Si el presidente del Gobierno pensaba que iba a irse de vacaciones de Navidad sin pronunciarse sobre uno de los asuntos que más se comenta puertas adentro de su partido, se equivocaba. Ella, Esperanza Aguirre, volvía a colarse este viernes en una de sus ruedas de prensa. En este caso, el objetivo de la pregunta no eran los escándalos de corrupción que afectan al PP de Madrid, la formación que preside. Ni su incidente de tráfico. Ni el hecho de que hubiese cuestionado su liderazgo al frente del partido de Gobierno. La cosa iba de candidaturas, concretamente la de la Alcaldía de Madrid,Alcaldía de Madrid un puesto para el que ella misma se postuló este martes en la rueda de prensa posterior al Comité de Dirección de los conservadores madrileños.
Dio igual que Mariano Rajoy no hubiese tenido que esperar a este martes para conocer las aspiraciones de Aguirre, porque se trataba de un secreto a voces. La incomodidad con la que reaccionó a la pregunta sobre la posibilidad de que Aguirre sea candidata fue propia de alguien que no espera tener que pronunciarse sobre algo. Y la respuesta, fría. "No está sobre la mesa", dijo sobre el tema, visiblemente molesto por tener que referirse a asuntos internos de su partido en un acto de Gobierno que había arrancado dando una nueva vuelta de tuerca a su teoría de la recuperación. El presidente del Gobierno sabe que con la cuestión de las listas electorales se mueve en terreno pantanoso. Sobre todo en Madrid. Lo sabe porque se lo dicen las encuestas. Y también lo sabe porque ha podido escuchar a su entorno más próximo, tanto en el Ejecutivo como en el partido, que ha llegado el momento de dar un impulso al PP de Madrid con la elaboración de las listas. Este proceso pasaría necesariamente por no apostar por Aguirre y abriría un nuevo conflicto interno en un partido en el que un sector del electorado tiene en ella a un referente. "No tenemos duda de que barre en las encuestas", dice uno de los suyos.
Las voces contrarias a que la 'lideresa', como llegó a referirse a sí misma, regrese de nuevo a la primera línea de la política se escucharon con más fuerza la semana en la que estalló la Operación Púnica. En un sólo día, Aguirre vio cómo cuatro de sus alcaldes eran detenidos. Y cómo Francisco Granados, su ex secretario general y el hombre que lo fue casi todo en sus gobiernos, entraba en la cárcel. Ese mismo día, 5 de noviembre, el debate sobre la necesidad de constituir una gestora en el PP de Madrid ya circulaba por algunos despachos de Génova. El debate se quedó en nada. Pero también se habló de que había llegado el momento de abrir una nueva etapa alejada del 'aguirrismo'. Ahora, con el pronunciamiento ya claro de la expresidenta de la Comunidad de Madrid, los argumentos vuelven a ponerse sobre la mesa. Y, por mucho que desde la dirección nacional del PP insistan en que la decisión la tomará el Comité Electoral Nacional, este órgano de partido no hará una sola propuesta con la que Rajoy no comulgue.
Rajoy no da pistas
El presidente del Gobierno prefiere no dar ninguna pista a los suyos. Escucha sin más. De hecho, presume de que gracias a sus silencios sus decisiones más delicadas no se filtran. Así se puso de manifiesto con el nombramiento de Alfonso Alonso como ministro de Sanidad. O de Rafael Catalá como titular de Justicia. O de Rafael Hernando como portavoz del PP en el Congreso de los Diputados. De hecho, los propios interesados se enteraron pocas horas antes de hacerse oficiales los anuncios.
Si nada se tuerce, lo más posible es que a mediados de enero se conozcan los cabezas de lista al Ayuntamiento y a la Comunidad de Madrid. El partido celebra en la capital su convención anual y la dirección nacional considera que sería una oportunidad perfecta para presentar al tándem de candidatos. Pero si Rajoy alberga alguna duda, se tomará un mes más para deshojar la margarita. El tope es el mes de febrero. Para entonces, el PP también ha organizado otro macroacto, este de proclamación de candidaturas.
Más ventajas que desventajas
"Tiene más desventajas que ventajas", resume un miembro de la dirección nacional del partido sobre la operación Aguirre. Entre las desventajas, las fuentes consultadas citan, en primer lugar, los escándalos de corrupción. "Por mucho que Aguirre haya intentado siempre ir por delante del partido a la hora de reaccionar, la Gürtel también campó a sus anchas por Madrid y la Púnica ha sido la puntilla. No sé qué mensaje de regeneración lanzamos a la gente si apostamos por ella", mantiene un diputado.
En este sentido, otro parlamentario recuerda el enfado con el que la dirección nacional del partido recibió los exámenes públicos con los que el PP de Madrid ratificó a los candidatos a sustituir a los regidores expulsados por su implicación en esta trama. No sólo porque llegó a admitirse que estos castings estaban ya preparados de antemano, sino porque fueron muchas las llamadas de alcaldes a la sede del partido advirtiendo de que si la práctica llegaba a extenderse de cara a las municipales iban a tener problemas para completar las listas.
Este episodio llegó a provocar un enfrentamiento en una reunión de partido entre Ignacio González, presidente de la Comunidad, y Aguirre. un enfrentamiento en una reunión de partido Las fuentes consultadas aseguran que todo quedó en eso y que ambos mantienen una buena relación. No obstante, la presidenta de la formación regional escogió para postularse a la lista del Ayuntamiento un día en el que González no había acudido a la reunión de la cúpula. Tampoco estaban ni la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, ni Cristina Cifuentes, delegada del Gobierno en Madrid. Este último nombre es otro que integra las quinielas del PP al Ayuntamiento. Y ya ha sido testado en encuestas junto al de la propia Aguirre; la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría; la ministra de Fomento, Ana Pastor, y el presidente del Senado, Pío García-Escudero.
Foco de enfrentamientos
Otra de las desventajas tiene que ver con la relación de tensión con la dirección nacional que mantiene el PP de Madrid. En legislaturas pasadas fue la bronca a raíz de las listas del PP al Congreso, la batalla por el control de Caja Madrid o las críticas al liderazgo de Mariano Rajoy. En esta, Aguirre ha vuelto a sembrar dudas sobre la candidatura de su jefe de filas para las generales de 2015 y ha llevado la contraria a María Dolores de Cospedal, la secretaria general del PP, cuando ésta dijo que el partido no podía hacer nada más para luchar contra la corrupción.
Tampoco ayuda, según sus críticos, su incidente de tráfico, pendiente de resolverse en los tribunales, y su actuación en el escándalo de las tarjetas B de Caja Madrid. Beltrán Gutiérrez, gerente del PP de Madrid, fue uno de los beneficiarios. El partido anunció su despido. Pero volvió a ser contratado para ocupar otras funciones en el partido que a día de hoy todavía no han sido precisadas.
Algunos de los dirigentes consultados apuntan a su edad –cumplirá 63 años en enero– como otro de los inconvenientes. "Sus rivales son más jóvenes, quizá ha llegado el momento de que nosotros también demos un salto generacional", mantiene un joven dirigente. La cuestión de la edad, no obstante, puede pesar poco para Rajoy. Él tiene sólo tres años menos y su intención es repetir como candidato para las próximas generales.
Sus defensores: "Rajoy tendrá que explicárselo a la militancia"
Aguirre dejó la primera línea de la política en septiembre de 2012. Ya por entonces, los suyos ponían sobre la mesa la posibilidad de que regresase a la política para coronar su carrera política en el Ayuntamiento de Madrid. Ahora que el ofrecimiento ya es público, los aguirristas están saliendo en defensa de su jefa. Sirva como ejemplo la inmediata reacción, la semana pasada, del portavoz del PP en la Asamblea de Madrid, Íñigo Henríquez de Luna.
El mismo día que la presidenta del PP de Madrid anunció que quería encabezar la lista al consistorio, Henríquez de Luna respondió al secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, que “mientras Esperanza Aguirre ganaba elecciones por mayoría absoluta y sacaba adelante a Madrid, situándola a la cabeza de la economía nacional, él estaba entretenido en las luchas intestinas del PSM”. Previamente, el socialista había criticado el pronunciamiento de la dirigente conservadora.
Ver másAguirre se mete en un nuevo charco al señalar que si puede irá al acto de la AVT contra el Gobierno
“Frente al liderazgo incuestionable y la trayectoria de Aguirre, Sánchez todavía tiene que demostrar que, además de fachada, tiene un proyecto creíble para España, tal y como le acaba de recordar su compañera de partido Susana Díaz”, apuntó. La reacción del portavoz del PP en la Asamblea fue remitida a todos los medios de comunicación por correo electrónico en una nota de prensa.
Radicados sobre todo en la Asamblea de Madrid y en el Gobierno de la Comunidad –también hay algunos concejales próximos–, los partidarios de que Aguirre encabece la lista advierten a Rajoy de que si no apuesta por ella "tendrá que explicárselo a los militantes". Están convencidos de que ella será la que mejor resultado dará al partido de todos los nombres que se manejan. Y añaden que en un momento de crisis como el actual, tras su paso al frente hay un ejercicio de generosidad. "Pocos como ella se arriesgarían a ir en una lista tan complicada. Ella lo hace por compromiso con el partido", añade un diputado regional. "Es la favorita, ha quedado patente en todos los actos a los que ha acudido esta Navidad", completa.
Hace ahora más de dos años, cuando se marchó de la Comunidad, algunos de sus compañeros compartían que lo dejaba para no desgastarse con la gestión de los recortes que han conllevado las políticas del PP. Si nos atenemos al discurso de la recuperación tan en boca del presidente del Gobierno, Aguirre vuelve ahora cuando las decisiones más duras y polémicas ya han sido tomadas.
Si el presidente del Gobierno pensaba que iba a irse de vacaciones de Navidad sin pronunciarse sobre uno de los asuntos que más se comenta puertas adentro de su partido, se equivocaba. Ella, Esperanza Aguirre, volvía a colarse este viernes en una de sus ruedas de prensa. En este caso, el objetivo de la pregunta no eran los escándalos de corrupción que afectan al PP de Madrid, la formación que preside. Ni su incidente de tráfico. Ni el hecho de que hubiese cuestionado su liderazgo al frente del partido de Gobierno. La cosa iba de candidaturas, concretamente la de la Alcaldía de Madrid,Alcaldía de Madrid un puesto para el que ella misma se postuló este martes en la rueda de prensa posterior al Comité de Dirección de los conservadores madrileños.