Las diferencias políticas entre el secretario general de Podemos y su todavía número dos, Íñigo Errejón, son patentes desde hace meses. Pero este sábado, los dos principales dirigentes del partido las visibilizaron durante la presentación de sus propuestas de hoja de ruta política en Vistalegre II: para Iglesias, la clave de bóveda de la actividad de Podemos debe ser alcanzar el poder a través de las "victorias sociales", mientras que Errejón apuesta por no limitarse a "cantarle las cuarenta" a las élites, sino llegar a gobernar para "enseñarles la puerta de salida".
El debate sobre documentos políticos fue el primero que se celebró en la primera de las dos jornadas del congreso, este sábado, y las llamadas a la unidad por parte de todos los equipos fueron, sin duda, los momentos más aplaudidos. El primero en defender su propuesta fue Iglesias, que, acompañado de la diputada Noelia Vera, planteó que la ventana de oportunidad que sirvió para la irrupción de Podemos en el espacio político "sigue abierta", aunque alertó de que el Gobierno del PP "no es débil, sino de restauradores", una de las principales diferencias que mantiene con Errejón.
"Podemos liderar un bloque político de cambio, pero no reconozcamos la geografía idelógica del parlamento", denunció igualmente Iglesias, que recordó que su partido nació "diciendo que las viejas categorías no valían". "No me creo que el PP esté en la derecha y el PSOE en la izquierda, son los representantes de las élites y no podemos parecernos a ellos ni en los andares", sostuvo el secretario general, que, en una alusión velada a Errejón, sostuvo que "la transversalidad no tiene que ver con parecerse a Ciudadanos o al PSOE, tiene que ver con parecerse a España”.
Errejón, por su parte, insistió en una de las claves de su proyecto: Podemos debe evitar quedar retratado como un partido de extrema izquierda y mostrarse como una alternativa real de gobierno. “Hemos obligado a los viejos partidos a intentar parecerse a nosotros”, señaló Errejón, que sin embargo afirmó que Podemos no debe limitarse a “tirar de las orejas” a sus adversarios. “No hemos venido sólo a cantarles las cuarenta, hemos venido a afirmar la soberanía popular, a recuperar las instituciones, a enseñarles la puerta de salida”, declamó el todavía número dos del partido.
De igual manera, Errejón lanzó mensajes al PP, al PSOE y a Ciudadanos. A los primeros, que este fin de semana también celebran su congreso, les retó a tener “cuidado, no vaya a ser que el próximo [congreso] lo tengan que celebrar en un centro penitenciario”, y comparó el debate de Vistalegre II con el del encuentro del PP, en el que “la gran diferencia es saber si lo que era un águila antes, ahora es una gaviota o un charrán”. Las palabras duras también fueron para Ciudadanos: “Los liberales de Cádiz defendían la soberanía de nuestro pueblo, no ponerla de rodillas ante los poderosos”, denunció Errejón, que aseguró que “a partir del lunes, más Podemos, más juntos, más fuertes, más voluntad”.
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No obstante, el discurso más aplaudido y que más levantó los ánimos del debate de documentos políticos fue el del líder de Anticapitalistas, Miguel Urbán, que compareció junto a la secretaria general andaluza de Podemos, Teresa Rodríguez. Urbán comenzó su intervención criticando que ha habido “mucho ruido y demasiado espectáculo” en los últimos meses en el partido, un ruido que “ha podido tapar el debate político y de ideas”. Por ello, el eurodiputado hizo una llamada a la unidad que provocó la mayor ovación de la mañana en Vistalegre: “Somos tan grandes como los enemigos que elegimos, y tan pequeños como el miedo que les tengamos: aquí dentro no hay enemigos, somos compañeros”, exclamó.
“Los enemigos están fuera, y son poderosos”, continuó Urbán, que aseguró que Podemos es el antídoto a “los fantasmas del fascismo” que representan el presidente de EEUU, Donald Trump, o la líder del Frente Naional francés, Marine Le Pen. “Nuestros enemigos son las élites, y no nos podemos equivocar nunca de enemigos ni olvidar quiénes somos”, insistió el dirigente. Con él coincidió Rodríguez, que sin embargo centró su intervención en defender que Podemos tiene que poner en el centro de su actividad la movilización social.
“Hay que pelear de nuevo, si no, podemos encaminarnos a la trampa mortal de ganar el poder y no poder cambiar la vida”, alertó la líder andaluza, que sostuvo que “nadie en la historia ha abandonado sus privilegios por las buenas”. “Por eso la movilización no es una consigna estética, ni identitaria, porque cuando la gente pelea en las calles, las victorias son más duraderas”, insistió Rodríguez para dejar clara la posición anticapitalista en uno de los debates que ha polarizado Podemos en los últimos meses.
Las diferencias políticas entre el secretario general de Podemos y su todavía número dos, Íñigo Errejón, son patentes desde hace meses. Pero este sábado, los dos principales dirigentes del partido las visibilizaron durante la presentación de sus propuestas de hoja de ruta política en Vistalegre II: para Iglesias, la clave de bóveda de la actividad de Podemos debe ser alcanzar el poder a través de las "victorias sociales", mientras que Errejón apuesta por no limitarse a "cantarle las cuarenta" a las élites, sino llegar a gobernar para "enseñarles la puerta de salida".