Sanidad
Enfermos de hepatitis C denuncian “falta de equidad” en el acceso a los fármacos innovadores
Los colectivos de enfermos de hepatitis C denuncian que la prescripción de los fármacos innovadores contra este virus que arrojan tasas de curación del 95% es desigual en el conjunto del país. Y atribuyen a la no existencia de un fondo finalista para la financiaciación de estos costosos medicamentos –alrededor de 14.000 euros por tratamiento, según los cálculos del Gobierno– la "falta de equidad" que, según varios portavoces consultados por infoLibre, se está dando entre las diferentes autonomías. En las comunidades, sin embargo, señalan que los fármacos están llegando a los pacientes que lo necesitan siempre basándose en "criterios clínicos".
A finales del pasado febrero el ministro de Sanidad, Alfonso Alonso, presentó con una gran puesta en escena las líneas maestras del Plan Estratégico para el Abordaje de la Hepatitis C por el que se garantizaba el acceso prioritario a los 51.964 pacientes que en todo el país tienen una fibrosis hepática significativa, es decir, están entre los grados F2 (nivel moderado de cicatrices en el hígado producto de la inflamación) y F4 (cirrosis), que es el último grado.
Pero para pagar estos tratamientos –que tienen un coste estimado de 727 millones de euros–, el Ejecutivo no reservó un fondo específico (así lo reclamaban los afectados y las autonomías gobernadas por el PSOE) sino que se encargó al Ministerio de Hacienda poner a disposición de las comunidades préstamos a un bajo interés –de entre el 0% y el 1,2%– a devolver en 10 años. Los colectivos creen que esta fórmula que definen como "yo invito, pero tú pagas" es la que está provocando que la dispensación no sea igual en todo el país.
Los últimos en movilizarse han sido los afectados del País Vasco, que llegaron incluso a encerrarse la pasada semana en el Hospital Txagorritxu de Vitoria para reclamar que estos tratamientos llegaran ya a los enfermos más graves. "En Euskadi la prescripción empezó a un buen ritmo y fueron tratadas unas 500 personas, pero ahora está parada. Nos dicen que esperemos, pero no tenemos más tiempo. La gente se muere", dice angustiado Ricardo García, portavoz de la Plataforma de Afectados por la Hepatitis C (PLAFHC) en Vizcaya.
Que los enfermos no pueden esperar durante mucho tiempo lo ratifica el doctor Rafael Bárcena, ex jefe de sección de Gastroenterología del Hospital Ramón y Cajal de Madrid. Los cirróticos son personas que aunque han podido no haber experimentado por el momento grandes complicaciones, sí pueden ver afectada su situación clínica de forma repentina. "Con el tiempo llegan las varices en el esófago que pueden acabar en hemorragias internas y ahí sí, el pronóstico empieza a ser muy malo, que es lo que se llama cirrosis descompensada", explica este facultativo.
García asegura, además, que para tener acceso a los fármacos innovadores, los enfermos tienen que haber sido tratados primero con las antiguas terapias de interferón (un fármaco que se inyecta y que tiene notables efectos secundarios) lo que, en la práctica, deja fuera a los enfermos de VIH porque no toleran este tipo de tratamiento. En el departamento de Salud niegan esta práctica y aseguran que los pacientes tratados con fármacos innovadores son aquellos que determina en cada caso concreto y en función de criterios estrictamente clínicos un "comité de expertos" que sólo decide basándose en criterios médicos.
Eliminación de comités
Los hepatólogos han venido reclamando desde la puesta en marcha del Plan Estratégico para el Abordaje de la Hepatitis C que se eliminen los comités y subcomités técnicos que las diferentes autonomías habían puesto en marcha para aprobar o desestimar las peticiones de tratamiento realizadas por los facultativos. Aunque la situación es desigual según las autonomías, los médicos tienen que elaborar hasta tres informes por cada paciente que estimen que necesita los fármacos y pasarlo a un comité formado por médicos y farmacéuticos designados por la Administración que son, en última instancia, quienes deciden qué pacientes tienen acceso o no. Es decir, con la prescripción en la mano los pacientes no pueden ir a buscarlo directamente a la farmacia del hospital –este tipo de tratamientos son de dispensación hospitalaria–, como suele ser habitual con otros fármacos.
Sobre este punto se quejan los pacientes de Castilla y León, donde la propia consejería admite en una documentación a la que ha tenido acceso infoLibre que, cuando se trata de los costosos fármacos innovadores, tras la solicitud del médico y el pertinente informe "se realizará la valoración de la solicitud en el centro". Este diario preguntó a este departamento acerca de quién hace esa valoración y si signfica que hay un comité intermedio como el que rechazan los hepatólogos, pero no obtuvo respuesta. Sin embargo, llama la atención que para la aceptación de las terapias tradicionales, que son mucho más baratas, esa misma nota exponga que "no será necesario el visto bueno de la dirección médica".
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L. L., miembro de la PLAFHC de Valladolid, asegura que hay todavía un grupo de enfermos F4 que no han sido tratados y que los tratamientos no han llegado todavía a ninguno de los F3. "Están llegando con cuentagotas y con muchas trabas para los médicos, son ellos mismos los que nos lo dicen", asegura este portavoz. Una queja similar expresan también afectados de la Comunidad de Madrid, que denuncian que en la mayoría de los casos las personas con grado F3 no serán tratadas hasta después del verano.
También han expresado sus quejas los pacientes de La Rioja. Aseguran que en la plataforma que han creado todavía hay al menos un enfermo muy grave que está en el grado F4 y que todavía no ha sido tratado, y que los tratamientos no han llegado a ninguno de los F3. "Somos conscientes de que los más graves tienen que ser tratados antes, pero los demás tampoco pueden esperar mucho más. Las citas para las primeras pruebas se están dando para junio, lo que quiere decir que los fármacos no podrán empezar a tomarse hasta después del verano.
Los datos facilitados por la Consejería de Sanidad de La Rioja, sin embargo, cifran en 92 los pacientes que han sido tratados con los últimos fármacos autorizados –Viekirax y Exviera, según sus nombres comerciales– siendo dos pacientes de F1 (una mujer que se quiere quedar embarazada y un varón con enfermedad extrahepática grave); 22 pacientes con F2; 22, con F3, y 46 con F4. Y señalan además que otros 59 pacientes fueron tratados con los fármacos innovadores antes incluso de que se comercializaran en España adquiriéndolos como medicamento extranjero. Según este departamento, hay entre 350 y 400 personas que se encuentran en esta comunidad entre los grados F2 y F4.