Podemos es la única formación con representación en el grupo parlamentario de Sumar que no ha celebrado el acuerdo de coalición alcanzado el pasado martes con el PSOE. Los morados reclamaban introducir algunas medidas que ha logrado pactar Sumar—como la continuidad de las ayudas al transporte público o la derogación de la ley mordaza— y otras que no —como el control a los precios de los alimentos o el aumento de las pensiones— y pedían negociar de tú a tú con los socialistas, una opción que nunca contempló el PSOE.
Solo veinticuatro horas antes de que el documento se hiciera público, en el partido dirigido por Ione Belarra ya anticipaban que el pacto era "insuficiente" y "poco ambicioso". Una vez hecha la presentación oficial—a la que acudieron ministros y diputados de las principales organizaciones de la coalición a excepción de Podemos—, la número dos del partido y ministra de Igualdad en funciones, Irene Montero, aseguró que desconocía el detalle y evitaba valorarlo públicamente. Aunque ni Montero ni Belarra han dado a conocer su opinión, fuentes de la dirección aseguran a infoLibre que el acuerdo es "papel mojado" porque "Sumar no va a presionar para que se cumpla": "Se van a dar pocas batallas y el PSOE se acabará comiendo nuestro espacio", resumen.
El principal negociador de Sumar y persona clave para Unidas Podemos en la pasada legislatura, el secretario de Estado en funciones y miembro de la dirección de Podemos, Nacho Álvarez, ha negado que los partidos no estuvieran informados. Es más, ha asegurado que él mismo mantuvo reuniones con las diferentes formaciones para informarles del estado de las negociaciones y que se lo comunicó a todas tras el cerrar el acuerdo, incluida Podemos. Un argumento en el que también ha incidido la líder del espacio, Yolanda Díaz, destacando que los morados conocían las negociaciones "desde el minuto uno": "No solamente conocen el alcance de las decisiones, sino que conocen el alcance del mismo", aseguró desde Bruselas.
Unas palabras que han escocido en el seno del partido, donde aseguran que Díaz no les ha consultado ninguna decisión —ni en campaña electoral ni tras constituirse las Cortes— y que trata de "amordazarlos" y "ningunearlos" todo el tiempo. Es más, desde la dirección lamentan la falta de pluralidad del grupo parlamentario que, a su juicio, les impide ejercer su autonomía. El exportavoz parlamentario y dirigente de Podemos Pablo Echenique acusaba directamente a Díaz de mentir en redes sociales. "Vuelve la vieja política, vuelve la mentira", escribía enlazando las declaraciones de la vicepresidenta.
Tanto en Canal Red como en Diario Red, el medio dirigido por el exlíder de Podemos, Pablo Iglesias, han dejado claro que el acuerdo de coalición supone la "subalternización de la izquierda bajo el rodillo de los socialistas" y el "arrinconamiento de todo lo que significa la praxis política de Podemos", según reza el editorial publicado este miércoles. A su juicio, el resultado de este acuerdo "poco concreto" lleva por resultado la "amputación de toda capacidad transformadora" de Sumar. Según el medio de Iglesias, solo si hay ministros de Podemos en ese Gobierno —donde públicamente piden situar a Montero— se cumplirá lo pactado en el documentos. Hasta entonces, dicen, "será imposible saber si lo que han escrito en el papel —sea lo que sea— se va a cumplir o se va a quedar en un cajón".
Podemos no se plantea irse al mixto pero advierte de que podría conservar los recursos económicos
Pese a las tensiones evidentes entre Podemos y Díaz los cinco parlamentarios de la formación morada—Ione Belarra, Lilith Verstrynge, Javier Sánchez Serna, Martina Velarde y Noemí Santana— no se plantean irse al grupo mixto, según trasladan fuentes de la formación. Tampoco prevén votar en contra de la investidura de Sánchez, pero sí adelantan que, con toda probabilidad, votarán distinto del resto de grupo parlamentario en otras materias. "No creo que se atrevan a echarnos por ello", reflexionan, subrayando que en la pasada legislatura Izquierda Unida y los comunes también se desmarcaron del conjunto del grupo en algunas votaciones. "Vamos a ejercer nuestra autonomía y no tienen ninguna forma de evitarlo", aseguran.
Las palabras de la líder de los comunes y exalcaldesa de Barcelona, Ada Colau, advirtiendo de las consecuencias económicas que tendría para la formación desmarcarse de los postulados de Díaz, también han generado malestar, hasta el punto de que Iglesias la ha acusado de ejercer una "frustración autoritaria". "Podemos ha firmado un acuerdo con Sumar para ir juntos a las elecciones y debe cumplir, o no tendrá retorno en materia económica", aseguró Colau, advirtiendo de que no se debe prestar atención a las "peleas por cuotas de protagonismo" ni "hacer política para la gente y no para los partidos".
Sobre estas palabras, fuentes de la dirección aseguran que conservarían esos recursos aunque se pasaran al grupo mixto. "Es un acuerdo que ya está registrado en el Ministerio del Interior y que no depende de dónde estemos, nos lo dan por haber ido a las elecciones en coalición. Esa es nuestra parte de la coalición, nos vayamos o no al mixto", sintetizan. Según consta en el acuerdo de coalición ratificado antes de las elecciones del 23J, a Podemos le corresponde el 23% de las subvenciones totales del grupo.
Lo que tienen claro los morados es que Podemos "no va a entrar en Sumar" ni va funcionar "como bloque". En ese sentido, creen que el resto de formaciones "se subordinan" a lo que diga Díaz, pero ellos van a dar todas las batallas posibles dentro del grupo sin esperar la "bendición" de la vicepresidenta en funciones. "Lo puede gestionar con confederalidad o ir al choque", subrayan. "No van a tener a cinco diputados callados y sin poder hacer nada", añaden, no sin antes recordar que la dirección del grupo parlamentario vetó una PNL de Podemos sobre Palestina.
Sumar presume de que el acuerdo "más ambicioso" que en 2019
Desde la coalición liderada por Díaz admiten a infoLibre que necesitaban "pasar de pantalla" tras lo que definen como unas "malas semanas" y presumen de haber puesto su "sello" en el acuerdo, pese a que insisten en que el camino no ha sido fácil. En ese sentido, fuentes de la negociación destacan que el acuerdo es "más ambicioso" que el de 2019 porque contiene "más avances" en materias que se quedaron sin desarrollar la pasada legislatura. También destacan que inicialmente los socialistas no querían ratificar por escrito ningún acuerdo y apostaban por un reparto ministerial en el que cada formación ejerciera sus competencias, pero desde Sumar querían tener un acuerdo detallado porque evita "muchos conflictos" y se construye "una hoja de ruta" de cara a la legislatura.
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La figura de Nacho Álvarez, al que el propio Iglesias le dio la categoría de negociador cuatro años atrás, ha sido clave para alcanzar el acuerdo y su nombre ha aparecido en más de una quiniela como posible ministrable de Sumar. Algunas de las fuentes consultadas aseguran que Díaz se lo ha ofrecido y él lo ha rechazado, pero Álvarez evita pronunciarse. Lo que los morados han dejado más que claro es que el número dos de Belarra en el ministerio no sería parte de la "cuota Podemos" que exigen para la coalición.
La formación morada asegura, por su parte, que el acuerdo es poco concreto e incluso ironiza sobre la cantidad de futuribles —promoveremos, impulsaremos, fomentaremos, reformaremos...— que aparecen en el documento de 48 páginas. Sin embargo, el propio acuerdo que firmó Iglesias en 2019 también incluya esta fórmula en muchos de sus puntos, algunos de los cuales se cumplieron y otros no. Con todo, afirman que el acuerdo no supone "un programa de avance" respecto a la anterior legislatura, sino que se trata de "consolidar" lo que ya estaba. En ese sentido, presumen de que algunas medidas —como la universalización de 0 a 3 años o la ampliación de servicios de salud bucodental y visual— ya las introdujo Podemos pero que no se están aplicando porque su competencia es autonómica y el ministerio no presiona a las autonomías.
Algunas voces de Podemos creen que Díaz demostraría "inteligencia política" si nombrara, de nuevo, ministra a Belarra —a Montero, pese a la presión pública que están ejerciendo, la dan por descartada—, pero creen que no lo va a hacer porque su objetivo es "acabar" con ellos. Aun así, hay quien dentro de la formación considera que si hay legislatura será muy breve por los difíciles equilibrios parlamentarios con socios como Junts y el PNV y por las dificultades económicas que, previsiblemente, sufrirá el país. Así, hay quien cree que no estar en el gobierno "es un regalo".
Podemos es la única formación con representación en el grupo parlamentario de Sumar que no ha celebrado el acuerdo de coalición alcanzado el pasado martes con el PSOE. Los morados reclamaban introducir algunas medidas que ha logrado pactar Sumar—como la continuidad de las ayudas al transporte público o la derogación de la ley mordaza— y otras que no —como el control a los precios de los alimentos o el aumento de las pensiones— y pedían negociar de tú a tú con los socialistas, una opción que nunca contempló el PSOE.