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El director de Elder pidió a su equipo que abandonase el centro tras ser destituido en lo peor de la crisis

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Los seis testigos que prestaron declaración en la causa judicial abierta al director de la residencia Elder de Tomelloso (Ciudad Real) dieron todo tipo de detalles sobre su comportamiento. Esos testimonios desvelan que José Manuel Sampedro primero se negó a adoptar medidas de protección contra el covid cuando se lo pidió la supervisora de Enfermería, después dejó de ir al centro durante cinco días tras confirmarse el primer positivo de un residente y finalmente cuando regresó fue incapaz de poner orden en una residencia que estaba instalada en el “caos”.

Pero la cosa no queda ahí. Tras ser destituido por el Gobierno de Castilla-La Mancha, Sampedro pidió a sus colaboradores más cercanos que abandonasen el centro en el peor momento de la crisis sanitaria, cuando acababan de morir en pocos días más de 15 mayores y cerca de cien seguían contagiados. Ninguno de ellos lo hizo, sin duda en un ejercicio de responsabilidad, ya que un hipotético abandono habría agravado la situación en una residencia donde se acumulaban las bajas del personal.

infoLibre ha tenido acceso al contenido íntegro de las seis declaraciones testificales y, basándose en ellas, está reconstruyendo lo que ocurrió en Elder durante aquellas semanas trágicas. Una primera información se centró en lo ocurrido hasta que Sampedro fue destituido como director, la segunda desveló su decisión de abandonar el centro para ir a Madrid a declarar en el Tribunal de Cuentas como testigo del periodista Nacho Villa y esta tercera pone el foco en lo que hizo tras su destitución.

En Elder fallecieron 75 personas durante la primera ola de la pandemia, entre marzo y mayo de 2020. Casi la mitad de los 160 residentes que vivían allí. En las primeras semanas, se contagiaron prácticamente todos. Solo cuatro dieron negativo cuando les hicieron las pruebas PCR.

Entre los testigos que declararon ante el juez instructor están los tres mandos intermedios que tenía en aquel momento Elder: Ángel S.M., el coordinador de auxiliares; Marisa R.A., la gobernanta, y María del Mar H.M., la supervisora de Enfermería. También prestó testimonio Miguel Ruiz García, nombrado director provisional del centro durante dos meses.

El juez de instrucción, Daniel Vicente Pérez, ordenó el pasado 9 de diciembre el archivo de la causa abierta contra Sampedro. El auto de archivo ha sido recurrido por el abogado de las siete familias de residentes fallecidos que lo denunciaron. La decisión está ahora en manos de la Audiencia Provincial de Ciudad Real. La Fiscalía, antes de leer el recurso del abogado, ya anunció que no recurriría el archivo.

“Cuántos fallecidos van, tengo que cobrar”

Los primeros residentes con síntomas de coronavirus se detectaron en Elder el lunes 9 de marzo de 2020. Dos días después se confirmó el primer positivo de un residente, un hombre que en ese momento estaba hospitalizado. En la noche del sábado 14 fallecieron cinco personas en la residencia, que ese fin de semana ni siquiera tenía un médico. El domingo 15 interviene por primera vez el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam), que envía varias UVIs móviles y deriva a nueve mayores al hospital. El lunes 16, después de estar cinco días en casa porque según él se encontraba “muy mal”, Sampedro reaparece y una de las primeras cosas que hace es escribir un mensaje en Facebook asegurando que en la residencia “está todo bien”. Pese a la orden expresa del Sescam de poner en marcha el servicio de Enfermería de noche, el director de Elder no lo hace. El martes 17, el Gobierno de Castilla-La Mancha ordena intervenir el centro. El viernes 20, Miguel Ruiz asume el control como director provisional.

Cuando estalló la pandemia, las dos personas de máxima confianza de Sampedro en la residencia eran Ángel, el supervisor de auxiliares, y Marisa, la gobernanta. La relación era más distante con Mar, la coordinadora de Enfermería. El lunes 23 de marzo, en la práctica el primer día laborable después de su destitución el viernes anterior, Sampedro propone que Ángel y Marisa abandonen la residencia. Así lo explicó el primero a preguntas del abogado de la acusación, Luis Miguel Polo.

– Abogado acusación: una vez que fuisteis intervenidos por el Sescam, ¿os pidió el director a los responsables de los equipos que os dierais de baja y dejarais solo allí a la gerencia del Sescam?

-Ángel: Sí.

– Abogado acusación: ¿Qué os dijo?

– Ángel: A mí, si no recuerdo mal, me escribió y me dijo que me fuera, y que cuando él volviese, que volviese a mi puesto.

– Abogado acusación: Eso se lo dijo a los jefes de equipo, a los mandos intermedios?

– Ángel: A mí me lo dijo, yo no sé a quién más se lo diría, pero a mí sí me lo dijo

Además, Sampedro tenía otra preocupación, según el testimonio del entonces coordinador de auxiliares: conocer la lista de fallecidos.

– Abogado acusación: cuando fue relevado por el Sescam, ¿cómo fue su actitud, que preocupación tenía?

– Ángel: Él a mí me empezó a pedir datos, oye, cuántos fallecidos van, quién ha fallecido, tengo que cobrar, que tenía que hacer el cobro del mes. Yo consideré que él estaba destituido del puesto que no tenía que darle información por el tema de la Protección de Datos. Yo esa información no te la quiero dar. Y él ahí empezó a desaparecer un poquillo y yo me empecé a desvincular mucho de él.

– Abogado acusación: ¿estaba preocupado por si recibía alguna denuncia?

– Ángel: Sí, ya no sé si fue a mí o a Marisa, nos dijo que si le denunciaban esperaba que estuviésemos de su parte.

Hay que señalar que muchas de las comunicaciones entre Sampedro y su equipo se producían a través de mensajes escritos o notas de voz por whatsapp, tanto antes como después de su destitución el 20 de marzo. Luis Miguel Polo pidió entonces permiso al testigo para incorporar los mensajes de los que estaba hablando a la instrucción judicial.

– Abogado acusación: Esas conversaciones de whatsapp, ¿nos autoriza a presentarlas?

– Ángel: Sí, sí, claro.

Pero al juez Daniel Vicente Pérez esto no le pareció procedente e interrumpió al letrado: “No. No es objeto ahora del interrogatorio. El testigo viene a declarar sobre hechos de los que ha tenido conocimiento, bien por haberlos presenciado, bien por haberlos visto de referencia. No es el momento de pronunciarse sobre diligencias de investigación”.

Entre los mensajes de los que habló el coordinador de auxiliares durante su testifical, y que autorizó expresamente a que se presentasen al procedimiento, figura uno del 23 de marzo que reproduce infoLibre y que confirma al cien por cien las palabras de Ángel ante el instructor.

El entonces recién destituido director de Elder, a las 15.00 horas, se pone en contacto por whatsapp con Ángel y le dice: “Llámame urgente. Me acaba de llamar Marisa. Y quiero hablar contigo. Tenéis que salir de ahí pitando”. Ocho minutos después añade: “Y mandarme la lista de muertos ya”.

Un par de horas después, vuelve a escribirle a Ángel para expresarle de nuevo las mismas peticiones: “Mándame la lista de muertos en una fotografía. Sácame del resi plus una lista de teléfonos de familiares en listados. Y salir de ahí pitando. Cogeos una licencia. Hazme caso que yo no os engaño nunca. Ya volveremos”.

El ResiPlus es el programa informático que utilizan la mayoría de residencias para la gestión interna. En él se pueden registrar horarios, planes de atención, actividades o comunicaciones con los familiares.

En lo que sí acertó Sampedro fue en su pronóstico de que regresaría. A mediados de mayo de 2020, el Sescam consideró que la situación se encontraba estabilizada y puso fin a la intervención. La Fundación Elder, dueña de la residencia y que preside el padre de Sampedro, restituyó a este como director.

Al producirse su regreso, Mar abandonó prácticamente de inmediato su puesto como coordinadora de Enfermería, al igual que un par de personas más de su equipo. A Ángel, según explicó él mismo durante su declaración, el director le invitó a salir. Marisa es la única que sigue en Elder, aunque lleva bastante tiempo de baja.

“Yo le mando un audio, que se lo puedo dar si lo necesitan”

Ángel no fue el único que ofreció al instructor pruebas de sus conversaciones con Sampedro para ratificar la veracidad de sus declaraciones. Mar lo hizo al menos en dos ocasiones, sin que el juez reaccionase ante el ofrecimiento. 

La primera fue cuando la jefa de Enfermería estaba hablando sobre las indicaciones que le habían dado desde Epidemiología del Sescam.

– Juez: ¿Estas indicaciones que les da la persona encargada de Epidemiología de Ciudad Real, usted se las comunica al director? 

– Mar: Sí, claro. Él no estaba. Yo le mando un audio, que se lo puedo dar si lo necesitan. Le digo que he hablado con Epidemiología, me ha dicho que tengamos estas medidas... Todo lo que me había dicho yo se lo comento.

Poco después, Mar vuelve a ofrecer el audio: “Si necesitan la conversación, yo se la proporciono”.

El intento de Sampedro, el 23 de marzo, de que sus colaboradores abandonasen la residencia no fue el primero que hizo en ese sentido. Aunque sí el más perentorio, al señalar que debían salir “pitando” de Elder.

El mismo 11 de marzo en que se confirmó el primer caso de covid, Marisa y otros miembros del equipo directivo recibieron un mensaje del director invitándoles a abandonar la residencia. “A algunos nos mandó un whatsapp y nos dijo que nos fuésemos a casa. A mí me dijo que me fuese de la residencia, que cuanta menos gente hubiese en la residencia, mejor”, señaló la gobernanta ante el juez, antes de añadir que ella no se había ido y aclarar quién había recibido dicho texto: “Ese mensaje se lo envió al supervisor de auxiliares, al trabajador social, a las chicas de oficina. No se lo mandó al fisio, y al terapeuta tampoco. Lo de los técnicos lo sé porque nos vimos los whatsapp unos a otros”.

El instructor preguntó por la misma cuestión en el interrogatorio a Ángel:

– Juez: ¿sabe si, aparte de las bajas, hubo gente a la que el director envió a casa a teletrabajar?

– Ángel: Constancia como tal, de decir que lo sé a ciencia cierta, no te podría decir. Pero fue un poco casualidad que la gente más cercana a él no viniese a trabajar. Un día hablando con él, porque como faltaban manos y estábamos desbordados y cualquier ayuda era buena, lo que le propusimos fue con todo el equipo hacer un cuadrante para gestionarnos mañanas, tardes y noches. Y yo meto a gente en el cuadrante de organización y esa gente no aparece. Cuando tenían que venir no vinieron. Así que interpreto que fue él quien le da la pauta a la persona para que no venga.

La actitud de falta de colaboración por parte de Sampedro, una vez fue destituido, también la puso de manifiesto Miguel Ruiz, la persona que le sustituyó de forma provisional. De forma muy rotunda ante una pregunta del abogado de la defensa, Juan José Losa.

– Abogado defensa. Cada vez que necesitaba que Sampedro firmara cualquier documentación administrativa: contrataciones, altas o bajas de trabajadores, solicitud de ayudas públicas... ¿En todo momento cuando usted solicitaba la firma del documento le llegaba firmado?

– Miguel Ruiz: No. Tuvimos muchas dificultades para que firmase los contratos. Ponía muchas pegas. O el pago de los finiquitos, que se tardaba mucho en pagar, y no porque no hubiese dinero. Lamento decirle que no fue una actitud colaboradora.

Por supuesto, en su declaración como investigado, José Manuel Sampedro negó cualquier hecho que mostrase una actuación negligente. Hay que recordar que los testigos tienen la obligación legal de decir la verdad, y si no lo hacen cometen delito de falso testimonio, mientras que la persona que acude como imputada puede mentir.

Sampedro, por ejemplo, negó que le hubiese enviado a la gobernanta un mensaje diciéndole que se fuera a casa tras conocerse el primer caso de residente positivo: “¿A Marisa? No, no, no. Para nada. Yo en ningún momento, y durante esos días menos”.

Y también rechazo haber enviado un mensaje similar a otras personas:

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– Juez: ¿Le pudo decir a alguna persona que se quedara en su casa, que cuantos menos estemos aquí, mejor?

– Sampedro: ¿Que yo dijera cuantos menos estemos aquí mejor? No, nunca. Nunca he dicho eso porque además no estaba.

De hecho, el director de Elder resumió así su comportamiento, a preguntas del abogado defensor: “Yo estoy orgulloso porque todo lo que pude hacer, lo hice”.

Los seis testigos que prestaron declaración en la causa judicial abierta al director de la residencia Elder de Tomelloso (Ciudad Real) dieron todo tipo de detalles sobre su comportamiento. Esos testimonios desvelan que José Manuel Sampedro primero se negó a adoptar medidas de protección contra el covid cuando se lo pidió la supervisora de Enfermería, después dejó de ir al centro durante cinco días tras confirmarse el primer positivo de un residente y finalmente cuando regresó fue incapaz de poner orden en una residencia que estaba instalada en el “caos”.

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