Caso Serrano
El documento oficial que demuestra que el juez Serrano participó en el engaño para obtener una ayuda pública de 2,4 millones
El 30 de marzo de 2016, Francisco de Asís Serrano Castro cometió un acto que lo persigue hasta hoy y que echa al suelo una idea central de su defensa: que fue engañado y no participó en nada relacionado con el posible fraude. Lo cierto es que él también participó, con sus nombres y apellidos. Lo demuestra el documento que encabeza esta información, recabado por infoLibre del Registro Mercantil de la Provincia de Sevilla. Serrano, que ya había sido candidato de Vox en las elecciones andaluzas de 2015, y su socio, Enrique Pelegrín, constituyeron la sociedad Bio Wood Niebla SL el 30 de marzo de 2016. En el acto de constitución, Serrano afirmó en escritura pública que había adquirido una maquinaria que en realidad no había adquirido. No lo hizo Pelegrín, sino él mismo. Sin ese acto, sin esa declaración falsa, Bio Wood Niebla no hubiera podido obtener los 2,48 millones de euros del Ministerio de Industria, dinero supuestamente defraudado que ha llevado a una querella de la Fiscalía Superior contra Serrano y su exsocio. Esa querella ha sido ahora admitida a trámite por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía. La situación del exlíder andaluz de Vox se complica.
"Sufrí engaño y perjuicio económico para entrar en la sociedad y cuanto detecté irregularidades por parte del otro socio que era quien administraba, me desvinculé cuando aún había fondos para el proyecto por el que sea dio el crédito", afirmaba este miércoles Serrano. Pero, como demuestra este documento, no fue sólo "el otro socio". También Serrano administraba. Y también Serrano cometió irregularidades.
Ni Serrano ni Pelegrín han respondido a los reiterados requerimientos de este periódico para que ofrezcan su versión. Unos hechos que arrancan el 30 de marzo de 2016. Bio Wood Niebla fue constituida ese día. La idea de la empresa, finalmente materializada, era solicitar y obtener una ayuda pública del Ministerio de Industria. Lo lograron. Fueron 2,48 millones, concedidos en noviembre de 2016 e ingresados en diciembre. Dicha ayuda fue sólo posible porque Bio Wood Niebla SL declaraba tener un capital social de 1.245.000 euros. ¿Por qué? Porque la orden de los préstamos del Ministerio de Industria impedía que las empresas nuevas recibiesen más del triple de sus fondos propios [ver aquí información en detalle]. Es decir, con 1,24 millones era posible recibir 2,48 millones. Pero no hubiera sido posible si la empresa hubiera tenido como fondos propios, digamos, 7.000 euros.
Pero eso era, 7.000 euros, lo que tenía en realidad la empresa. Veamos. ¿Cómo se constituyó Bio Wood Niebla SL? Los socios fundadores fueron: 1) Serrano Abogados de Familia, Sociedad Limitada Profesional, representada en el acto de otorgamiento de escritura publica por el propio Francisco Serrano, su administrador único; y 2) Enrique Pelegrín. El capital social inicial de Bio Wood Niebla era de 1.245.000 euros, dividido en igual número de participaciones, cada una con un valor nominal de un euro. El capital se repartía en una proporción de 60%-40%, correspondiéndole a Serrano la parte mayor a través de su despacho, Serrano Abogados de Familia SLP.
Pelegrín se quedó con 498.000 participaciones (40%), a las que accedió mediante la supuesta aportación de tres granuladoras para la fabricación de pellets valoradas en 495.200 euros y otros 2.800 euros en efectivo, según la información en el Registro Mercantil. ¿Y Serrano? La aportación del despacho de Serrano combinó 4.200 euros en efectivo y un bien industrial. Lo inusual aquí es el bien aportado. Inusual, al menos, para un despacho de abogados. Más tarde se descubrió que no sólo era inusual porque un despacho de abogados aportase una máquina industrial a una empresa de fabricación de pellets, sino porque en realidad no había tal máquina.
Serrano Abogados de Familia SLP aportó en la constitución de Bio Wood Niebla un "secadero rotativo LN 10.000 con caldera de biomasa" valorado en 742.800 euros. Si le añadimos su aportación en efectivo, 4.200 euros, Serrano sumó 747.000 participaciones (60%). Todo ello figura en la información del Registro Mercantil consultada por este periódico y cuya primera hoja encabeza esta información. El propio Serrano como representante de su bufete –Serrano Abogados de Familia SLP– manifestó en escritura pública que había adquirido dicha maquina "por justo y legítimo título, no adeudando nada por su adquisición".
Literalmente, el Registro Mercantil recoge lo siguiente: "La entidad Serrano Abogados de Familia, Sociedad Limitada Profesional, es dueña del siguiente bien: 1) Un secadero rotativo LN 10.000 con caldera de biomasa y todos los componentes, filtraje y recuperación, con número de serie 033-2015 DP, manifestando el representante de la sociedad que ha sido adquirida por justo y legítimo título, no adeudando nada por su adquisición, que se valora en 742.800, no pesando ni gravamen ni reserva de dominio alguna". Ese "representante de la sociedad" que afirmaba poseer el secadero era el propio Serrano. La constitución de la empresa, con la declaración de Serrano, se produjo en la notaría de Álvaro Sánchez Fernández, en Sevilla.
"Ha sido adquirido por justo y legítimo título", declaró oficialmente Serrano, como recoge el documento. Pero no era cierto. Y era Serrano, que ahora se dice víctima de un "engaño", el que lo declaró en escritura pública. Ante notario.
Ahí empezó a rodar el proyecto, con una falsedad de origen. Una falsedad que afectaba al capital de la empresa, clave para la obtención de la ayuda de 2,48 millones de euros. Luego se suceden las fechas:
– 24 de noviembre de 2016: El Ministerio de Industria concede a Bio Wood Niebla SL 2,48 millones de euros para la construcción de una fábrica de pellets, es decir, de combustible a base de madera, en Niebla (Huelva).
– 22 de diciembre de 2016: El Ministerio de Industria ingresa el dinero en una cuenta de Targo Bank.
Y llega otro día clave: 30 de diciembre de 2016.
Reducción de capital
Situémonos. Bio Wood Niebla ha obtenido una ayuda de una cuantía que está determinada por unos fondos propios inflados con la aportación de una maquinaria que en realidad no existe. Poco más de un mes después de la resolución, ocho días después del cierre del año, a las puertas del final del ejercicio, el 30 de diciembre de 2016, la empresa del juez mengua hasta quedarse en la mínima expresión. La junta de socios de la compañía acuerda una drástica reducción de capital ¿Cómo? Mediante la devolución a los socios de la maquinaria aportada en la constitución.
La reducción de capital se hizo de nuevo ante el notario Álvaro Sánchez Fernández, cuya notaría aparece con la dirección Avenida de la Constitución, 25, en pleno centro de Sevilla, junto a la Catedral. El despacho de Serrano tenía como sede los números 23 y 25 de la Avenida de la Constitución, dirección que el juez y su socio dieron también a Bio Wood Niebla SL.
Con dicha reducción, el despacho de Serrano recupera el secadero. Pelegrín recupera las tres granuladoras. Los bienes devueltos a los socios fundadores suman un valor de 1.238.000 euros. Es decir, el 99,43% del valor de la empresa. Tras quedarse en el 0,57% de lo que era al nacer, Bio Wood Niebla cierra el año al día siguiente, 31 de diciembre, con unos números mínimos. El patrimonio neto y los fondos ascienden a 6.994,9 euros, resultado de restarle al capital, 7.000 euros, unas pérdidas de 5,1 euros. Son los números de una ínfima micropyme. El apartado más abultado de las cuentas de 2016, las únicas que ha presentado la empresa, es el de deudas a largo plazo: 2.489.000 euros. Se trata de la deuda contraída con Industria para financiar su planta de pellets en Niebla. Hoy ni la deuda está pagada, ni la fábrica funcionando, ni las obras en marcha. Y la deuda sigue figurando en las cuentas de Bio Wood Niebla de 2018.
De modo que la secuencia es así: constitución de la empresa con un capital de 1.245.000 euros, obtención de un préstamo de 2.489.000, reducción de capital de 1.238.000. Y como requisito para que todo ello ocurriera, Serrano tuvo que hacer como que dotaba a la empresa de una maquinaria que en realidad no aportaba.
La versión de Serrano
El 14 de octubre de 2019 infoLibre publicó la información que dio origen al caso Serrano. "Un proyecto empresarial fallido del juez Serrano le cuesta al Estado 2,4 millones", decía el titular [ver aquí]. Esa misma mañana, Serrano hizo público un hilo para exculparse. Entre otras cosas, decía: "En el momento de constituirse, se aportan dos máquinas necesarias precisamente para la fabricación de pellets. Estas fueron aportadas por el otro socio, Enrique Pelegrín, quien tenía sociedades en materia de biomasa". ¿"Fueron aportadas por el otro socio"? Lo cierto es que no. Lo dice el documento oficial que encabeza este artículo: las aportan Serrano y Pelegrín. Volvamos a la escritura pública: "La entidad Serrano Abogados de Familia, Sociedad Limitada Profesional, es dueña del siguiente bien: 1) Un secadero rotativo LN 10.000 con caldera de biomasa y todos los componentes, filtraje y recuperación, con número de serie 033-2015 DP, manifestando el representante de la sociedad que ha sido adquirida por justo y legítimo título, no adeudando nada por su adquisición, que se valora en 742.800 euros".
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El problema es que esas máquinas jamás fueron aportadas. Lo admite Serrano en el mismo comunicado de octubre de 2019. "La idea era que cada uno aportara el 50%, por ello la S.L.P Serrano Abogados de Familia contribuye aportando la otra máquina que se corresponde al valor de ese 50%. Ya en notaría, Enrique Pelegrín aportó facturas proforma referentes a esa maquinaria, lo cual es requisito para pedir el crédito al Ministerio de Industria. Tanto el Ministerio, como el notario y un servidor, que no había visto esa maquinaría, lo consideramos suficiente". Y luego añade: "Mi falta de confianza en este proyecto empresarial comenzó cuando me di cuenta de que las máquinas que se habían aportado mediante facturas proforma no habían acabado en poder de mi socio". Es decir, no hubo máquinas. Serrano no las había visto, pero eso no le impidió decir que las poseía "por justo y legítimo título".
La declaración falsa de maquinaria, desvelada por infoLibre, fue la que dio origen a la denuncia ante la Policía Nacional, que a su vez realizó una investigación que concluyó en la Fiscalía de Sevilla. De ahí pasó a la Fiscalía Superior, al ser Serrano aforado, y finalmente se ha convertido en una querella criminal contra Serrano y su socio, admitida por el TSJA [ver aquí el dosier del caso]. Ahora se juntan muchos elementos contra Serrano: la ayuda fue obtenida gracias a la imputación a la empresa de una maquinaria que no existía, el dinero no ha sido devuelto a Industria y la fábrica de pellets está sin hacer. Ante esto, el discurso de Serrano se resume en que fue engañado. Así lo afirmó tras la presentación de la querella en otro hilo de Twitter: "Sufrí engaño y perjuicio económico para entrar en la sociedad y cuanto detecté irregularidades por parte del otro socio que era quien administraba, me desvinculé cuando aún había fondos para el proyecto por el que sea dio el crédito".
La versión de Serrano tiene dos problemas. El primero es que el dos veces candidato de Vox conocía las irregularidades en diciembre de 2016, según se desprende de su versión, ya que él mismo afirmó que la reducción de capital que se hizo entonces fue para "ajustarnos a la legalidad". No obstante, no salió de la sociedad hasta octubre de 2017 [ver aquí información en detalle]. El segundo problema es la escritura ante notario de 30 de marzo de 2016: "La entidad Serrano Abogados de Familia, Sociedad Limitada Profesional, es dueña del siguiente bien: 1) Un secadero rotativo LN 10.000 con caldera de biomasa y todos los componentes, filtraje y recuperación, con número de serie 033-2015 DP, manifestando el representante de la sociedad que ha sido adquirida por justo y legítimo título, no adeudando nada por su adquisición, que se valora en 742.000 euros, no pesando ni gravamen ni reserva de dominio alguna". Lo dice un documento oficial, no un hilo de Twitter.