CASA REAL
Juan Carlos I hace un receso en su ofensiva judicial para exhibirse en las regatas con los reyes de luto por el papa

Los miembros de la casa real miden sus palabras al milímetro. Pero los gestos lo dicen todo. Y el rey emérito ha decidido mandar señales externas e internas esta semana con su primera visita a España en este año. El mensaje es claro: una reivindicación entre amigos en las regatas en Sanxenxo (Pontevedra), fotos ante la prensa y salidas para disfrutar en marisquerías.
Juan Carlos I ha vuelto a España unos días desde Abu Dabi (Emiratos Árabes) para participar a bordo del barco Bribón en la competición de la clase seis metros. Es la primera vez que se deja ver en el país, alojado en la casa de su amigo Pedro Campos, después de que haya emprendido la inédita ofensiva judicial para defender su honor con demandas contra el expresidente de Cantabria Miguel Ángel Revilla y su expareja Corinna Larsen.
Una visita de placer y actividades de élite en un país que acaba de salir de tres días de luto oficial por el fallecimiento del papa Francisco (el rey siempre ha vinculado su figura a la Iglesia durante décadas con tradiciones como la misa de Pascua en Palma de Mallorca) y en el que no están los reyes actuales por haberse desplazado precisamente hasta Roma este sábado para el funeral del argentino.
La imagen de contraste es total con los reyes Felipe y Letizia encabezando la delegación española en el Vaticano, en la que están también la vicepresidenta primera, María Jesús Montero, y el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, en un momento de máxima solemnidad para la Iglesia y las casa reales de países católicos.
Asimismo, el rey emérito ha vuelto a la primera línea mediática en España por su decisión de emprender acciones legales contra Revilla y Larsen. El acto de conciliación entre Juan Carlos I y el expresidente cántabro tendrá lugar el viernes 16 de mayo en la sala de vistas número 10 de la sede judicial de Las Salesas, en Santander.
El emérito, bajo la representación legal de la abogada que defiende también a la pareja de Isabel Díaz Ayuso, ha demandado a Revilla al entender que lo ha calumniado “gravemente” con expresiones “injuriosas, difamantes y oprobiosas” en diferentes entrevistas en medios de comunicación. Le exige al político del PRC que rectifique ante sus palabras “lesivas para su honor” y le reclama 50.000 euros en concepto de “daños morales”, que donaría a Cáritas.
Revilla, tras conocer la demanda, calificó el hecho de “mezquino e injusto” y puso sobre la mesa la desigualdad que supone la condición de inviolable del rey. "Que esto me ocurra con 82 años y nada menos que lo haga el que fue para mí un ídolo y ahora rey emérito me deja perplejo", señaló ante la prensa.
El rey emérito redobla con Corinna Larsen una ofensiva legal que resucita sus negocios ocultos
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El emérito también ha llevado a los tribunales suizos a Larsen por entender que ha atentado contra su honor y por supuestos delitos de difamación. Detrás también está el enfado del emérito por el rechazo de su expareja de devolverle 65 millones de euros que le donó de manera “irrevocable”. A lo largo de estos años, ella ha contado, por ejemplo, que el emérito le mostró en el Palacio de la Zarzuela una máquina para contar dinero.
Los negocios y la fortuna del emérito han estado en los últimos años en el ojo del huracán. La Fiscalía del Tribunal Supremo archivó las causas investigadas por el supuesto cobro de comisiones por el AVE a la Meca, la creación de sociedades en paraísos fiscales al otro lado del Atlántico y la utilización de tarjetas black pertenecientes a amigos empresarios millonarios. Pero el cierre del proceso se debió a razones como su propia inviolabilidad, la prescripción de los delitos y la regularización fiscal que llevó a cabo ante la Agencia Tributaria.
La primera visita del rey emérito a España este año ha sido recibida con calor por parte de los dirigentes del Partido Popular. Núñez Feijóo afirmó que le “agrada mucho” su vuelta a Sanxenxo: "Aquí está muy bien, aquí puede regatear y nos agrada mucho que esté por aquí". También le dio la “bienvenida” el actual presidente de Galicia, Alfonso Rueda.