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Dimite el alcalde de Rivas tras la crisis abierta en IU por el ‘caso EMV’

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El caso EMV y la enorme fractura interna en Izquierda Unida que estallaron en la localidad madrileña de Rivas Vaciamadrid a finales del año pasado han acabado devorando a su alcalde, a José Masa, de 62 años, al hombre que tenía la vara de mando desde 2003. Masa presentó su dimisión este mismo lunes y dejó su acta como edil. A un año de las elecciones municipales, a las que en todo caso él no pensaba presentarse. Probablemente le sustituirá en el cargo quien antes era su portavoz en el Ayuntamiento y ahora su adversario, Pedro del Cura, el coordinador local. No quiere ser el "alcalde del desgobierno", alegó, y por eso se va.

Rivas es el emblema para IU. Su joya de la corona. La ciudad que conquistó en 1991 y que ha moldeado y gobernado ininterrumpidamente hasta ahora. Desde 2011 con mayoría absoluta. En ese año, en que la federación perdió las riendas de Córdoba, Rivas se convirtió en la mayor localidad (80.000 habitantes) en sus manos

La crisis interna se empezó a agudizar tras el informe definitivo de la Cámara de Cuentas de Madrid, que descubrió un desajuste contable de 20,9 millones de euros en la Empresa Municipal de la Vivienda (EMV), al igual que una depreciación en una parcela de 11 millones y otras irregularidades. El coordinador, Pedro del Cura, así como la asamblea local, exigió la depuración de responsabilidades, la máxima contundencia, la explicación detallada y la máxima transparencia. Ello incluía la petición de destitución del hombre fuerte en el Consistorio y ex primer edil (1995-2003), Fausto Fernández, el primer teniente de alcalde y responsable de Urbanismo. Masa lo rechazó apartó de su gobierno a la concejala de Hacienda y a Del Cura, al que le quitó el sueldo que le correspondía como portavoz municipal. La asamblea ripense votó en enero masivamente a favor de la reprobación del alcalde. Este se negó a irse: dijo que se debía a sus "vecinos" y que lo que estaba detrás era una pelea de sillones, de lucha por el poder, gente que quería "precipitar" su marcha. A los dos meses, quien se marchó del Ayuntamiento fue el líder local del PCE, el concejal José Manuel Castro.

En el Ayuntamiento se formó una comisión de investigación presidida por el PP, el primer partido de la oposición –en el Consistorio hay 13 ediles de IU, siete del PP, cuatro del PSOE y uno de un partido independiente–, que tras tres meses de trabajo determinó que la gestión de la EMV fue correcta, a la espera de la investigación de la Fiscalía y de la auditoría de la interventora. El dictamen de conclusiones [consúltalo aquí en PDF] fue apoyado por unanimidad. Incluidos los representantes de IU y de conservadores y socialistas. Pero con eso tampoco llegó la paz. 

Masa se había ido quedando más aislado en las últimas semanas. Izquierda Unida-Comunidad de Madrid (IU-CM), la federación regional, llegó a un armisticio interno: se reformó la ejecutiva y se integraron en ella los sectores minoritarios. Entre los dirigentes que se incorporaron, el propio Del Cura. La ejecutiva, según fuentes de IU Rivas, conminó al regidor a aceptar la hoja de ruta que pactó con Del Cura e IU-CM hace dos meses, en la que figuraba perseguir la recuperación del patrimonio mermado, el desarrollo de una auditoría externa, la apertura de la EMV a la participación vecinal y el debate sobre su modelo de gestión, ya que durante diez años el Ayuntamiento la había externalizado a la empresa Habyco XXI. 

El primer edil, sin embargo, respondió de otra forma: con el apoyo de los concejales de su cuerda –una minoría dentro del grupo–, de PSOE y de PP, aprobó el viernes pasado un crédito de 1,1 millones para la EMV. Un préstamo hipotecario para pagar una póliza de crédito a pagar en 5 años. Era la última rebelión del alcalde contra su organización local. La gota que colmó el vaso y la que finalmente ha precipitado su caída, adelantada esta mañana por El País

"Un tiempo lleno de momentos positivos, y alguno malo"

Masa, en rueda de prensa este lunes en el Ayuntamiento, contó que tomó la decisión de marcharse, tras 11 años en el cargo y 19 como concejal, precisamente, después de la "sensación de vértigo" del pleno del viernes pasado. "Durante estos once años siempre he puesto por delante de cualquier otro interés el de los derechos y el bienestar de mi ciudadanía. No quiero disfrazar el motivo de mi salida: algunas decisiones que se han tomado en los últimos días han puesto en riesgo este compromiso. Por eso renuncio, porque se me han impuesto limitaciones que pueden llevar al desgobierno y que me impiden seguir siendo fiel a mi compromiso con los ripenses".

Masa confió en que su sucesor en la Alcaldía continúe con los proyectos que han sido marca de la casa en el municipio: la red pública de centros educativos, el plan de emisiones cero, el uso de las nuevas tecnologías (Rivas SmartCity) y, también, el funcionamiento de la EMV, que ha construido 3.000 viviendas públicas en la última década. Todo ello en paralelo con la lucha contra la precariedad, destacó: "Una de las prioridades de mi Gobierno ha sido la defensa de los derechos y libertades de toda la ciudadanía. Sobre todo, de los que lo están pasando peor". "Rivas es una ciudad diferente. Sólo hay que pasar revista a lo que se ha hecho durante estos años para constatar que más allá de los calificativos, estamos hablando de un municipio singular", completó.

Dijo sentirse "altamente orgulloso" de su equipo de trabajo en el Gobierno local. "Ha sido un tiempo lleno de momentos positivos, aunque ha habido alguno malo". El ya exregidor había comunicado su decisión al coordinador madrileño, Eddy Sánchez, al que puso como "ejemplo". Masa se ha venido apoyando en los últimos meses, desde que explotó el caso EMV, en otros cuatro ediles de la corporación, porque los otros ocho eran Del Cura y sus afines. Asimismo, ha recibido el apoyo de su partido, Izquierda Abierta –coliderado en todo el Estado por Gaspar Llamazares y Montse Muñoz– y de la dirección de IU-CM, hasta que esta, en abril pasado, se recompuso e integró a las minorías Cambiar IU-CM y Frente Amplio, a la que se adscribe Del Cura. 

Sánchez, que como buena parte de la nueva ejecutiva de IU-CM se trasladó hoy hasta Rivas, correspondió con los cumplidos: "Esta sociedad necesita líderes" de la "altura" de Masa, uno "de los mejores alcaldes que ha tenido" España, que tomó las riendas de Rivas "siendo un pequeño municipio y lo ha dejado siendo una gran ciudad". 35.000 habitantes en 2003 por los 80.000 de hoy. El coordinador lo rotuló como persona "muy honesta", que ha "luchado hasta el final anteponiendo los intereses colectivos a su propia adscripción política individual". 

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Garantizada la "estabilidad municipal"

El miércoles se formalizará la dimisión de Masa en el pleno municipal. El Consejo Político de IU se reunirá esta tarde para elegir al nuevo alcalde. Pero, teniendo en cuenta el apoyo con el que cuenta Del Cura entre sus bases, lo previsible es que él sea el sustituto del alcalde saliente. En un comunicado, la formación garantizó "la estabilidad municipal y la continuidad del Gobierno de izquierdas" y reconoció la labor "de quien ha sido durante muchos años un referente de esta organización política y un defensor de los derechos de la ciudadanía ripense"

Masa ha estado acompañado durante la rueda de prensa donde ha comunicado a los medios de comunicación su decisión de compañeros de partido, entre ellos, el coordinador general de IUCM, Eddy Sánchez, que le ha puesto como "ejemplo", informa Europa Press. 

El caso EMV y la enorme fractura interna en Izquierda Unida que estallaron en la localidad madrileña de Rivas Vaciamadrid a finales del año pasado han acabado devorando a su alcalde, a José Masa, de 62 años, al hombre que tenía la vara de mando desde 2003. Masa presentó su dimisión este mismo lunes y dejó su acta como edil. A un año de las elecciones municipales, a las que en todo caso él no pensaba presentarse. Probablemente le sustituirá en el cargo quien antes era su portavoz en el Ayuntamiento y ahora su adversario, Pedro del Cura, el coordinador local. No quiere ser el "alcalde del desgobierno", alegó, y por eso se va.

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