"A nivel de arrendamientos era un pitorreo, la mayoría de ellos eran recomendaciones de la propia Esperanza Aguirre". El entrecomillado pertenece al escrito entregado a la Fiscalía Anticorrupción y al juez que investiga el caso Púnica por Guillermo Ortega, exalcalde de Majadahonda y preso por su condena a 38 años en Gürtel. Aquel pitorreo, sostiene Ortega en su texto, era el que se producía en la empresa pública Mercado Puerta de Toledo SA, un de las sociedades dependientes del ya desaparecido y gigantesco organismo Instituto Madrileño de Desarrollo (Imade). El exalcalde asegura que hasta se destinó dinero público a pagar obras en locales alquilados a distintas entidades. Entre ellas, menciona el Sindicato Libre del Transporte y AJE, siglas que se corresponden con la Asociación de Jóvenes Empresarios. Sus sedes se localizaban en aquel mercado reconvertido en centro de empresas a escasa distancia del Museo Reina Sofía y cuya sociedad gestora también ha sido ya extinguida.
A la lista de entidades con arrendamientos recomendados por Aguirre, Ortega incorpora a la "Asociación de Víctimas de Terrorismo". Pero la que realmente tuvo sede en Puerta de Toledo fue la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M, minoritaria respecto a la que fundó Pilar Manjón y a la que pese a ello primó el Gobierno de Aguirre. Este periódico no logró contactar ni con AJE ni con la citada asociación de víctimas. En cambio, quienes atendieron la llamada desde la sede del Sindicato Libre de Transporte prometieron ofrecer una versión. Pero ni devolvieron la llamada ni nadie volvió a coger el teléfono en el que ahora es su cuartel general.
En un párrafo acorde con el conjunto de su declaración y el resto del escrito, Ortega escribe lo siguiente: "Desde el Mercado Puerta de Toledo, entre otras empresas del grupo Imade, se pagaron facturas por unos trabajos que se realizaron y, otras veces, esas facturas eran infladas para poder desviar fondos a lo que la Presidencia de la Comunidad de Madrid estimase conveniente".
Como publicó infoLibre el viernes, el texto de Ortega no ofrece dudas sobre el papel que asigna a la expresidenta. "Aquello –escribe el antiguo regidor de Majadahonda– era una máquina de gastar, sin ningún género de dudas con el conocimiento de Esperanza Aguirre".
El jueves, Ortega amplió su escrito con una declaración a petición propia en la Audiencia Nacional. En esa comparecencia confirmó el texto. E incriminó a Aguirre en la financiación irregular del PP madrileño mediante el desvío de fondos con facturas infladas . Su control, remarcó, le permitieron tener lo que a la vista de lo que el exalcalde iba relatando en calidad de testigo bautizó el juez como "fondo de armario" para gastos del partido. Imputada por la financiación del PP, la expresidenta que más poder acumuló en Madrid ha negado siempre de forma tajante todas las acusaciones. Su versión se sustenta en dos afirmaciones: que ni sabía nada de las cuentas del partido porque eso lo llevaba el gerente, Beltrán Gutiérrez; ni jamás autorizó ni supo de ninguna actividad ilegal.
Del Imade, pieza clave en las investigaciones del caso Púnica sobre la financiación del PP de Madrid, dependían más sociedades además de Mercado Puerta de Toledo SA. Pero es esa la que Ortega conoce de primera mano porque en 2005 Aguirre lo recolocó en su presidencia tras un escándalo urbanístico que presagiaba el posterior estallido de Gürtel y que le había forzado a dejar la alcaldía de Majadahonda. Fue a través de esa sociedad, asegura el antiguo regidor de Majadahonda, como se pagaron obras en locales alquilados a terceros por la empresa pública. "A nivel de arrendamientos era un pitorreo, la mayoría de ellos eran recomendaciones de la propia Esperanza Aguirre", escribe. Y los pagaban "todos los madrileños" con el presupuesto del Imade. El exalcalde ha ofrecido al juez identificar las facturas infladas si pone a su disposición las cuentas de Mercado Puerta de Toledo SA.
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Entre los beneficiarios de aquella política cuyo diseño y dirección atribuye a Aguirre, el texto de Ortega incluye dos entidades relacionadas con la moda: la Asociación de Diseñadores de España y la Fundación Jesús del Pozo.
Es esta última la que Ortega toma como paradigma del "pitorreo" de los alquileres. "No solo no estaba contento [Del Pozo, fallecido en 2011] con pagar solo un euro por metro cuadrado sino que, además, se le pagaban reformas en sus locales y se le cedían cada vez más metros". El texto sigue adelante: "Cuando se le negaba algo, cosa que era a menudo, yo recibía una llamada de la presidenta para que se le diese lo que pedía".
"Igual –prosigue el escrito– era con el Sindicato Libre de Transportes, con sede en el Mercado Puerta de Toledo, y se les pagaban las reformas de los locales a muchos más". Es entre esos "muchos más" donde el exalcalde incluye a AJE y "Asociación de Víctimas del Terrorismo".
"A nivel de arrendamientos era un pitorreo, la mayoría de ellos eran recomendaciones de la propia Esperanza Aguirre". El entrecomillado pertenece al escrito entregado a la Fiscalía Anticorrupción y al juez que investiga el caso Púnica por Guillermo Ortega, exalcalde de Majadahonda y preso por su condena a 38 años en Gürtel. Aquel pitorreo, sostiene Ortega en su texto, era el que se producía en la empresa pública Mercado Puerta de Toledo SA, un de las sociedades dependientes del ya desaparecido y gigantesco organismo Instituto Madrileño de Desarrollo (Imade). El exalcalde asegura que hasta se destinó dinero público a pagar obras en locales alquilados a distintas entidades. Entre ellas, menciona el Sindicato Libre del Transporte y AJE, siglas que se corresponden con la Asociación de Jóvenes Empresarios. Sus sedes se localizaban en aquel mercado reconvertido en centro de empresas a escasa distancia del Museo Reina Sofía y cuya sociedad gestora también ha sido ya extinguida.