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El emérito consuma su desplante al Gobierno y a la Casa Real tras un fin de semana "fuera de control"

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Tras once horas en el Palacio de la Zarzuela, Juan Carlos I abandonó de nuevo España este lunes para volver a Abu Dabi, aunque nadie sepa muy bien por cuánto tiempo. Se da por hecho que su visita este fin de semana es solo el primer capítulo de toda una serie de idas y venidas que se irán sucediendo con más o menos publicidad durante los próximos meses. Aunque lo cierto es que muy pocos son capaces de pronosticar los planes del rey emérito. Si algo ha dejado claro su estancia en Sanxenxo tras dos años fuera de nuestro país es que el padre de Felipe VI vuelve a hacer las cosas como, en realidad, siempre las hizo: a su antojo y sin rendir cuentas. “Está fuera de control”, describen con cierta perplejidad fuentes del Gobierno. 

La Casa Real emitió a última hora del lunes una breve nota informativa para dar cuenta del paso de Juan Carlos por la Zarzuela. En realidad, se trata de un escueto comunicado en el que tampoco se detalla novedad alguna respecto a esa rendición de cuentas del emérito. Describe la Casa Real en esa nota que padre e hijo mantuvieron "un tiempo amplio de conversación sobre cuestiones familiares y distintos acontecimientos y sus consecuencias en la sociedad española". El comunicado concluye, sin novedad alguna, reiterando los términos de la carta enviada en su día por Juan Carlos a Felipe VI, en la que el emérito expresaba su voluntad de seguir residiendo en Abu Dabi y su "decisión de organizar su vida personal y su lugar de residencia en ámbitos de carácter privado, tanto en sus visitas como si en el futuro volviera a residir en España".

Sin explicaciones

Antes de su llegada existían incluso ciertas expectativas de que Juan Carlos escenificase al aterrizar algo parecido al día que trasladó sus excusas por participar en la cacería de un elefante durante la cual tuvo un accidente que le provocó su enésima fractura en la cadera. “Lo siento mucho, me he equivocado y no volverá a ocurrir”, dijo entonces. El propio presidente del Gobierno había llegado a exigir públicamente “explicaciones” a la ciudadanía tras la confirmación de “informaciones perturbadoras” relacionadas con las irregularidades fiscales probadas y reconocidas por el propio emérito. 

Sin embargo, en cuanto puso un pie en suelo español todas esas expectativas se fueron difuminando. Recibido en Sanxenxo con júbilo por algunos centenares de incondicionales, el emérito se dedicó a dejarse agasajar con vítores y gestos de cariño por sus seguidores, a navegar y a pasar tiempo entre amigos. Una apretada agenda de ocio y esparcimiento entre la que no se encontraba ninguna atención específica a los medios de comunicación ni, por tanto, de explicaciones.  

Entre viaje y viaje en el coche de su amigo y anfitrión Pedro Campos, Juan Carlos sí tuvo a bien bajar la ventanilla para compartir algún saludo con los periodistas. Y una de las reporteras presentes le hizo la pregunta del millón: ¿Algún tipo de explicaciones? “¿Explicaciones? ¿De qué?” contestó entre risas mientras su coche se alejaba. Tanto en el Gobierno como en la Zarzuela consideran esa respuesta una buena prueba de lo que se puede esperar de él de ahora en adelante. Con el carpetazo a todos sus frentes abiertos con la Justicia española, Juan Carlos se dispone a actuar de ahora en adelante, en la medida de sus posibilidades, según le plazca y aunque eso suponga desoír los expresos deseos del rey Felipe VI. 

No es ningún secreto que tanto Moncloa como Zarzuela, que llevan meses trabajando de la mano para gestionar el regreso del emérito, deseaban que las visitas acordadas en su día se produjeran en la más estricta intimidad. Todo lo contrario al revuelo mediático originado y a la retransmisión casi en directo de su estancia estos días. Piensan en el Ejecutivo que lo ocurrido este fin de semana “no ayuda en nada” a la Corona y, en buena medida, echa por tierra los esfuerzos de Felipe VI por tomar distancia de los escándalos de su padre y emprender una nueva etapa en la monarquía. “No sabemos si es que el emérito no lo ve, no lo quiere ver o, peor, que le da igual”, se preguntan desde el Gobierno.

"Ha perdido una oportunidad"

Normalmente esquivo a la hora de realizar afirmaciones o críticas públicas, el Gobierno ha elevado el tono en las últimas horas a cuenta de la visita a España del emérito. La ministra portavoz, Isabel Rodríguez, afirmó este lunes en una entrevista en RNE que ha "perdido la oportunidad de pedir perdón a los españoles" y dar cuenta de los hechos "nada éticos" ni "ejemplares". Rodríguez aseguró que "la sociedad y la democracia" merecen esas explicaciones y que debería haber aprovechado esta visita para "dar cuenta" de esas "acciones" que se han conocido durante este tiempo y que a su juicio no son compatibles con la "transparencia" y la "ejemplaridad" que le corresponden. Mientras, desde el PSOE, su portavoz, Felipe Sicilia, insistió en rueda de prensa en la necesidad de que el emérito dé explicaciones y pida disculpas a los españoles, evitando valorar el recibimiento que le han dado los ciudadanos a su llegada a Sanxenxo para participar en las regatas, y las palabras del propio emérito cuando exclamó "explicaciones de qué".

Por su parte, Podemos reta al Rey Felipe VI a que "deje de ser inviolable" y rinda cuentas si aspira a ser "mejor" que su padre, Juan Carlos I, a la vez que exige al PSOE que "pase de las palabras a los hechos" en lugar de "lanzar críticas veladas" e "ignorar su corrupción".

Este es el comunicado íntegro de la Casa del Rey:

"​Como se indicó en el comunicado que hizo público la Casa de S. M. el Rey el pasado día 18 de mayo, S. M. el Rey don Juan Carlos ha estado en el día de hoy con su familia en el Palacio de la Zarzuela.

S. M. el Rey y don Juan Carlos han mantenido un tiempo amplio de conversación sobre cuestiones familiares así como sobre distintos acontecimientos y sus consecuencias en la sociedad española desde que el padre del Rey decidió trasladarse a Abu Dabi el 3 de agosto del año 2020.

A continuación, ha tenido lugar un almuerzo familiar al que han acudido los Reyes, la Infanta doña Sofía, los Reyes don Juan Carlos y doña Sofía, así como la Infanta doña Elena y sus hijos, y la Infanta doña Margarita y don Carlos Zurita. Doña Sofía no ha podido compartir el almuerzo al haber dado positivo por Covid a su regreso de Miami, aunque ha permanecido con el resto de la familia en el salón del almuerzo provista de la preceptiva mascarilla y las medidas de ventilación correspondientes.

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A última hora de la tarde, don Juan Carlos ha emprendido viaje de regreso a Abu Dabi. Como se hizo público, en su carta a S. M. el Rey del pasado 5 de marzo, don Juan Carlos manifestó en primer lugar, su voluntad de establecer su lugar de residencia de forma permanente y estable en Abu Dabi por razones personales; y en segundo lugar, su decisión de organizar su vida personal y su lugar de residencia en ámbitos de carácter privado, tanto en sus visitas como si en el futuro volviera a residir en España, para continuar disfrutando de la mayor privacidad posible.

Todo ello, junto con los demás extremos que figuran en dicha carta, constituye el marco de referencia de las actividades de S.M. el Rey don Juan Carlos. 

Palacio de La Zarzuela, 23 de mayo de 2022

Tras once horas en el Palacio de la Zarzuela, Juan Carlos I abandonó de nuevo España este lunes para volver a Abu Dabi, aunque nadie sepa muy bien por cuánto tiempo. Se da por hecho que su visita este fin de semana es solo el primer capítulo de toda una serie de idas y venidas que se irán sucediendo con más o menos publicidad durante los próximos meses. Aunque lo cierto es que muy pocos son capaces de pronosticar los planes del rey emérito. Si algo ha dejado claro su estancia en Sanxenxo tras dos años fuera de nuestro país es que el padre de Felipe VI vuelve a hacer las cosas como, en realidad, siempre las hizo: a su antojo y sin rendir cuentas. “Está fuera de control”, describen con cierta perplejidad fuentes del Gobierno. 

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