La cita es en el despacho del Congreso de Gabriel Rufián (Barcelona, 1982). Apenas han pasado unas horas del esperpento vivido en el hemiciclo durante la votación de la reforma laboral. A pesar de los sobresaltos, dice el portavoz de ERC que ha descansado bien y, atendiendo a sus respuestas, no parece pesarle la postura adoptada por su grupo de votar en contra del decreto ni aún viendo el riesgo que existió de que volviese a imperar la legislación del PP. En su escaño, sin embargo, no se le vio muy contento cuando la presidenta Batet se equivocó y derogó durante unos segundos la nueva norma. Señala al Gobierno en su conjunto como responsable de lo ocurrido, pero le dedica un capítulo aparte a Yolanda Díaz, con la que pareciera tener alguna cuenta (política) pendiente.
¿Qué le parece lo que se vivió en el Congreso el jueves?
Cuando confías en un partido satélite del PP te la juegas. Todo hubiera sido mucho más fácil respetando a tus socios de legislatura y negociando con ellos.
¿Qué sintió en el momento en que Batet se equivocó y dijo que la reforma laboral estaba derogada?
Que la gente al final se iba a quedar con la bancada de la derecha jaleando, gritando, dando golpes…Que daba igual lo que hubiéramos dicho. Cada vez que Vox o el PP montan un numerito nos meten a todos en el mismo saco.
Usted aparece en las imágenes en ese momento en que se anunció que se derogaba. No se le veía muy contento.
Ninguna persona progresista puede estar contenta porque una reforma laboral que podría haber sido muchísimo más ambiciosa haya acabado siendo una especie de retoque pactado con casi todos los grupos de la derecha.
¿No sintió alivio cuando vio que sí salía adelante?
El alivio sería para los que plantearon ese trágala y les salió bien. Es un precedente peligrosísimo. Está muy bien que los sindicatos y la patronal lleguen a un acuerdo pero es que luego está el legislativo. La democracia tiene que imperar, los grupos parlamentarios tenemos que intentar mejorar esa ley, forma parte de nuestra responsabilidad y de nuestro derecho. Y te dicen que eso no se toca. Pues yo no estoy aquí para sellar lo que me pongan, no soy un notario.
El alivio lo habrán sentido los que plantearon ese trágala y les salió bien
No sintió alivio, entonces. ¿Le daba exactamente igual?
Hombre, igual no. Lo que pienso es que ese ruido no nos conviene a ninguno de nosotros.
Se lo pregunto porque durante esos segundos de incertidumbre muchas personas estuvieron a punto de perder parte de sus derechos laborales.
Es la quinta vez que me lo pregunta y pienso lo mismo que hace 30 segundos. El problema es para aquellos que plantearon una ley con números para mejorarla y que la han acabado firmando con Ciudadanos y con el PdCAT y jaleada por la CEOE y Ana Patricia Botín.
¿No llegó a pensar en ningún momento que si se tumbaba la reforma usted habría sido partícipe de eso?
Es que la responsabilidad es de quien sustenta todo esto en dos mercenarios. El PNV es un partido pactista y no ha apoyado. ¿Por qué?
El PNV no ha apoyado porque no apoyó ERC y no salían los números, pero lo tenía pactado con el Gobierno. Lo contamos en infoLibre.
En nuestro caso había un problema de contenidos pero también de garantías. El PSOE nos decía que no iba a reconocer ningún tipo de cambio en la reforma laboral, fuera pactado con quien fuera pactado. También hubo un problema de comunicación. El Gobierno y el ministerio nos decían que si alcanzábamos un acuerdo no podíamos explicarlo luego en público.
Del texto que se votaba, ¿qué no le gustaba?
Nosotros queríamos recuperar una indemnización justa por despido, recuperar un salario de tramitación, frenar ERES abusivos de multinacionales, equiparar los derechos laborales en la subcontratación, mejorar la inspección de trabajo…
Me está hablando de cosas que cree que faltan en el texto. Pero en ese texto había otras muchas cosas y todas suponían avances para los derechos de los trabajadores respecto a la legislación del PP. Ante la posibilidad de regresar a esa legislación laboral de Rajoy, que implica un retroceso, ¿no se plantearon en ningún momento al menos la abstención?
Nosotros planteamos una serie de condiciones y no eran maximalistas. Lo que se nos dijo, sobre todo desde una parte del Gobierno, es que no se podían mover. Nos negamos a comprar ese relato de lo menos malo. Si tú tienes los números en el Congreso para mejorar la vida de la gente, tienes que mejorarla.
Pero es que su voto en contra, y perdone que insista, suponía empeorar de nuevo las condiciones de vida de la gente.
Trasladar la responsabilidad a aquellos que queríamos mejorar la ley y decir que por nuestra culpa vuelve la reforma del PP es injusto. La mejor manera de que no vuelva la reforma laboral del PP es no presentar una reforma que le gusta al PP, que se llegó a plantear la abstención. No lo digo yo, lo dijo Almeida. Es como si pones a la venta un piso y dices que tiene 3 habitaciones, un baño y una cocina y, de repente, resulta que es un garaje. Y dices: “Pero al menos puedes dormir”. No, oiga. Me está mintiendo y me está estafando.
¿Reconoce al menos que el texto que se ha votado sí supone algún avance respecto a la legislación del PP?
(Silencio) Cuando nos intentan convencer de que esta reforma es estupenda…Con todo el respeto a los sindicatos, que ellos sí que reequilibran fuerzas con los empresarios porque la reforma de Rajoy los vilipendió, pero más allá de eso, a mí nadie me va a convencer de que esta reforma laboral me tiene que gustar.
¿Usted conoce a alguna persona que trabaje limpiando habitaciones de hotel?
Tengo 20 años cotizados, 15 fuera de la política. He tenido trabajos precarios, jefes de mierda. Sé perfectamente lo que supone todo esto. Evidentemente conozco a gente que va a pasar de un contrato de obra y servicio a un contrato fijo discontinuo…
Este ruido no nos conviene a ninguno
Y a uno indefinido…
Pero yo pregunto: ¿De qué sirve ser indefinido si te pueden despedir de la misma forma? Por seguridad vital está muy bien y para las estadísticas está muy bien.
¿Usted ha trabajado alguna vez por obra y servicio?
Sí. Eso va muy bien para tu tranquilidad y para las estadísticas, que salen muy bien. Esto se puede revestir de una manera muy determinada, pero la foto es la que es. Y la foto es muy fea. Yo lo entiendo todo y a Yolanda Díaz le tiene que ir bien en este país porque, si no, viene quien viene. Y, si viene quien viene, algunos nos tendremos que exiliar.
Yo no le hablaba de Yolanda Díaz ni de política, le hablaba de la vida de la gente y de sus condiciones de trabajo. Pero, hablando de Yolanda Díaz, ¿por qué no fue usted a la reunión a la que le convocó el día antes de la votación?
A las siete menos cuarto de la tarde nos pasó un documento que la Ejecutiva de ERC decidió rechazar porque era el mismo por quinta vez. Y lo hicimos por escrito porque ya veíamos que había cosas raras. Luego recibo un mail en el que me convocan al ministerio a las siete y media en el despacho de la ministra. Le pregunto que para qué y me dice que ya lo hablamos cuando vaya. Le insisto en preguntar si hay algún contenido nuevo y ella me responde que no pero que quiere que le diga a la cara que no acepto. ¿Qué sentido tenía volver a decirnos que yo no acepto lo que me ofrece, que es nada, y que ella no se puede mover? Me dijo que es que estaría el PSOE. Llamo al PSOE y no saben nada de esta reunión. Y no voy a entrar más allá.
¿Ha hablado con Yolanda Díaz después de la votación?
No, pero no tengo ningún problema con nadie ni hay connotaciones personales con nadie, lo quiero dejar muy claro. Yo le deseo lo mejor en lo personal y en lo político a Yolanda Díaz.
Ayer le entendí cuando hablaba desde la tribuna que para usted es lo mismo Yolanda Díaz que Albert Rivera. ¿Usted mismo se cree tal cosa?
Me entendió mal. Lo que dije es que esta reforma laboral se parece mucho a la reforma laboral que pactaron Albert Rivera y Pedro Sánchez. Es complicado de contrarrestar porque Ciudadanos ha votado esta reforma.
¿Entonces para usted la reforma laboral es de derechas porque la votó Ciudadanos y porque la CEOE forma parte del acuerdo?
La única pátina de izquierdas es la de Más País y Compromís aunque hay que entender que Mónica García y Mónica Oltra forman parte del espacio político que quiere conformar Yolanda Díaz. Pero querer vender que porque Compromís y Más País estén en esto es una reforma laboral de izquierdas cuando la ha votado Ciudadanos y la ha jaleado quien la ha jaleado…
Usted votó junto a PP y Vox.
Ese debate es de primero de PSOE. Cada vez que votamos algo en contra de ellos nos dicen que es que votamos con la derecha…
Eso es lo que usted dice de la reforma laboral, que es de derechas porque la vota Ciudadanos y la apoya la CEOE…
Yo lo que dije es “dime quién te vota y te diré lo que presentas”. Yo lo entiendo todo, pero es que la foto es la que es y los apoyos son los que son. Y cuando Ana Patricia Botín, que no creo que sea La Pasionaria, te dice que esto está guay, es feo, es feo.
Ustedes gobiernan con la derecha catalana e hicieron presidente a Quim Torra.
¿Quién es más de derechas, Jaume Giró o Nadia Calviño?
No lo sé, ¿usted tiene ahí el derechómetro?
Creo que el futuro de la política es el pacto entre diferentes y que las contradicciones son las que son. Nadie va a ganar por mayoría absoluta. Son las mismas contradicciones que seguramente tiene Yolanda con Nadia Calviño.
El PP está diciendo que hubo pucherazo y ataques contra la democracia porque su diputado se equivocó al votar. ¿Qué le parece?
Me parece peligrosísimo. Pasó lo que pasó, que se puso en manos de un partido muy poco fiable y que tuvieron la suerte de que un diputado del PP votó lo que votó. Es peligrosísimo ir más allá. Ojalá en este país hubiera una derecha democrática alejada de Vox.
Cuando un diputado vota telemáticamente ¿puede corregir luego su voto presencialmente?
No, de hecho a nosotros nos ha pasado alguna vez. En los grupos grandes pasa en cada votación y nunca se puede cambiar, lo que se vota va a misa. Y poderlo cambiar abriría la puerta a cosas graves si de repente, porque interesa en un tema, se empiezan a cambiar votos. No sé, que coloquen un VAR en el Congreso. Un VAR con uve.
Sí, porque del otro ya hay. ¿Qué le parece lo de UPN? No me refiero a lo de votar que no, que pueden hacer lo que quieran. Me refiero a que mintieran a todo el mundo.
Es el coste que tiene poner en mano de dos mercenarios algo tan importante. Es una enorme irresponsabilidad. Me parece mal, pero es que UPN es lo que es. El PP solo tuvo que llamar y ofrecer algo o amenazar.
Me quedo con la sensación de que sí que respiró aliviado cuando salió adelante la reforma laboral.
Como es la sexta vez que me lo dice quiero creer que lo piensa de verdad…
Yo creo que es la séptima…
Le doy mi palabra de que no me dio tiempo. Pensé en el espectáculo que organizaba la derecha y que ya habría entradilla para los telediarios.
Hablaba antes de que el Gobierno se había comprometido a derogar la reforma laboral del PP y que esto no lo era. Alguien podría decir: hombre, ERC lleva 80 años prometiendo la autodeterminación y la independencia a sus votantes…
Claro, pero piense que a nosotros nos han fusilado a un presidente, nos han encarcelado a otro, algunos en el exilio…Defender lo que defendemos tiene un coste, pero va bien.
Nadie me va a convencer de que esta reforma laboral me tiene que gustar
Va más lento que la reforma laboral, desde luego.
También le digo que Madrid es la ciudad del halago, pero yo tengo la criptonita de ser indepe y veo que hay que tener cuidado con ese halago. No sería la primera vez que vemos a alguien aupado a los altares que se piensa que es Julio César y luego acaba donde acaba…
No le pillo. ¿Me está queriendo contar algo de alguien o algo personal?
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¿Personal? ¡No!
Usted también ha estado en los altares del independentismo y ha acabado abucheado en las manifestaciones…
Ya, pero fíjese. Ayer [por el jueves] hubo una manifestación de trabajadores que estaban en contra de la reforma laboral, y seguro que eso no significa que Yolanda Díaz tenga en contra a la clase trabajadora.
La cita es en el despacho del Congreso de Gabriel Rufián (Barcelona, 1982). Apenas han pasado unas horas del esperpento vivido en el hemiciclo durante la votación de la reforma laboral. A pesar de los sobresaltos, dice el portavoz de ERC que ha descansado bien y, atendiendo a sus respuestas, no parece pesarle la postura adoptada por su grupo de votar en contra del decreto ni aún viendo el riesgo que existió de que volviese a imperar la legislación del PP. En su escaño, sin embargo, no se le vio muy contento cuando la presidenta Batet se equivocó y derogó durante unos segundos la nueva norma. Señala al Gobierno en su conjunto como responsable de lo ocurrido, pero le dedica un capítulo aparte a Yolanda Díaz, con la que pareciera tener alguna cuenta (política) pendiente.