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El fracaso de la investidura alimenta el desencuentro entre PSOE y Unidas Podemos y bloquea la legislatura

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Pedro Sánchez se convirtió este jueves en el titular de un extraño récord: es el primer líder político español que pierde dos investiduras, una en 2016, cuando era el líder de la oposición a Mariano Rajoy, y la segunda ahora mismo, cuando ocupa el cargo de presidente del Gobierno en funciones.

El fracaso de los reiterados intentos de PSOE y Unidas Podemos para tratar ponerse de acuerdo en el reparto de puestos en un futuro Gobierno de coalición llevó a la formación de Pablo Iglesias a abstenerse en la votación final y decidir así el curso de la legislatura. La elección de Sánchez dependía sólo del voto de UP después de que Esquerra optase por facilitar la elección evitando votar en contra. 

A favor de la reelección de Sánchez se alinearon únicamente el PSOE (123 escaños) y el único diputado regionalista cántabro. En contra, 155 parlamentarios: los de PP (66), Ciudadanos (57), Vox (24), Junts per Catalunya (4), UPN (2) y Coalición Canaria (2). La abstención sumó 67: los 42 de Unidas Podemos, los de Esquerra (14), PNV (6), EH Boldu (4) y el único de Compromís.

El último intento de Iglesias de llegar a un acuerdo desde la tribuna, ofreciendo renunciar al Ministerio de Trabajo a cambio de las políticas activas de empleo no surtió efecto.  “Es muy difícil negociar en 48 horas lo que no se ha querido negociar en 80 días. Contrarreloj, filtrándolo todo a los medios. Las cosas no se deben hacer así”, lamentó. Pero aún así, añadió, “estamos a tiempo de salvar esta sesión de investidura y tener un Gobierno de coalición. Le vuelvo a tender la mano. No vuelva a llevar a los españoles a elecciones y negocie con nosotros desde el respeto”, concluyó.

Pedro Sánchez ya había dejado claro cuando tomó la palabra, al inicio de la sesión, que la negociación había terminado. Con su derrota, explicó, no sólo se pone fin a su candidatura sino que “se desvanece” la oportunidad histórica de que por primera vez un partido a la izquierda del PSOE tuviese entrada en el Consejo de Ministros.

“Hoy se cierra el encargo que recibí” del jefe del Estado “y lamento constatar que persiste el bloqueo parlamentario”, señaló Sánchez. antes de justificar su negativa a aceptar la propuesta de Unidas Podemos en que su líder, Pablo Iglesias, “sigue sin querer entender que hace falta un gobierno coherente y cohesionado, no dos gobiernos en un gobierno”. “¿De qué sirve una izquierda que pierde incluso cuando gana?”, se preguntó.

La respuesta a Iglesias se la dio la portavoz del PSOE, Adriana Lastra: las políticas activas de empleo están transferidas a las comunidades autónomas. “Quiere conducir el coche sin saber dónde está el volante”, lamentó. En realidad, le acusó, lo que Iglesias quería es ”un Gobierno paralelo a su medida”.

El deterioro de las relaciones entre el PSOE y UP y la advertencia de Esquerra de que en septiembre su abstención será mucho más difícil hacen hacen que la hipótesis de nuevas gane peso.

A partir de ahora se abre un período de bloqueo y de incertidumbre. El Gobierno continuará en funciones y el Jefe del Estado, Felipe de Borbón, deberá sopesar la convocatoria de una nueva ronda de consultas con los grupos políticos en busca de un candidato que, de acuerdo con el reparto actual de escaños en el Congreso, sólo puede ser Sánchez, pero que a la vista de lo ocurrido esta semana, tampoco tiene posibilidad de ser elegido. 

Si el transcurso de dos meses nadie se presenta y gana la investidura, la convocatoria de elecciones para el 10 de noviembre será automática.

Pedro Sánchez se convirtió este jueves en el titular de un extraño récord: es el primer líder político español que pierde dos investiduras, una en 2016, cuando era el líder de la oposición a Mariano Rajoy, y la segunda ahora mismo, cuando ocupa el cargo de presidente del Gobierno en funciones.

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