A las afueras de Niebla, a unos 30 kilómetros de Huelva capital, el polígono industrial Los Bermejales se despereza con un trasiego matutino de vehículos. A la estación de servicio de Repsol se le acumulan los clientes. Se ve movimiento, no frenesí. Entran y salen grandes camiones con el sello de la firma logística Welfrio Spain. Se suceden las grandes naves: Volvo, la refrigeradora de transportes Thermocar, la distribuidora para la hostelería Santos... En un extremo del polígono termina el asfalto junto a un aparcamiento sólo ocupado a medias por un puñado de caravanas. Se abre un camino de tierra. En apariencia, hacia la nada. Nadie toma esa dirección. ¿Dónde conduce el camino? Al entrar el coche levanta una nube de polvo amarillento. Recorridos unos 250 metros, en medio de la nada del campo, aparece una mole. Se supone que esa cosa debía ser la fábrica de pellets. Sólo que no lo es.
Una empresa fundada por el parlamentario andaluz Francisco Serrano, dos veces candidato de Vox a la presidencia de la Junta de Andalucía, protagonista de la espectacular irrupción de la ultraderecha en diciembre de 2018, obtuvo falseando su capital con maquinaria inexistente una ayuda del Ministerio de Industria de 2,48 millones de euros para la construcción de una fábrica de combustible a base de madera. El dinero no ha sido devuelto, según el Ministerio de Industria, que otorgó la ayuda. Serrano y su socio, Enrique Pelegrín, han sido objeto de una querella por parte de la Fiscalía Superior de Andalucía por un posible delito de fraude de subvenciones, que ahora investiga el TSJA por ser el primero de ellos de aforado, todo ello a raíz de una investigación de infoLibre [ver aquí el dosier del caso].
Cartel gubernamental a la entrada de las instalaciones.
Si el dinero no ha sido devuelto, ¿qué hay de la fábrica? Ahí la tienen, en las fotografías de este artículo. Una cerca con candado cierra el terreno. Las hierbas han ido devorando el camino. La sequedad del paisaje subraya la desolación. Un cartelón, lo más digno del conjunto, recuerda lo que fue el proyecto:
Construcción de Fábrica de Pellets. Polígono 21 - Parcela 113. Promueve: Bio Wood Niebla. Financia: Programa de Reindustrialización y Fomento de la Competitividad Industrial. Gobierno de España. Ministerio de Industria, Energía y Turismo.
Se ve una mole gris y lo que parece una caseta de ladrillo visto. Cero actividad. El abandono es total. La Policía Nacional comprobó in situ su absoluto abandono durante la investigación previa a la querella de la Fiscalía, confirmando con pruebas gráficas lo que había avanzado este periódico, explican fuentes del caso.
Allí no hay factoría, ni nada que se le acerque. La alcaldesa de Niebla, la socialista Laura Pichardo, calcula que hace un año que no hay obras ni movimiento. Bio Wood Niebla no contesta. Serrano tampoco. "Sigue todo parado. Sin novedad. Nos estamos dando un tiempo antes de revisar el contrato, pero eso es algo de lo que tendría que informar la secretaría del ayuntamiento. No sé qué tiempo tardarán, ni qué ocurrirá al final, ni si devolverán el dinero", repasa Pichardo, a la que le consta la realización de un proyecto de actuación, una cimentación y el comienzo de la nave, que está "vacía de contenido". Pichardo fue llamada a declarar por la Policía Nacional durante la investigación. La alcaldesa llevó todo el expediente del proyecto de Bio Wood Niebla en un pen drive. Estaba todo en orden por la parte del consistorio, que cedió los terrenos en alquiler, señalan fuentes del caso.
Vista lateral de la nave, protegida por una valla.
Gastos sin relación con la empresa
La Fiscalía Superior, en el escrito en el que acuerda la presentación de la querella, acusa a Serrano y Pelegrín de apropiarse de los 2,48 millones de euros. Es más, afirma tener ya constancia de que han usado 438.000 euros en fines que no tienen nada que ver con el proyecto financiado: retiradas de dinero en efectivo, préstamos, facturas, "gastos varios", según el decreto de la Fiscalía...
No sólo está en entredicho el uso del dinero. También el modo de conseguirlo. Serrano y Pelegrín lograron la ayuda gracias a un falseamiento del capital de la empresa, según se desprende del relato del propio Serrano. Le imputaron a la empresa la posesión de una maquinaria que en realidad no había sido adquirida. La empresa se constituyó el 30 de marzo de 2016 ante notario, con la falsa maquinaria. Solicitó la ayuda para la fábrica de pellets y la obtuvo, ingresando el dinero el 22 de diciembre de 2016. Ocho días después, el 30 de diciembre, Serrano y Pelegrín realizaron una reducción de capital, haciendo como que se devolvían las máquinas que teóricamente habían aportado.
El 99,43% del valor de la empresa (1.238.000 euros) radicaba en esa maquinaria inexistente: un secadero para biomasa aportado por el despacho de Serrano y tres granuladoras aportadas por Pelegrín. Una maquinaria que, según admitió Serrano a raíz de la primera información sobre el caso publicada por este periódico, en realidad no había sido adquirida ni cuando la ayuda fue solicitada ni cuando fue concedida. Si esa maquinaria no aparece, desaparece una posibilidad de explicar el gasto del dinero.
Porque lo obvio, absolutamente obvio, es que 2,48 millones de euros no se han podido ir en modo alguno a lo que hay en medio del campo, junto al Polígono Los Bermejales, en Niebla. Aquello es un desastre.
Promesas y anuncios
Y en su momento prometía. Al menos cuando sólo era eso, una promesa. La anunciada fábrica de pellets despertó elevadas expectativas.elevadas expectativas. La alcaldesa de Niebla y Pelegrín, que actuaba también en calidad de "director general", firmaron en marzo de 2017 un contrato de arrendamiento de 6,7 hectáreas de terreno por un periodo de 30 años para construir la factoría, que debía tener capacidad para fabricar más de 75.000 toneladas de pellets al año. El proyecto iba a generar al menos 12 empleos directos y cientos de empleos indirectos. De aquello no queda nada.
Las fechas fueron pasando una tras otra. El 25 de mayo de 2018 terminó el plazo de ejecución del proyecto. El 24 de agosto de ese mismo año se cerró el periodo de justificación de la inversión. Poco más de tres meses después, Serrano se presentó como cabeza de lista de Vox a las elecciones autonómicas, obteniendo 396.607 votos, 12 escaños, claves para encumbrar a Juanma Moreno (PP) y echar de la presidencia andaluza, tras casi 37 años, al PSOE. Serrano había prometido en campaña limpiar la Junta y echar a un PSOE corrupto. Siempre se ha presentado como azote de corruptos. También como denunciante de "paguitas", garante del buen uso de las ayudas públicas.
Ver másEl documento oficial que demuestra que el juez Serrano participó en el engaño para obtener una ayuda pública de 2,4 millones
Más fechas. El 5 de junio de 2019 acabó sin éxito el proceso de reintegro del préstamo de Bio Wood Niebla. El 20 de julio de ese mismo año se cerró el plazo de devolución voluntaria. Pero ni hay fábrica, ni dinero devuelto. El Ministerio de Industria es hoy denunciante en el caso penal contra Serrano, que salió de Bio Wood Niebla en octubre de 2017, y su exsocio. A raíz de la querella de la Fiscalía, Serrano ha dejado Vox, pero no su escaño, que le permite ser aforado. Antes del caso, Serrano también cargaba contra los aforamientos.
Ni el juez ni Pelegrín ni un tercer participante en el proyecto, Javier López, han respondido a las preguntas planteadas el destino del dinero o el futuro del proyecto, si es que hay algún futuro. "Cuando yo estuve, se hizo la explanación del terreno, un camino, la acometida de agua, un arquitecto hizo el proyecto...", se limitó Serrano a explicar a este periódico en octubre del año pasado. En las cuentas de 2018 de Bio Wood Niebla, aparece un gasto de 112.000 euros a nombre de una empresa, por una factura de 2 de enero de 2017. También aparecen dos liquidaciones de intereses de préstamo, de algo más de 100.000 euros cada una. La deuda de 2,48 millones figura en las cuentas de 2018 de Bio Wood Niebla, las últimas presentadas, ya con Serrano fuera de la compañía. Una segunda empresa sevillana administrada por Serrano, Proyectos e Inversiones Serralba, destinó en junio de 2017 a una sociedad extremeña de nueva creación, Pellex Energía, un millón de euros cuyo origen el juez se ha negado a aclarar hasta la fecha. ¿Cuál es el origen del millón extremeño? Ni el juez ni sus socios en su etapa empresarial han aclarado el origen del dinero, cuestión insistentemente planteada por este periódico.
Hay pocas cosas reales en el caso. No lo era el capital de la empresa. Tampoco la maquinaria. Sí lo fue el dinero público, contante y sonante. Pero no la fábrica de biocombustible que se debía construir con él.
A las afueras de Niebla, a unos 30 kilómetros de Huelva capital, el polígono industrial Los Bermejales se despereza con un trasiego matutino de vehículos. A la estación de servicio de Repsol se le acumulan los clientes. Se ve movimiento, no frenesí. Entran y salen grandes camiones con el sello de la firma logística Welfrio Spain. Se suceden las grandes naves: Volvo, la refrigeradora de transportes Thermocar, la distribuidora para la hostelería Santos... En un extremo del polígono termina el asfalto junto a un aparcamiento sólo ocupado a medias por un puñado de caravanas. Se abre un camino de tierra. En apariencia, hacia la nada. Nadie toma esa dirección. ¿Dónde conduce el camino? Al entrar el coche levanta una nube de polvo amarillento. Recorridos unos 250 metros, en medio de la nada del campo, aparece una mole. Se supone que esa cosa debía ser la fábrica de pellets. Sólo que no lo es.