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Todo lo que España está haciendo y todo lo que no hace para proteger la biodiversidad

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El concepto biodiversidad es reciente, pero es milenario todo lo que engloba. Se refiere a la variedad de organismos vivos sobre la Tierra. Nuestra biodiversidad, en España, abarca los ecosistemas y sus habitantes de los que podemos presumir y presumimos. Las tablas de Daimiel, Doñana, las playas con bandera azul, la caldera de Taburiente o los osos pardos de la Cantabria salvaje: España puede presumir y presume de ser referente de biodiversidad en Europa, y eso también es riqueza. El orgullo es parte de la Marca España, dicen desde el Gobierno. Desde las principales asociaciones ecologistas replican: nuestro país no hace nada para evitar la destrucción de la biodiversidad que asola el globo, dentro y fuera de nuestras fronteras. El Gobierno se ha comprometido a una serie de objetivos a cumplir en 2020 para frenar la contaminación del suelo, del aire y del agua, el acorralamiento de fauna y flora o la sobreexplotación de los recursos naturales. Todas las organizaciones coinciden en que no vamos a llegar.

La ministra de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, propuso la semana pasada en la comisión correspondiente del Congreso 66 medidas a llevar a cabo por su cartera. En el sector agroalimentario, en el sector pesquero y en el medioambiental. Ninguna propuesta incluía la palabra "biodiversidad" y ninguna estaba dirigida específicamente a cumplir con lo firmado. Los acuerdos por los que está obligado el país a proteger sus entornos naturales son dos: las metas de Aichi, parte del Plan Estratégico para la Diversidad Biológica 2011-2020 (de nivel internacional) y la Estrategia Europea sobre Biodiversidad hasta 2020. WWF y Seo/Birdlife se hicieron eco de un análisis del primero que afirmaba que el progreso del país en 16 de las 20 metas de Aichi es "insuficiente". Ecologistas en Acción abordó el cumplimiento del convenio europeo y, como informó este medio, España solo ha completado una de las 37 acciones que recomienda el plan comunitario.

Ecologistas: qué proponen hacer

"La diversidad de vida en el planeta se halla amenazada por el cambio climático, la persecución directa de especies y su sobreexplotación; la destrucción y fragmentación de los hábitats por la contaminación, la urbanización, la agricultura intensiva o la gestión ineficiente del agua; o la acción de las especies exóticas invasoras", concluyen WWF y Seo/Birdlife en el análisis que difundieron sobre nuestro cumplimiento de las metas de Aichi. A nivel mundial, según la FAO, el 60 % de los ecosistemas mundiales están degradados o se utilizan de manera insostenible; el 75 % de las poblaciones de peces están sobreexplotadas o significativamente agotadas, y desde 1990 se ha perdido el 75 % de la diversidad genética de los cultivos mundiales.

España es una joya natural. Según un análisis de la OCDE de 2015, el 30% de todas las especies endémicas europeas están presentes en nuestro país. Contamos con cuatro de las nueve regiones biogeográficas del continente. El mismo informe señala que el 31% de los vertebrados terrestres dentro de nuestras fronteras están amenazados, así como el 49% de los hábitats están en una situación "desfavorable" y el 14% en una situación "muy desfavorable". El documento recoge que las principales amenazas para los hábitats son la agricultura, el impacto sobre los humedales y el medio marino y el turismo. Para las especies, la agricultura (de nuevo en primer lugar), la contaminación y la urbanización.

Ecologistas en Acción tiene tres propuestas, tres decisiones que, a su criterio, lograrían frenar el retroceso en nuestro país. La biodiversidad, señalan, no es un ámbito aislado que necesite políticas exclusivas: deben ser transversales. Se trata de incluir el respeto a los ecosistemas en la legislación sobre agricultura, sobre agua, sobre transporte y sobre energía. La organización defiende "condicionar todas las políticas sectoriales al objetivo de detener la pérdida de biodiversidad". "Nuestras políticas no son coherentes entre sí. Es como un tren que tiene dos máquinas en cada extremo" ilustra el responsable de Conservación de la organización, Theo Oberhuber.

Para Juan Carlos Atienza, de Seo/Birdlife, esto debería ser también la prioridad. En la COP 13 sobre Diversidad Biológica, recuerda el activista, se aprobó la Declaración de Cancún, que incidía en la importancia de las políticas sectoriales para proteger nuestros entornos naturales. La necesidad de una lucha transversal ya era recogida por otras declaraciones de intenciones como las Prioridades de Cibeles, adoptadas en la Conferencia de Madrid sobre biodiversidad de 2010.

Consideran también vital reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (el escenario que plantea España incluye seguir aumentándolas hasta 2020) y adaptarnos al cambio climático, así como aprobar en 2018 un plan de emergencia que luche por llegar a los objetivos firmados por el país. “Especialmente importante es que este plan incluya actuaciones concretas para actuar sobre las causas subyacentes a la destrucción de la biodiversidad", aseguran, entre las que se encuentran el modelo económico y de consumo. La ONG propone, además, incrementar la lucha contra las especies exóticas invasoras y eliminar incentivos y subvenciones "contrarias a la conservación" como las que reciben las nuevas plantaciones de regadío, ejemplifica Oberhuber. "No hay agua suficiente y están sobreexplotando los acuíferos", destaca.

Atienza pone otro ejemplo de subsidios "que se dan desde la UE y se gestionan en España, y que financian políticas que van en contra de la biodiversidad": los que se otorgan a las plantaciones de agricultura extensiva, que "retiran lindes y hacen campos cada vez más grandes", asegura. Como aprendimos en Primaria, la cadena alimentaria se resiente si uno de los eslabones falla, y en este caso los insectos, ante una vegetación tan uniforme a lo largo de tantas hectáreas, desaparecen. Con ellos los animales que se alimentan de ellos.

"No se trata de eliminar subsidios. La agricultura es la base de nuestra vida", recuerda el miembro de Seo/Birdlife. "Se trata de reorientarlos" y potenciar desde el Estado un sector primario respetuoso con la biodiversidad, que incluso logre que, para el consumidor final, sea más barato comprar un producto que ha sido elaborado en armonía con el entorno.

Qué se está haciendo

Las organizaciones medioambientales constatan una política de biodiversidad que, a medio camino, no ha cumplido más de la mitad de las metas que debería cumplir. ¿Cuáles son las principales carencias? Entre todas las actuaciones en campos concretos que establece la estrategia europea –conservar la diversidad genética, sensibilizar a la población, mejorar la gestión de las poblaciones de peces…– llama la atención las que se refieren a la ausencia, como critican, de políticas globales que aborden el problema. Ecologistas señala la inacción del Ejecutivo a la hora de llevar a cabo estrategias de restauración ecológica. Denuncia que están paralizados planes como la Estrategia Nacional de Restauración de Ríos o, en palabras de Oberhuber, la que se supone que es la herramienta maestra: el Plan Estratégico para el Patrimonio Natural y de Biodiversidad. Otros, asegura, no son objeto de seguimiento, como el Plan Nacional de Actuaciones Prioritarias de Restauración Hidrológico-Forestal.

Al respecto de las subvenciones y las políticas contradictorias, Atienza critica que el plan estratégico de preservación español ya incluye la biodiversidad como un elemento a tener en cuenta en las actuaciones de todos los ámbitos que afecten a la flora, a la fauna, a la salubridad de los ríos y los bosques. "En este país tenemos muchas leyes, somos líderes en eso. Pero no se cumplen", critica con ironía.

La estrategia española para la protección de la biodiversidad pasa por la Ley del Patrimonio Natural y la Biodiversidad, que establece como instrumentos los espacios protegidos, el citado plan estratégico paralizado según los ecologistas y el Inventario Español del Patrimonio Natural, que analiza año a año los avances en la preservación en cada uno de los espacios naturales de península e islas. "Los principios que inspiran la ley se centran en el mantenimiento de los procesos ecológicos esenciales y de los sistemas vitales básicos, en la preservación de la diversidad biológica, genética, de poblaciones y de especies, la variedad, singularidad y belleza de los ecosistemas naturales, y la diversidad geológica y del paisaje", se puede leer en la web del ministerio.

El último informe del inventario de diversidad biológica se remonta a 2014. Entre las conclusiones, recoge que desde 2009 –año del primer análisis– no se han producido "cambios sustanciales" en los indicadores, ya que "los resultados no se perciben en cortos espacios temporales, sino que se reflejan a largo plazo". Reconoce un cierto estancamiento y lo achaca, "sin duda", a que "muchos componentes, la mayoría relativos a la información forestal, han sufrido una ralentización en su actualización debido a la actual coyuntura económica".

El Ministerio de Medio Ambiente, en declaraciones a infoLibre, defiende su gestión y los logros conseguidos. Citan el mismo informe para destacar que "la OCDE situaba a España como un referente mundial en materia de biodiversidad" y que el organismo constata "el progreso significativo del comportamiento del medioambiente español, tanto en materia legislativa como en la aplicación de programas". Con respecto al cuestionado plan estratégico de diversidad biológica, desde el ministerio contradicen abiertamente a los ecologistas, asegurando que un 79% de las acciones planteadas se estaban desarrollando o se habían llevado a cabo ya. En 2017 finaliza y "existe una buena expectativa para los resultados esperados" a su término. "Desde luego, la intención del ministerio es dar cumplimiento a todas las metas de Aichi en el año 2020", asegura la institución.

El departamento reivindica que, si bien no hay ninguna mención directa a las obligaciones de 2020, ninguna nueva norma que tenga como objetivo llegar con los deberes hechos, la ministra Tejerina sí incluyó la biodiversidad en sus propuestas del 21 de diciembre. Entre otras propuestas, el departamento de comunicación de la cartera destaca la ampliación prevista de la Red de Parques Nacionales y el trabajo contra las especies exóticas invasoras, que pasa por plantear la "revisión de la Ley de Patrimonio Natural y Biodiversidad" con el objetivo de que las acciones sean "compatibles con la actividad y el empleo sostenibles en el medio rural". En su análisis de las medidas anunciadas, las asociaciones ecologistas coincidieron en que para luchar contra estas especies hace falta cumplir la ley, y rechazaron "modificaciones para forzar actividades económicas incompatibles con la conservación de la naturaleza". Una sentencia del Supremo  de marzo de este año dejó de amparar a la caza y la pesca como métodos para erradicar a las especies no deseadas. Los activistas desean que se cumpla y consideran que la intención de Tejerina es seguir contando con estas prácticas como aliadas en este ámbito.

El caso de la Red Natura

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Muchos de los avances que celebra el informe de la OCDE son relativos a la Red Natura 2000, un conjunto de espacios naturales bien conservados, que debe garantizar la preservación de las especies vegetales y animales que los habitan. Está compuesta de Lugares de Interés Comunitario (LIC) y de Zonas de Especial Protección de las Aves (ZEPA). En el caso de los LIC, la normativa europea establece que los LIC declarados deben convertirse en Zonas de Especial Conservación (ZEC) en un plazo de seis años como máximo. Se consigue gracias a un plan de gestión que establezca de manera clara las medidas a tomar para garantizar la biodiversidad del territorio.

La ministra Tejerina avanzó el pasado 21 que su cartera pretende aprobar nueve planes de gestión de enclaves marinos protegidos y 46 planes para zonas de protección para aves, así como impulsar la aprobación de nuevas ZEC. Con datos de este año, el 60% de los espacios de la Red Natura en territorio español son protegidos por ley. En su informe Naturómetro 2016, WWF señala que falta iniciativa política, legislación y concreción en los planes que regulan los espacios protegidos. No se aprueban todos los que se deberían y los que se aprueban son deficientes, dicen.

"¿En qué nos afecta cómo país el incumplimiento de los compromisos firmados de biodiversidad?". La pregunta iba lanzada a las multas que la Unión Europea podría imponer a España, pero Theo Oberhuber, de Ecologistas en Acción, considera que nos afecta mucho más allá de burocracia. "Hay que ser conscientes de que la biodiversidad es lo que hace que podamos respirar, que podamos comer. La destrucción de la biodiversidad atenta directamente contra el interés humano".

El concepto biodiversidad es reciente, pero es milenario todo lo que engloba. Se refiere a la variedad de organismos vivos sobre la Tierra. Nuestra biodiversidad, en España, abarca los ecosistemas y sus habitantes de los que podemos presumir y presumimos. Las tablas de Daimiel, Doñana, las playas con bandera azul, la caldera de Taburiente o los osos pardos de la Cantabria salvaje: España puede presumir y presume de ser referente de biodiversidad en Europa, y eso también es riqueza. El orgullo es parte de la Marca España, dicen desde el Gobierno. Desde las principales asociaciones ecologistas replican: nuestro país no hace nada para evitar la destrucción de la biodiversidad que asola el globo, dentro y fuera de nuestras fronteras. El Gobierno se ha comprometido a una serie de objetivos a cumplir en 2020 para frenar la contaminación del suelo, del aire y del agua, el acorralamiento de fauna y flora o la sobreexplotación de los recursos naturales. Todas las organizaciones coinciden en que no vamos a llegar.

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