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Ferraz rechaza las primarias abiertas para las grandes ciudades que quiere el PSOE valenciano

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Los socialistas valencianos sienten que han puesto una pica en Flandes. Adelantaron la celebración de sus primarias para designar a su candidato a la Generalitat, y optaron por hacerlas abiertas a los ciudadanos. Y, contra todo pronóstico, venciendo los temores iniciales, se apuntaron un dato de participación superior al previsto. Ese buen sabor de boca que dejó un proceso que dio como ganador al secretario general, Ximo Puig, animó a las bases y a la dirección, que se puso a trabajar en el siguiente reto: conseguir que pueda haber primarias abiertas también en las grandes ciudades. Y para eso tiene confeccionado un "primer borrador" con el que intentar convencer a Ferraz y al resto de federaciones o, al menos, persuadirles de que se las permitan hacer en el PSPV. Pero la dirección federal advierte de que "no habrá" elecciones abiertas en ningún municipio, porque así lo prescribió el congreso federal de febrero de 2012, la Conferencia Política de noviembre de 2013 y el Comité Federal de enero de 2014. 

Puig ya pudo comprobar las resistencias de sus compañeros a las primarias autonómicas abiertas en esa última cita, la del Comité Federal. Pero logró la autorización para poder convocarlas. En aquel momento se aprobó el reglamento que reserva el procedimiento de primarias ciudadanas a dos únicos casos: para elegir al candidato a la Moncloa y para elegir a los pretendientes a los gobiernos autonómicos, siempre que solicitaran permiso las federaciones correspondientes. En el caso de los municipios, se cerró que los candidatos se designarán por primarias sólo entre militantes –cerradas, en el argot socialista– en los casos de ayuntamientos de más de 20.000 habitantes. Aquel Comité Federal fijó el calendario: primarias autonómicas y locales en septiembre; nacionales en noviembre. Se acordó que las federaciones pudieran salirse de ese timing ordinario.  

Las primarias abiertas del PSPV concluyeron el pasado 9 de marzo. Puig ganó a Toni Gaspar, alcalde de Faura (Valencia), con el 68,82% de los votos. La dirección regional, cuando puso en marcha el proceso, esperaba que se acercasen a las urnas unos 30.000 electores, más o menos el doble de sus militantes (16.143). Las cifras finales superaron las previsiones. El censo se cerró en 66.950 personas. Y de ellas votó el 82,82%, un total de 55.447 valencianos. Un "éxito", según lo calificó Óscar López, el secretario federal de Organización. 

Respaldo de las direcciones de Valencia y Alicante

La cúpula del PSPV decidió entonces, impulsada por Puig, ponerse manos a la obra y preparar un documento para elevarlo a Ferraz. "Estamos trabajando para ver qué se puede hacer, cómo se pueden abrir espacios de participación más ampios, abiertos a la ciudadanía, en las primarias en las grandes ciudades. Lo trasladaremos a Madrid cuando lo tengamos cerrado, pero siempre después de las elecciones europeas, que son nuestra prioridad, la prioridad de todo el partido", reconocía ayer a infoLibre el propio secretario general y candidato. 

De la redacción se está encargando el vicesecretario de Relaciones Institucionales del PSPV, José Manuel Orengo. Y ya hay un primer borrador. La dirección está decidida a seguir adelante con su propuesta porque están de acuerdo las ejecutivas provincial y local de Alicante y la local de Valencia, de la que es secretario general el portavoz en el Ayuntamiento, Joan Calabuig. Castellón y la cúpula de Valencia provincia aún no se han pronunciado porque tampoco hay "urgencia" por ahora. 

Como contaba ayer Orengo a este diario, el primer objetivo que se ha marcado el PSPV es "lograr que Ferraz abra la mano". O sea, que se cambie el reglamento federal y se permitan primarias abiertas para grandes municipios. Si Madrid dijera que no, intentaría conseguir su plan B: que les deje celebrar una especie de "encuesta vinculante" en las ciudades más pobladas. 

Los socialistas valencianos creen que la legislación federal "no impide que se pueda abrir la participación". ¿Cómo? Orengo plantea esta solución, que más que un reglamento sería una "guía" para que las agrupaciones locales puedan, voluntariamente, ceder la palabra a los ciudadanos. Entonces, se abriría un plazo para que estos pudieran inscribirse en el censo. El día de la votación, habría dos urnas. Una, en la que metieran su papeleta los militantes. Otra, en la que lo hicieran los ciudadanos de a pie. Los candidatos se tendrían que comprometer a acatar el dictamen de esta segunda urna, la de la "mayoría social", en caso de que el resultado de afiliados y ciudadanos fuera diferente. El PSPV cree que este sistema podría ser aplicable a los ayuntamientos de más de 50.000 habitantes. Es decir, a las tres capitales valencianas y a localidades como Gandia, Torrevieja, Orihuela, Vila-real, Torrent o Elx/Elche.

El "turbo en la regeneración democrática"

"En el PSPV queremos que llegue el cambio de ciclo en la Generalitat Valenciana y en las demás instituciones. Y este es el momento –defendía ayer Orengo–. Y queremos hacer todo aquello que esté en nuestras manos para que se vea que la regeneración democrática se practica, y no sólo se habla de ella. Queremos que esa ola de cambio también llegue a los municipios, que las agrupaciones locales se activen. El juego no es convencer al militante, sino acercarse a los ciudadanos. Las normas son justas por el efecto que provocan en las direcciones, que queremos que miren a la sociedad. Es meter el turbo en la regeneración democrática que piden los valencianos y estamos preparados para hacerlo. Hay hambre de ganar". 

Orengo está convencido de que su propuesta "no contraviene el reglamento federal". Y, para apuntalar su argumentación, indica que un procedimiento similar se experimentó en Gandia en 2007 y 2011, y no pasó nada. Como tampoco hubo problemas en Galicia en septiembre del año pasado, cuando los militantes pudieron elegir directamente a su secretario general. "Es difícil que Ferraz diga que no si la agrupación quiere y los dos candidatos concurren y acuerdan aceptar el resultado de la mayoría social. Creemos que ellos tendrán voluntad. A Ferraz lo que le pedimos –señalaba ayer el dirigente– es que no nos lo ponga difícil". Los socialistas valencianos subrayan que no es una cuestión de "tacticismo", ni el empeño de un candidato, sino que esta propuesta "está impulsada por una dirección". "Es un mecanismo para que gane el partido", agregaba Orengo. La ejecutiva de Puig pone por delante que no quiere crear "problemas" a ninguna federación ni a Ferraz, ni "dejar en evidencia" a nadie. Ni plantear batalla con el equipo de Alfredo Pérez Rubalcaba, con el que las relaciones son "excelentes". Y considera que, en todo caso, nada debe interferir con las europeas, en las que el PSOE se juega mucho: romper el ciclo de devastadoras derrotas en las urnas. 

El diálogo del PSPV con Madrid se canalizará a través del secretario de Ciudades y Política Municipal, el veterano Gaspar Zarrías. En Ferraz, sin embargo, no ven que el reglamento aprobado en el Comité Federal del pasado 18 de enero contenga "rendijas", como tampoco las dejó el congreso y la Conferencia Política. "No habrá primarias abiertas para las municipales. Nada de nada. No se van a hacer. No vamos a permitir ninguna floritura. No cabe una autorización especial. Eso se discutió en su momento, en tres ocasiones, y salió que no por abrumadora mayoría. Incluso se miraron posibles trucos y subterfugios. Y no se va a discutir de nuevo", sentenciaba ayer, taxativo, un cargo del núcleo duro de Rubalcaba.

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En Madrid, como en otras federaciones –caso del PSOE andaluz, el territorio más potente–, se teme que en los municipios, donde la afiliación es pequeña y los cuerpos electorales más reducidos, se perviertan las primarias y se puedan comprar votos. "Por tanto, si de Ferraz depende, no se hará. Y si depende del Comité Federal [el máximo órgano de dirección], menos, porque habría más resistencias. Esto no es una federación de partidos". Tampoco cabría el dejar hacer. "Somos serios, y hay un reglamento votado que hay que cumplir. Por tanto, a día de hoy, va a ser que no. No podemos jugar con fuego", enfatizaba este dirigente del estado mayor del PSOE. El rechazo es tajante. Sin resquicio para la duda.

Caso aparte es el PSC, un partido autónomo en su funcionamiento, que tiene en marcha ahora mismo sus primarias abiertas (y sin censo cerrado y previo) para elegir al alcaldable de Barcelona. Hay cinco candidatos y la votación, en primera ronda, se producirá el 29 de abril. Y en segunda, el 5 de abril. Los socialistas madrileños, que por razones obvias se podrían sentir concernidos por la iniciativa del PSPV, prefiere no pronunciarse. "Ahora nos toca europeas y punto", zanjaba una dirigente cercana a Tomás Gómez. En el PSM, quien sí presiona para abrir las elecciones internas a la ciudadanía es el sociólogo Enrique del Olmo, afiliado de la agrupación de Centro de la capital y que ya se ha lanzado a la carrera por la candidatura del Ayuntamiento. 

Mientras, el PSOE sigue con su calendario de primarias autonómicas adelantadas. Celebradas las del PSPV y las de Aragón –el sábado se proclamó candidato sin pasar por urnas al secretario general, Javier Lambán, porque su rival no logró los avales–, quedan aún tres por delante. Este domingo, las primarias cerradas de Murcia, que enfrentan al líder regional, Rafael González Tovar, y al alcalde de Beniel, Roberto García. El 6 de abril, las abiertas en Baleares, donde el choque lo protagonizan la secretaria general en las islas, Francina Armengol, y la secretaria general en Palma, Aina Calvo. Y el 26 de abril, las primarias entre militantes en Cantabria. Aquí se abrirá el plazo de presentación de candidatos el próximo 25 de marzo. 

Los socialistas valencianos sienten que han puesto una pica en Flandes. Adelantaron la celebración de sus primarias para designar a su candidato a la Generalitat, y optaron por hacerlas abiertas a los ciudadanos. Y, contra todo pronóstico, venciendo los temores iniciales, se apuntaron un dato de participación superior al previsto. Ese buen sabor de boca que dejó un proceso que dio como ganador al secretario general, Ximo Puig, animó a las bases y a la dirección, que se puso a trabajar en el siguiente reto: conseguir que pueda haber primarias abiertas también en las grandes ciudades. Y para eso tiene confeccionado un "primer borrador" con el que intentar convencer a Ferraz y al resto de federaciones o, al menos, persuadirles de que se las permitan hacer en el PSPV. Pero la dirección federal advierte de que "no habrá" elecciones abiertas en ningún municipio, porque así lo prescribió el congreso federal de febrero de 2012, la Conferencia Política de noviembre de 2013 y el Comité Federal de enero de 2014. 

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