La Fiscalía pide cinco años de cárcel para el exdiputado de Vox que dimitió tras una denuncia por abuso sexual

Cinco años de cárcel. Es la pena que la Fiscalía pide por abuso sexual para Carlos Hugo Fernández-Roca, el diputado de Vox que en noviembrede 2020 se vio forzado a dejar al escañotras una denuncia. En un  escrito al que ha tenido acceso infoLibre, el ministerio público sostiene que el acusado, para cuyo juicio todavía no hay fecha, cometió abuso sexual al hacer "caso omiso" a la negativa "rotunda" de la denunciante para mantener "relaciones sexuales completas".

La clave del caso radica en si la joven había bebido o no en exceso y si, en caso afirmativo, el entonces parlamentario se prevalió de ello para lograr su objetivo. El delito de abuso sexual se diferencia del de violación en que no media violencia ni intimidación. Lo comete quien mantenga relaciones sexuales no consentidas con personas que se hallen "privadas de sentido". Hay abuso tanto si ello obedece a factores ajenos al autor de los abusos como si este conduce a tal estado a su víctima con fármacos o drogas.

Diputado por Almería desde las últimas elecciones y hasta su imputación responsable del área de derecho militar del Colegio de Abogados de Madrid, Fernández-Roca se las verá literalmente en el juicio con la denunciante, M.V.R. El castigo que como acusación particular reclama la joven para el acusado supera al de la Fiscalía: ocho años. El Código Penal prevé que la pena por abuso sexual oscile entre cuatro y diez años si hubo penetración. 

Las conclusiones de la Fiscalía incorporan un escueto relato de hechos: que aquella noche ambos cenaron en la casa del procesado, se sentaron luego en el sofá, se abrazaron y besaron mutuamente hasta que él comenzó a desnudarla. Y que, una vez llegados a ese punto "y como ella manifestara de forma rotunda que no quería mantener relaciones completas y que solo deseaba dormir", el acusado "la cogió en brazos y la llevó a la cama". "Haciendo caso omiso a lo manifestado por M.V.R. de forma inequívoca, la penetró vaginalmente".

El escrito de la defensa recalca en sentido opuesto que la joven "mintió diciendo que estaba tan borracha que entró al domicilio agarrada" a Fernández-Roca. "En las cámaras [del edificio] se ve perfecto cómo entra sola, perfecta y sin ningún indicio de embriaguez", prosigue el texto.

La estrategia de la defensa

La defensa, que nunca se ha avenido a ofrecer su versión a infoLibre, centra su estrategia en enfatizar que la joven "mintió". ¿En qué dice Fernández-Roca que falseó la realidad? En el ya mencionado consumo de alcohol la noche en que sucedieron unos hechos sobre los que deberá dirimir la Audiencia Provincial de Madrid. Pero va más lejos cuando la acusa también de inventar que era virgen hasta entonces. Y dice que también miente al afirmar que "no conocía al agente de la Policía Nacional" con quien "interpuso la denuncia" cuando "lo cierto es que el mismo resulta ser su pareja sentimental". En la lista de testigos cuya declaración solicita el representante legal del exdiputado hay dos policías. Pero ninguno de los dos figura identificado con el número de carnet que el escrito asigna a aquel al que señala como pareja de la denunciante.

Las afirmaciones y los entrecomillados del párrafo anterior proceden del escrito de la defensa. El texto recalca asimismo que la joven "no estaba borracha" cuando el acusado se vio con ella a las nueve de la noche del 7 de noviembre de 2020. "Y después –prosigue– solo bebió agua". A partir de ahí, con el domicilio del político como escenario, todo sucedió en cascada. Qué pasó y cómo se sabrá en el juicio.

Por todo lo anterior, el testimonio de la denunciante y el de una forense se perfilan esenciales. Es el ministerio público el que pide la pericial de la forense Carmen Baladía, figura prominente en esa parcela de la medicina. La defensa reclama la presencia de otros dos peritos: uno es médico; el otro, un detective privado cuyo papel en esta causa resulta todavía una incógnita y que, como se lee en las conclusiones del letrado de Fernández-Roca, ya ha elaborado un informe. Acusación y defensa sí coinciden en un punto: solicitan la testifical de 11 personas. Las mismas en ambos casos.

El escrito del político desvela que otro juzgado de Madrid tiene abiertas –al menos las tenía el 5 de julio, fecha en que van firmadas las conclusiones– unas segundas diligencias relacionadas con el caso. En estas los papeles aparecen invertidos: Fernández-Roca es el denunciante por un supuesto delito de falso testimonio que atribuye a M.V.R. 

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Envuelta en el misterio fuera de las filas de Vox hasta que al mes de su dimisión infoLibre desveló que un juez le investigaba por supuesto delito sexual, la marcha de Fernández-Roca desencadenó el inmediato apoyo público de varios dirigentes del partido. A quien había sido uno de los dos parlamentarios que la formación ultraderechista obtuvo por Almería en las últimas elecciones generales, el portavoz de Vox en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros, le dedicó un día después de su renuncia el siguiente tuit: "Reacción ejemplar. Mucho ánimo, Carlos".

El ahora exdiputado de Vox se había limitado a anunciar en su cuenta de Twitter el 13 de noviembre que renunciaba al acta y por tanto a su condición de aforado ante el Tribunal Supremo. "Me defenderé en los juzgados ordinarios, donde espero poder aclarar este episodio cuanto antes". Seis meses más tarde, el episodio del que no ofrecía detalles ya lo había colocado en espera de fecha para el juicio. El juicio recae en la Audiencia madrileña porque se trata de un delito de los calificados como graves y para el que la condena posible en caso de penetración oscila entre cuatro y 10 años de cárcel.