Feijóo reescribe las estadísticas de PIB y pobreza para descalificar la gestión económica del Gobierno

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“Debemos evitar que el futuro nos coja desprevenidos”. El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, volvió este martes al terreno de la economía para, sin abandonar sus negros pronósticos acerca de las consecuencias que tendrá la aprobación de una amnistía, alertar a los ciudadanos sobre las malas perspectivas económicas que, según él, tiene España.

“Lejos del triunfalismo del Gobierno”, advirtió en un acto organizado por la corporación mediática Atresmedia precisamente para especular en torno a lo que está por venir: “La situación española no es buena. ¿Por qué? Porque no lo hemos hecho bien en el último lustro”, aseguró.

Para apoyar su teoría, y “no traer muchos datos económicos”, se justificó haciendo referencia únicamente a la evolución de la renta per cápita y a la población en riesgo de pobreza.

Sobre el primer indicador, el líder del PP dijo que “en los últimos cinco años hemos retrocedido en la renta per cápita en paridad de poder adquisitivo”, pasando “del 91% de la media de los 27 países de la Unión” al “85%” actual. “Hemos retrocedido, por tanto, seis puntos”, concluyó.

Los datos reales

Los datos reales, sin embargo, difieren significativamente de los que utiliza el líder del PP. Es verdad que la renta per cápita española en 2018, cuando gobernaba todavía Mariano Rajoy, era el 91% de la media de la UE. Lo que no dice es que un año después, ya con Pedro Sánchez en La Moncloa, esa cifra se mantuvo en un 90,9% y que no fue hasta 2020, en plena pandemia del coronavirus, cuando se redujo a un 83%, coincidiendo con una caída de más de diez puntos del PIB causada por el confinamiento. Desde entonces está creciendo, recortando distancia pero sin haber conseguido todavía recuperar el terreno perdido con la media de los 27. 

Lo que Feijóo no explica, con el objetivo de ceñirse únicamente los datos que apuntalan su discurso, es que aun así, según el Instituto Nacional de Estadística, la renta per cápita de España no se ha reducido en estos cuatro años, sino que ha crecido. En 2019 fue de 11.680 euros, mientras que 2022 cerró con una renta media por habitante de 13.008 euros, un 11,4% más. Una evolución que confirma Eurostat. La renta por hogar ha aumentado en todos los países de la UE y en España lo ha hecho un 10,8%, por delante de otros 10 países, entre ellos Alemania (9,6%), Italia (9,2%) o Francia (0,8%) y situándose por encima de la media europea (10,4%).

El líder del PP siempre achaca el retraso de España en recuperar su PIB y el hecho de que aún no haya recortado la diferencia con la renta per cápita media de Europa a la supuesta mala gestión que el Gobierno ha hecho de la profunda crisis económica causada por la pandemia. Deliberadamente, olvida que si la economía española cayó un 11,2% en 2020, la cifra más elevada del continente, no fue por la mala gestión del Gobierno, sino como consecuencia de la dependencia del PIB de actividades como el turismo y la hostelería, las más afectadas por el confinamiento obligado. El mismo efecto sobre la renta por habitante se observa, y de manera aún más intensa, en países como Italia y Grecia, cuyas economías también se hundieron en el año de la covid.

El segundo dato que citó Feijóo en su conferencia para intentar retratar negativamente la situación de la economía española es el de personas en riesgo de pobreza. “Somos el cuarto país de la Unión Europea con mayor población en riesgo de pobreza. Tan solo nos ganan Grecia, Bulgaria y Rumanía. Y es que el 26% de la población española está en riesgo de pobreza, más de 12 millones de ciudadanos”, enfatizó. 

Mejor que con Rajoy

Ese porcentaje, en realidad, era peor en la España de Mariano Rajoy de 2018 (27,3%). Y eso que todavía no habíamos sufrido una pandemia ni la crisis económica derivada de la invasión rusa de Ucrania. La población en riesgo de pobreza cayó al 26,2% al año siguiente, ya con Pedro Sánchez, y volvió a crecer por culpa del coronavirus hasta alcanzar, en 2021, la cifra récord del 27,8%.

Es verdad, como dice Feijóo, que en estos momentos España es el cuarto país de la Unión Europea con la mayor proporción de ciudadanos en riesgo de pobreza y exclusión social (26%), al mismo nivel que Letonia, solo superada por Rumania (34,4%), Bulgaria (32,2%) y Grecia (26,3%) y 4,4 puntos por encima de la media de la UE. Lo que el líder del PP, de nuevo, no dice es que la evolución es positiva: la actual es la menor diferencia respecto al promedio de la UE desde 2015, año en el que Eurostat comenzó a registrar estos datos.

Porque el año pasado España mejoró su indicador por encima del promedio europeo. En la UE la tasa disminuyó apenas 0,1 puntos y 11 de los 27 países miembros empeoraron sus cifras, mientras España registraba una reducción notable de casi 1,8 puntos, volviendo a cifras previas a la pandemia. 

Entre dato y dato, Feijóo sigue defendiendo una repetición electoral que le dé una segunda oportunidad para gobernar España con ayuda de la extrema derecha de Vox, aunque, reconoce, hay “un alto grado de probabilidad” de que Pedro Sánchez consigue ser reelegido presidente. Lo que, desde su punto de vista, aplazará la puesta en marcha de una política económica diferente y prolongará “a política que nos ha traído hasta aquí: mucho gasto improductivo, mucho déficit público, mucha deuda pública”, más impuestos, “muchas trabas, mucho intervencionismo, una política energética ideológica, menos confianza, menos inversión extranjera y menos capacidad para atraer talento”. 

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¿Qué propone el líder del PP? “Devolver la confianza en nuestro país buscando un equilibrio presupuestario, porque si gastas de forma constante y continua más de lo que ingresas, habrás de pagar la diferencia. Hemos de reducir, por tanto, la deuda pública”, advirtió sin precisar si planea hacerlo recortando gasto y en qué partidas. “Necesitamos, pues, corregir nuestras cuentas desviadas”, fue todo lo que dijo.

“Dicen los marinos que no hay buen viento para el que no sabe a dónde va. Pero, además, difícilmente vamos a mantener un rumbo si el capitán de ese barco cambia constantemente de opinión. Y es absolutamente imposible que seamos capaces de llegar a buen puerto si la tripulación que configura el barco no es una tripulación avezada. Es más, es una tripulación dividida”, criticó.

Feijóo quiere elecciones, pero, entretanto, sigue defendiendo un gobierno basado en un pacto PP-PSOE en el que nadie cree. “El futuro, en mi opinión, sigue pasando por la centralidad. Por los grandes consensos políticos y dentro de los políticos por los grandes consensos económicos”. “La buena noticia” para “los españoles sería que el Partido Popular y el Partido Socialista se han puesto de acuerdo en una legislatura para hacer reformas estructurales, para acometer la modernización de nuestra economía, para asegurar los servicios públicos de calidad y para construir una economía competitiva. Automáticamente, la reputación de España en el mundo hoy sería distinta”, predijo. 

“Debemos evitar que el futuro nos coja desprevenidos”. El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, volvió este martes al terreno de la economía para, sin abandonar sus negros pronósticos acerca de las consecuencias que tendrá la aprobación de una amnistía, alertar a los ciudadanos sobre las malas perspectivas económicas que, según él, tiene España.

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