El rey Felipe VI cumple este miércoles su primer lustro al frente de la jefatura del Estado sin grandes fastos. La Casa Real aprovechará el acto de entrega de las medallas de la Orden del Mérito Civil, que se celebrará en el Palacio Real, para conmemorar el quinto aniversario de la proclamación del monarca, cuyos primeros años en el trono han estado marcados por los escándalos que afectan a su padre, el rey Juan Carlos I; los problemas judiciales de su cuñado, Iñaki Urdangarín, y su hermana, la infanta Cristina; y su implicación en la crisis territorial en Cataluña.
Felipe VI fue proclamado rey en el Congreso de los Diputados el 19 de junio de 2014, tras la abdicación del rey Juan Carlos y en un momento en el que comenzaba a resquebrajarse el tablero político imperante en España desde la transición. En la Cámara baja en la que juró su cargo el jefe del Estado aún no estaban presentes ni Podemos, ni Ciudadanos, ni Vox, y el PP de Mariano Rajoy aún gobernaba con una mayoría absoluta que apostó, junto con el PSOE –que entonces lideraba Alfredo Pérez Rubalcaba–, por solventar la sucesión de forma rápida y ordenada aprobando pocos días antes de la proclamación de Felipe VI la legislación para que su padre abdicase.
En su primer discurso tras la proclamación, Felipe VI hizo público su compromiso por "velar por la dignidad de la institución" monárquica, "preservar su prestigio y observar una conducta íntegra, honesta y transparente, como corresponde a su función institucional y a su responsabilidad social". Lo cierto es que, durante sus primeros cinco años de reinado, el rey no se ha visto envuelto personalmente en ningún escándalo grave, si bien no puede decirse lo mismo de los miembros de la Familia Real. Y, de igual manera, la transparencia de la que presumió Felipe VI solo ha llegado a medias a la Casa Real.
La Transparencia, a medias
Una de las primeras cosas que hizo el nuevo rey cuando fue entronizado fue dar la orden de publicar los datos de las retribuciones de sus altos cargos, así como los contratos y convenios suscritos actualmente en vigor y el grado de ejecución de sus presupuestos. En su web, la Casa Real hace públicas sus cuentas anuales desde las relativas al año 2011, y ofrece a los ciudadanos información institucional, normativa, económica y presupuestaria, así como la posibilidad de solicitar otros datos de su interés.
No obstante, el compromiso por la transparencia que expresó Felipe VI en su discurso de proclamación no ha servido para conocer la cuantía total que el Estado se gasta en el mantenimiento de la institución monárquica. El Gobierno sigue sin publicar el gasto que hacen los diferentes ministerios en partidas que tienen que ver con la Jefatura del Estado, como la seguridad de la familia real, dependientes de Patrimonio Nacional. Así, en el apartado referente al año 2018, la web de la Casa Real desglosa únicamente a dónde fueron a parar los casi 7,9 millones de euros asignados en los Presupuestos Generales del Estado para la institución.
Los escándalos del rey Juan Carlos
El rey Felipe VI se ha mantenido al margen de la mayor parte de los problemas que han sacudido a la Casa Real durante los cinco últimos años. Pero por el contrario su padre, el rey Juan Carlos, ha estado en el ojo del huracán. La última polémica que lo ha rodeado se ha producido a raíz de su decisión de renunciar a su agenda de actos, ya que el rey emérito mantendrá su asignación –que el año pasado ascendió a 194.232 euros– pese a que ya no desempeñará ninguna actividad para la Jefatura del Estado.
No obstante, esa controversia es una minucia al lado de las acusaciones en las que se ha visto envuelto el rey Juan Carlos en los cinco primeros años de reinado de su hijo. La mayor parte de ellas tienen un nombre como protagonista: el de Corinna zu Sayn-Wittgenstein, la antigua amiga del monarca, que fue grabada reconociendo al excomisario José Manuel Villarejo que Juan Carlos I, presuntamente, la utilizaba como testaferro para poner propiedades a su nombre que luego le reclamaba, tal y como desveló El Español. Y no solo eso: en esos audios, la misma Corinna aseguraba que el rey emérito supuestamente cobró una comisión por el contrato del AVE a La Meca y que tiene cuentas en Suiza, para cuya apertura se habría valido de uno de sus parientes, Álvaro de Orleans Borbón, que niega esa acusación.
En la pasada legislatura, Unidas Podemos trató de que el Congreso abriese una comisión de investigación para aclarar las supuestas actividades ilegales del rey Juan Carlos, pero la mayoría con la que contaban PP, PSOE y Ciudadanos en la Mesa de la Cámara lo impidió en dos ocasiones. En un primer intento, Unidos Podemos pretendía investigar las actividades del monarca desde que accedió a la Jefatura del Estado en 1975, mientras en el segundo, también fallido, se conformaba con hacerlo desde 2014, el año en el que abdicó.
La tramitación ambas peticiones fue rechazada con el argumento de que la Corona goza de protección en la Constitución y que no es una institución sometida al control parlamentario. Y argumentos similares utilizó la justicia para archivar la investigación iniciada a raíz de los audios de Corinna. El instructor de la Audiencia Nacional Diego de Egea sostuvo entonces que los "actos" atribuidos a Juan Carlos I por su examiga en las grabaciones se desarrollaron entre 2009 y 2012, cuando el rey emérito era inviolable ante la ley.
El Congreso tampoco admitió a trámite una pregunta parlamentaria que hizo en 2017 el entonces diputado Ricardo Sixto (Unidas Podemos) sobre el supuesto uso de fondos reservados del Estado para silenciar una relación entre el rey Juan Carlos y la vedette Barbara Reyvedette , después de que varios medios publicasen informaciones al respecto. La pregunta parlamentaria del diputado de Unidos Podemos al Gobierno era la siguiente: "¿Tiene constancia el Gobierno de que entre 1996 y 1997 se utilizaron fondos reservados para comprar el silencio y la discreción de una conocida actriz que mantenía una relación con el rey don Juan Carlos?".
Los problemas judiciales de Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina
Felipe VI también ha visto como, durante sus primeros cinco años de reinado, su hermana la infanta Cristina y su cuñado Iñaki Urdangarin eran condenados por el caso Nóoscaso Nóos, una trama urdida para beneficiar con dinero público a sociedades creadas por Urdangarin y su socio Diego Torres y también para defraudar a Hacienda. En febrero de 2017, al marido de la infanta Cristina le fue impuesta una pena de seis años de prisión, que posteriormente el Tribunal Supremo rebajó a 5 años y 10 meses y que actualmente cumple en la prisión de Brieva. Mientras, la hermana del rey fue condenada a pagar una multa de 265.000 euros.
No obstante, los problemas con la justicia de Urdangarin y la infanta Cristina habían llevado ya mucho antes a Felipe VI a cortar lazos con ellos. Y el progresivo alejamiento que emprendió la familia real de la pareja cuando comenzaron a ser investigados por los tribunales –ya en 2011 se apartó a Urdangarin de todos los actos públicos por su "comportamiento no ejemplar"– quedó certificado en junio de 2015, cuando el rey Felipe, que llevaba en torno a un año en el trono, decidió revocar a la infanta Cristina su título de duquesa de Palma.
La crisis en Cataluña
Pero no todos los hitos del reinado de Felipe VI han estado relacionados con los escándalos que afectan a la familia real. El rey también ha sido protagonista por su papel político, especialmente a raíz del referéndum ilegal de independencia del 1 de octubre en Cataluña y la crisis desatada durante aquellos días, que llevó a que la mayoría secesionista del Parlament declarase la independencia de Cataluña y a la aplicación del artículo 155 de la Constitución.
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El 3 de octubre, dos días después de la consulta en Cataluña y de los disturbios que se produjeron en la misma, el monarca ofreció su primer y, por ahora, único mensaje televisado extraordinario de su reinado. En él, cargó duramente contra unos líderes independentistas a los que acusó de haberse situado "al margen del derecho y de la democracia". Ante la "situación de extrema gravedad" que se vivía en Cataluña, señaló en su alocución Felipe VI, "los legítimos poderes del Estado" tenían la "responsabilidad" de "asegurar el orden constitucional y el normal funcionamiento de las instituciones, la vigencia del Estado de Derecho y el autogobierno".
"Determinadas autoridades" de Cataluña, sostuvo el rey, llevan "ya tiempo" incumpliendo la Constitución y el Estatuto de "una manera reiterada, consciente y deliberada", así como demostrando "una deslealtad inadmisible hacia los poderes del Estado" al que esas mismas autoridades "representan en Cataluña", acusó Felipe VI. Su discurso generó una importante contestación tanto entre los grupos independentistas catalanes como por parte de Unidos Podemos, pero recabó un cerrado apoyo de PP, PSOE y Ciudadanos.
No obstante, la crisis de Cataluña ha estado bien presente en buena parte de los discursos ofrecidos por el rey desde que fue proclamado jefe del Estado, y buen ejemplo de ello son los mensajes de Navidad de cada año. En los cinco que ha ofrecido hasta ahora, Felipe VI ha dedicado una parte sustancial del tiempo a hablar del problema territorial, aunque el de la Nochebuena de 2018 ha destacado por la voluntad del monarca de rebajar el tono. El rey ni siquiera mencionó expresamente el nombre de Cataluña, aunque las referencias a la importancia de respetar la Constitución y las leyes y los logros y avances conseguidos por España desde la vuelta de la democracia estuvieron inevitablemente ligadas a la crisis territorial.
El rey Felipe VI cumple este miércoles su primer lustro al frente de la jefatura del Estado sin grandes fastos. La Casa Real aprovechará el acto de entrega de las medallas de la Orden del Mérito Civil, que se celebrará en el Palacio Real, para conmemorar el quinto aniversario de la proclamación del monarca, cuyos primeros años en el trono han estado marcados por los escándalos que afectan a su padre, el rey Juan Carlos I; los problemas judiciales de su cuñado, Iñaki Urdangarín, y su hermana, la infanta Cristina; y su implicación en la crisis territorial en Cataluña.