont, que trata de abarcar el mayor número de nombres dentro de la futura ley de amnistía. Junto a él están los dirigentes con más poder de Junts: Jordi Turull, Albert Batet, Míriam Nogueras, Josep Rius y Laura Borràs.
Las conversaciones no terminan de llegar a buen puerto por temas muy “técnicos”, como reconocen los socialistas. Por eso se siguen cruzando papeles para tener una ley muy afinada. La revisión por parte de los juristas de cada palabra hace que se alargue más de lo previsto el posible acuerdo. En la dirección del PSOE no quieren dar una fecha, pero la mayoría de partido espera y desea que acabe ya pronto esta negociación para ir a un debate de investidura a finales de semana (muchos diputados están preparados con la idea de que sea el jueves y el viernes).
Junts: "Continuamos con el trabajo"
Desde Junts, según fuentes posconvergentes, se lanzaba a última hora del lunes esta idea: “Continuamos con el trabajo”. Además, irrumpió en mitad de las conversaciones una importante noticia en la Audiencia Nacional: el juez Manuel García Castellón investiga a Carles Puigdemont y Marta Rovira por terrorismo en las protestas de Tsunami Democràtic. Esta causa, una de las que podría entrar en la ley de amnistía, analiza el papel de esta “organización estructurada y jerarquizada” que surgió para “subvertir el orden constitucional, desestabilizar económica y políticamente el Estado y alterar gravemente el orden publico mediante la movilización social masiva”, según el auto.
La Fiscalía de la Audiencia Nacional tiene intención de recurrir este auto al creer que las actuaciones de ese movimiento no se ajustan al delito de terrorismo y que debe ser juzgada la causa en Barcelona porque se trata de desórdenes públicos después del cambio en la sedición del Código Penal.
Las negociaciones entre Junts y el PSOE también se producen en mitad de la fuerte presión de la derecha judicial contra ese posible acuerdo. El Pleno de un caducado Consejo General del Poder Judicial aprobó este lunes una declaración institucional, impulsada por los vocales conservadores, contra la futura ley de amnistía al entender que será una “abolición” del Estado de Derecho en España.
"El Consejo General del Poder Judicial expresa con esta declaración su intensa preocupación y desolación por lo que la proyectada ley de amnistía supone de degradación, cuando no de abolición, del Estado de Derecho en España, que a partir del momento en el que se adopte pasará a ser una mera proclama formal que inevitablemente tendrá que producir consecuencias en perjuicio del interés real de España", señaló en el texto.
La ultraderecha, a las puertas de Ferraz
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La derecha política también incrementa su presión contra el acuerdo que puede hacer presidente otra vez a Pedro Sánchez. La noche del lunes hubo otra bronca concentración en las puertas de la sede del PSOE en Ferraz, a la que acudieron el líder de Vox, Santiago Abascal, y el vicepresidente primero de Castilla y León, Juan García-Gallardo. En su pulso por ganar la calle, el PP también se lanzó este lunes a convocar manifestaciones en todas las capitales de provincias para el próximo domingo. El propio Alberto Núñez Feijóo proclamó en la calle Génova: "Somos hoy por hoy el refugio constitucionalista de España ante aquellos que han renunciado a la dignidad y pretenden arrebatárnosla a todos".
El viernes y el sábado el PSOE será el anfitrión en Málaga de la cumbre de los socialistas europeos, que servirá de pistoletazo de salida hacia las elecciones continentales de julio del año que viene. A esta cita quería ya llegar investido el secretario general del PSOE, pero el pacto se está retrasando. Desde el punto de vista internacional, sí se ha encontrado con un apoyo inesperado: el editorial de Financial Times a favor de la ley de amnistía, la que califica como una apuesta “que merece la pena”.
Los socialistas confían en cerrar pronto ese acuerdo con Junts. Pero quedarán por superar algunas aristas ajenas: como la consulta del espacio posconvergente. Además, Esquerra Republicana revisará los términos de ese pacto, ya que rechazan de pleno que se incluyan algunos nombres como el de la expresidenta del Parlament Laura Borràs, condenada por un caso de corrupción.
“Seguimos hablando”. El PSOE y Junts continúan la negociación para tratar de cerrar un acuerdo de investidura, que sigue retrasándose por el alcance final de la futura ley de amnistía y por las “cuestiones técnicas” que llevan a que los juristas de las dos partes revisen continuamente los borradores que se intercambian.