Domingo de Ramos, dos de abril. Es la fecha que Yolanda Díaz ha elegido para anunciar su candidatura. La vicepresidenta segunda revelará entonces si da un paso al frente como candidata a los comicios generales, un anuncio que ha ido postergando con el paso de los meses—inicialmente estaba previsto para finales del pasado año y que —salvo sorpresa mayúscula— confirmará lo que ya es un secreto a voces: su decisión de acudir a las elecciones encabezando una candidatura de unidad.
Este acto se celebrará en Madrid, concretamente en el polideportivo Antonio Magariños, cuna del club de baloncesto Estudiantes. El enclave elegido no es casual, ya que está situado en el instituto Ramiro de Maeztu, el centro que tanto PSOE como el PP han utilizado como escenario para celebrar multitudinarios mítines. Según trasladan fuentes del equipo de la vicepresidenta a infoLibre, se seguirá la misma dinámica que en resto de actos de Sumar, pero en lugar de aportaciones de la sociedad civil, los grupos de trabajo desgranarán las conclusiones del proceso de escucha.
El anuncio de Díaz coincide con el final de su gira de "escucha activa" por toda la geografía española en busca de ideas y, especialmente, de alianzas, que culminará el próximo fin de semana en Canarias. Aunque hasta ahora la vicepresidenta segunda ha querido situar a los partidos políticos al margen de Sumar, sí ha pedido a los representantes de todas las formaciones a las que aspira a representar que le acompañen el próximo 2 de abril.
Una de las ideas en las que Díaz más ha incidido es que Sumar será "la llave para abrir una nueva década progresista" porque su fuerza es "imparable". Desde su entorno insisten en que el actual Gobierno de coalición solo se reeditará si las izquierdas se unen en torno a Díaz, pero lo cierto es que Sumar ni siquiera se ha constituido como partido y todavía quedan muchas incógnitas por despejar sobre los planes de la vicepresidenta.
¿Díaz será la candidata a las generales?
La dirigente gallega ha mantenido un calculado silencio sobre sus planes de futuro desde que el exsecretario general de Podemos, Pablo Iglesias, la nombró de manera oficiosa —que no oficial— como futura candidata a los comicios generales tras su marcha. Dos años después, Díaz es el referente de Unidas Podemos en el Ejecutivo de coalición, pero su indefinición en determinados asuntos ha provocado choques con otras ministras del espacio, especialmente con Irene Montero.
En un primer momento la dirección de Podemos situaba a Díaz como su "futura candidata" en los próximos comicios generales, pero hace unos meses los morados cambiaron el discurso tras los "desplantes" de la vicepresidenta hacia su formación, hasta el punto de tener un 'plan B' en caso de ruptura total con Díaz, que pasaría por promocionar a Irene Montero como candidata. Esta ruptura no se ha producido, pero desde la dirección de Podemos hace tiempo que apremian a la gallega a que tome una decisión sobre su futuro. Un planteamiento que también comparten otros miembros de su espacio como los comunes e incluso formaciones como Compromís.
Sumar, ¿el nombre de la futura "coalición"?
Díaz tampoco ha revelado cuál será el nombre del futuro proyecto que, previsiblemente, liderará de cara a las generales. En un primer momento tanto ella como su equipo desvincularon el nombre de "Sumar" de un futuro partido político y explicaban que se trataba de una "herramienta" para articular el proceso de escucha. Es más, es estatutos de Sumar no se menciona el fin electoral y la propia Díaz aseguró que Sumar no sería el nombre del proyecto.
Sin embargo, las fuentes consultadas en su entorno ya no descartan que Sumar sea el elegido para agrupar a los diferentes partidos con los que se quiere contar para formar esa coalición. Lo que sí ha dejado meridianamente claro la vicepresidenta segunda es que aboga por rehuir de la "sopa de siglas" que, a su juicio, confunde a los posibles electores.
Sumar... ¿con quién?
En las últimas semanas Díaz y su equipo han iniciado los primeros contactos con Podemos, Izquierda Unida, Los comunes, Más País, Compromís y Alianza Verde, pero fuentes de su entorno ya avanzan que la negociación final no llegará hasta después de los comicios del 28 de mayo. Los plazos marcados por Díaz no convencen a la dirección de Podemos, que apremia a la vicepresidenta segunda para cerrar un acuerdo cuanto antes. Es más, el coportavoz de Podemos, Javier Sánchez Serna, aseguró la pasada semana que su formación no acudiría al acto de presentación de la candidatura.
A lo que realmente aspira la vicepresidenta segunda es a "sumar" bajo su sino a una quincena de fuerzas políticas de distinto tipo. Desde formaciones regionales como la Chunta Aragonesista, Més en Baleares o Proyecto Drago, el partido canario del exnúmero tres de Podemos, Alberto Rodríguez a formaciones de ámbito nacional como Podemos o Izquierda Unida. La tarea de Díaz no es precisamente sencilla, ya que su reto es que todas ellas se sientan debidamente representadas respetando su autonomía pero sin caer en la temida "sopa de siglas".
¿Primarias abiertas o por separado?
Aunque Díaz defiende que el papel de los partidos en Sumar debe ser secundario, el sistema de representación parlamentaria en España obliga a tejer una red de candidaturas provinciales e implica una organización territorial que involucra, directamente, a los partidos. Hasta la fecha, la gallega ha rehuido el debate sobre cómo se concreta el papel de estas formaciones alegando que la ciudadanía no está interesada en las "fórmulas jurídicas" ni los procesos internos de las organizaciones.
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Sin embargo, una vez concrete si se presenta como candidata, deberá hacer frente a este debate que, a priori, no parece sencillo. Podemos ya ha dejado claro que aboga por que se celebren "primarias abiertas" con el resto de formaciones que aspiren a formar parte del proceso. Lo que plantean algunas voces del partido es que se realice un censo común de todas las formaciones para elegir a los candidatos mediante listas abiertas o, en su defecto, que se llegue a un acuerdo para pactar un porcentaje para cada partido —una suerte de cuota de participación— para garantizar la representación de todos. Otra fórmula pasaría por que cada formación realizara sus propios procesos internos y, después, se llegara a un acuerdo en los puestos de las listas en función del peso de cada partido.
Díaz, ¿ajena a la campaña del 28M?
Díaz anunció hace meses que Sumar no participaría en los próximos comicios autonómicos y municipales. Sin embargo, todavía no ha explicado qué papel tendrá durante esa campaña electoral. Desde Podemos reconocen que Díaz es un activo y confían en que esté presente en algunos actos de campaña, especialmente en los territorios en los que los morados gobiernan de la mano del PSOE y quieren reeditar esa alianza. En ese sentido voces del partido trasladan que Díaz representa a "todo un espacio confederal" y no entenderían que la gallega apoyara a otros candidatos como Mónica García o Joan Baldoví frente a los de Podemos e IU.
Lo que señalan desde el equipo de la vicepresidenta es que, precisamente, Díaz debe mantenerse al margen de esos disputados territorios en los que se presentan aliados con los que ella quiere "sumar" en las generales. Es más, ese el motivo que alegan para postergar la negociación final con todas esas formaciones a después del 28M. Con todo, sí que está previsto que la gallega acuda los municipios y las autonomías en las que el único competidor de Podemos e IU,—que se presentan conjuntamente en la mayoría de territorios salvo excepciones como Aragón o Asturias— sea el PSOE, como es el caso de Extremadura o Castilla-La Mancha, entre otras.
Domingo de Ramos, dos de abril. Es la fecha que Yolanda Díaz ha elegido para anunciar su candidatura. La vicepresidenta segunda revelará entonces si da un paso al frente como candidata a los comicios generales, un anuncio que ha ido postergando con el paso de los meses—inicialmente estaba previsto para finales del pasado año y que —salvo sorpresa mayúscula— confirmará lo que ya es un secreto a voces: su decisión de acudir a las elecciones encabezando una candidatura de unidad.