Trias gana en Barcelona pero Collboni y Colau reivindican un pacto de izquierdas para la ciudad

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Vuelve Convergència. Con otro nombre (Trias per Barcelona), pero parecido proyecto. El ex alcalde de CiU Xavier Trias se impone en la capital catalana y se hace con 11 concejales, derrotando a la hasta ahora alcaldesa, Ada Colau (9), y el líder del PSC, Jaume Collboni (10), que pierde un regidor y gana dos, respectivamente. La ciudad más poblada de Cataluña, si nada cambia, hará un viraje a la derecha y se desandará buena parte de las transformaciones impulsadas durante dos legislaturas entre los comunes y socialistas.

Sin embargo, nadie puede darlo todo por cerrado esta noche y madrugada. Menos aún tras la experiencia de 2019, cuando el candidato de ERC, Ernest Maragall, se veía de alcalde y no lo logró, a pesar de ganar los comicios. “Quiero felicitar al señor Trias por los buenos resultados, pero quiero decir de una forma muy clara que Barcelona ha votado iniciar una nueva etapa y también ha votado progresista”, ha defendido Collboni, que ha remachado: “Tenemos la oportunidad y el deber de abrir una nueva etapa en Barcelona de progreso y estabilidad. Por eso digo de una forma muy clara que el PSC no renuncia a nada”.

Colau, la gran derrotada de la noche, no se da por vencida, tampoco. “Esta es una ciudad progresista, hemos gobernado con acuerdos progresistas y es cierto que Xavier Trias ha quedado primero, pero ha quedado lo ha hecho con 11 concejales y las fuerzas progresistas sumamos 24 y, por tanto, creo que es una obligación interpelar a ERC y PSC para hablar y ver si esta mayoría podría tener una experiencia de gobierno. Esto se tiene que hacer”. “Nos comprometemos a hacer el máximo esfuerzo para que en esta ciudad no hagamos ni un paso atrás”, ha sentenciado, mientras ha asegurado que mañana mismo se pondrá a trabajar para lograr un acuerdo tripartito de izquierdas.

Menos claro ha sido Maragall, que ha felicitado a Trias por la victoria y lo ha emplazado a buscar un liderazgo fuerte. Sin embargo, no ha dado nada por cerrado: “Toca ponernos a disposición de la ciudad y de la voluntad mayoritaria y suficiente para construir ese gobierno estable que la ciudad necesita”. “No nos rendiremos, no nos callaremos, estaremos aquí, defenderemos la ciudad, con todas nuestras fuerzas”, ha añadido.

Trias, que ha sido de los primeros en comparecer ante los medios, se ve como alcalde. “No me podía imaginar que hace tres horas estaríamos así”. Esas han sido las primeras palabras de Trias, que ha logrado elevar la representación de su partido en el pleno de Barcelona de cinco a 11 concejales. El ex alcalde ha estado rodeado de la presidenta de Junts, Laura Borrás, el secretario general de la formación posconvergente, Jordi Turull, así como pesos pesados de la formación en la capital catalana, como Jordí Martí, visiblemente emocionado.

“En su día expliqué que me presentaba y que lo hacía para ganar las elecciones y para ser alcalde de Barcelona. Lo seré”, ha afirmado, tras cosechar 149.235 votos. “Somos conscientes de los resultados que hemos tenido y de los que han tenido otros. Mi felicitación al PSC, a los comunes, a ERC y al resto de fuerzas que han tenido representación”, ha agradecido el exalcalde.

Sea como sea, los gritos de “alcalde” no se han hecho esperar en la sede electoral de Junts, donde la noche ha empezado con dos salas y dos equipos siguiendo el recuento de votos: por un lado los de Trias y por el otro el núcleo duro del partido, con Borrás, con posiciones más extremas y unilateralistas, y Turull, más pragmático y templado.

Junts se ha impuesto en los distritos de Les Corts, Sarrià-Sant Gervasi, Gràcia y Eixample, el PSC en Sant Martí, Horta-Guinardó, Nou Barris y Sant Andreu y los comunes en tan solo Sants-Montjuïc y Ciutat Vella. ERC no ha ganado en ningún distrito, aunque ha cosechado cinco concejales, la mitad de los que obtuvo en 2019.

La extrema derecha entra en el Ayuntamiento

La otra gran noticia de la noche es la entrada, por primera vez, de la extrema derecha en el Ayuntamiento de Barcelona. Lo hace con dos concejales, Gonzalo de Oro-Pulido Plaza y Liberto Senderos Oliva. El PP, por su parte, está muy satisfecho, porque dobla su representación en el hemiciclo al pasar de dos a cuatro regidores.

Quien no tiene nada que celebrar son Ciudadanos y Valents, que desaparecen del hemiciclo barcelonés. “Colau ya no será alcaldesa de Barcelona, que es una cosa que todos celebramos. Creo que es algo de lo que todos nos tenemos que congratular, es una buena noticia”, ha dicho Eva Parera, líder de Valents. Sin embargo, en 2019 fue ella misma quien logró hacer a Colau alcaldesa, de la mano de Valls y el ex ministro socialista Celestino Corbacho, además de los votos del PSC.

El cinturón rojo del PSC resiste en el área de Barcelona

El cinturón rojo catalán, vinculado históricamente al PSC y situado en Barcelona y sus municipios colindantes, resisten. La alcaldesa de l’Hospitalet de Llobregat, la segunda ciudad de Cataluña, además de presidenta de la Diputación de Barcelona, Núria Marín, pierde la mayoría absoluta, a pesar de perder un concejal. ERC y PP logran cuatro concejales ambos (Esquerra suma uno más que en 2019 y PP entra con los cuatro regidores) Vox irrumpe con tres y l’Hospitalet en Comú Podem tres concejales más.

En Santa Coloma de Gramenet el efecto Rufián, que encabeza la lista de ERC allí, no logra frenar la mayoría absoluta socialista, que se hace con 17 concejales y reúne la mayoría absoluta en la novena ciudad con más habitantes de Cataluña. Esquerra logra cuatro concejales, uno más que en 2019 y el PP y Ciudadanos resisten con dos regidores, los mismos con los que se estrena Vox. La marca de los comunes allí desaparece. En Sant Adrià de Besòs también se impone el PSC, obteniendo la mayoría absoluta, fijada en 11 regidores. Ocurre lo mismo en Cornellà de Llobregat. Misma fotografía en Esplugues de Llobregat y Sant Boi de Llobregat.

Donde el PP tiene mucho que celebrar es en Badalona. Xavier García Albiol arrasa en la cuarta ciudad de Cataluña. Los populares logran 18 concejales y el 55,73% de los votos, siete más que en las elecciones municipales de 2019 y cuatro por encima de la mayoría absoluta, fijada en 14 concejales. El PSC, con el alcalde Rubén Guijarro a la cabeza, logra cuatro (-2), ERC dos, los comunes dos (iguala los resultados de 2019) y Guanyem (candidatura municipalista vinculada a la CUP) uno.

En el Prat de Llobregat vuelven a imponerse los comunes. Es una ciudad del área metropolitana de Barcelona especialmente significativa, pues allí se encuentra el aeropuerto de Barcelona, una infraestructura que hace meses está en debate. En concreto, por si se debe ampliar o no, a pesar de afectar a una zona medioambientalmente protegida. Los comunes apuestan por dejarlo todo como está, mientras el PSC, segunda fuerza allí, propone hacerlo crecer y aumentar el número de vuelos intercontinentales y de pasajeros.

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Un partido catalán de extrema derecha se impone en Ripoll

La extrema derecha catalana gana las elecciones en Ripoll (10.641 habitantes). Con el 100% del voto escrutado, Sílvia Orriols, líder de la formación identitaria Aliança Catalana se hace con seis concejales en este consistorio de Girona. Pasa de un asiento, bajo las siglas de Front Nacional de Catalunya (FNC) en 2019, a los actuales seis.

Allí Junts logra tres asientos, los mismos que ERC, mientras el PSC y la CUP logran dos concejales. Som-hi Ripoll, una escisión de Junts, se hace con un regidor. La mayoría absoluta está fijada en nueve concejales, de modo que un pacto entre distintos partidos puede evitar que la extrema derecha independentista tome el mando de este municipio.

Vuelve Convergència. Con otro nombre (Trias per Barcelona), pero parecido proyecto. El ex alcalde de CiU Xavier Trias se impone en la capital catalana y se hace con 11 concejales, derrotando a la hasta ahora alcaldesa, Ada Colau (9), y el líder del PSC, Jaume Collboni (10), que pierde un regidor y gana dos, respectivamente. La ciudad más poblada de Cataluña, si nada cambia, hará un viraje a la derecha y se desandará buena parte de las transformaciones impulsadas durante dos legislaturas entre los comunes y socialistas.

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