"¿Qué pasará cuando en el juicio oral el juez pregunte sobre la anotación con el nombre de Rajoy en los papeles de Bárcenas? ¿Quién lo defenderá? ¿El abogado del PP acusado de ser partícipe a título lucrativo?" Esa es la pregunta que lanzó el exmagistrado de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón en relación con el papel jugado por el presidente del Gobierno en funciones en la trama Gürtel y que se desprende de la aparición de su nombre en los papeles de Bárcenas. En la presentación de su nuevo libro, Baltasar Garzón en el punto de mira, el que fuera el primer juez instructor del proceso, inhabilitado por ordenar y autorizar grabaciones ilegales entre miembros de la trama dentro de prisión aseguró que Rajoy debería "declarar voluntariamente en el juicio".
"Debería estar feliz de poder declarar", ya que, a juicio del exmagistrado, "ser el presidente del Gobierno implica que los ciudadanos deben confiar en ti, y si existe algún tipo de mácula o sospecha sobre tu persona deberías facilitar todos los mecanismos para que se oiga tu voz". Garzón calificó la trama como un "conjunto de empresarios desaprensivos que entraron en una rueda de enriquecimiento ilícito apoyados por unos políticos que confundieron el servicio público con aprovecharse del servicio público".
Para el exjuez, se ha "banalizado sistemáticamente la corrupción desde la dictadura", hasta el punto de que "los partidos presuntamente corruptos ganan elecciones". Aunque insiste en "respetar siempre la presunción de inocencia ", el exmagistrado insistió en la "importancia de depurar responsabilidades políticas, algo de lo que no hay tradición en España". Para Garzón, "ahora se están yendo los corruptos que robaron hace años, pero también se deberían ir los políticos que ampararon esa corrupción". "El señor Rajoy no pasaba por allí, era un alto responsable", concluyó el exmagistrado.
Ante las críticas al aparato judicial por los largos procesos para juzgar los casos de corrupción o la imagen de falta de independencia del Poder Judicial respecto al Legislativo y el Ejecutivo, Garzón admitió no estar de acuerdo con el sistema, "pero sí con las personas que administran justicia, porque los conozco y porque me he leído sus resoluciones". El exmagistrado fue especialmente crítico con "el sistema de falta de mérito para elegir a los jueces". "A mi no me preocupa que el Parlamento elija al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ)", manifestó, sino que "lo que me preocupa es que los jueces no sean independientes, pero porque no quieren serlo". "El ejecutivo tiene fuerza para poner en la picota a un juez", manifestó Garzón respecto a la "persecución" que vivió cuando instruyó el caso de los GAL, donde "durante casi un año, día tras día, mi imagen se reproducía junto a líderes de Herri Batasuna o terroristas de ETA", pero el Gobierno "no puede evitar que se haga justicia".
"Los jueces de investigación tienen que dejar la instrucción y tiene que ser un fiscal independiente quien dirija la instrucción penal", aseguró Garzón, que añadió que España "es el país con menos jueces", por eso,dijo, se producen instrucciones como la de Gürtel, "que comenzó en 2008, estamos en 2016, y cuando haya sentencia definitiva, agotados todos los recursos, estaremos en 2020". "Algo falla", sentenció.
Críticas al Supremo
Preguntado sobre si algún día el Tribunal Supremo se arrepiente de haberlo inhabilitado por ordenar las escuchas ilegales en el caso Gürtel, el exmagistrado de la Audiencia Nacional respondió que "siempre es posible que se arrepientan, pero poco probable", manifestando que "reconocer errores es difícil, pero no reconocerlos es peligroso".
"Si en instancias internacionales nos dicen que nos equivocamos, deberíamos prestar atención, pero nunca lo hacemos", lamentó, recordando que a él se le juzgó "en una única instancia y sin posibilidad de recurso". Garzón comparó su caso con la inhabilitación, también por prevaricación, del exjuez Elpidio Silva por mandar a Blesa a prisión: "Silva al menos tiene una segunda instancia ante la que recurrir. Juzgar en primera y única instancia va contra la ley, por eso tengo el caso en el Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas", argumentó.
Garzón considera que "hay que establecer ante quien responden los magistrados del Tribunal Supremo, y para eso deben estar los mejores", dijo antes de confesar que esperaba que "ojalá se reconozca la inocencia de Elpidio Silva", porque, defendió "a un juez no se le puede condenar por la interpretación de una ley, en lo que puede acertar o no, y si no acierta, para eso existe la recusación".
"La investigación de los crímenes franquistas siempre fue un imposible", aseguró Garzón al ser preguntado sobre su etapa al frente de investigaciones relacionadas con la memoria histórica. "Estas investigaciones siempre chocaron con la barrera impenetrable establecida por el Tribunal Supremo, basada en una transición mal entendida y en una Ley de Amnistía que realmente era una ley de impunidad", criticó el exjuez, que denunció la "amenaza de la fiscal general del Estado", Consuelo Madrigal, "a aquellos jueces que intentan colaborar con la Justicia argentina en todo lo que se refiere al franquismo y a sus crímenes", unos hechos cubiertos, manifestó, "con un manto de impunidad formal y oficial".
"La judicialización del 'procés' es un error histórico"
Para Garzón, que llegó a concurrir en las listas socialistas al Congreso de los diputados, "no es agradable ver al PSOE en esta situación para una persona progresista y de izquierdas como yo". Garzón, como presidente de la plataforma Convocatoria Cívica, volvió a pedir "una confluencia de las fuerzas progresistas, Unidos Podemos, PSOE y Ciudadanos". "A mí no me dan miedo unas terceras elecciones, lo que no me explico es cómo pudimos llegar a unas segundas", dijo el exmagistrado, que defendió que en el 20D, la primera convocatoria electoral, se dio "un mensaje claro, el final del bipartidismo".
El exmagistrado también criticó la posición que ha tomado el Gobierno respecto al proceso soberanista de Cataluña. "La judicialización del procés es un error histórico, desde la criminalización de la consulta del 9N". Para Garzón, que afirma no ser partidario de la independencia, "mandar fiscales no es la solución para problemas políticos". "España es un país plural, con un conjunto de nacionalidades, guste o no guste, y lo mejor en estos casos es el diálogo, y el único límite, la violencia". "El procés es un hecho y hay que afrontarlo", concluyó.
"¿Qué pasará cuando en el juicio oral el juez pregunte sobre la anotación con el nombre de Rajoy en los papeles de Bárcenas? ¿Quién lo defenderá? ¿El abogado del PP acusado de ser partícipe a título lucrativo?" Esa es la pregunta que lanzó el exmagistrado de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón en relación con el papel jugado por el presidente del Gobierno en funciones en la trama Gürtel y que se desprende de la aparición de su nombre en los papeles de Bárcenas. En la presentación de su nuevo libro, Baltasar Garzón en el punto de mira, el que fuera el primer juez instructor del proceso, inhabilitado por ordenar y autorizar grabaciones ilegales entre miembros de la trama dentro de prisión aseguró que Rajoy debería "declarar voluntariamente en el juicio".