Izquierda Unida-Comunidad de Madrid está a punto de cubrir la vacante que le dejó Tania Sánchez. Luis García Montero aceptará ser el aspirante a la Presidencia del Gobierno autonómico, aunque sólo si se cumplen, básicamente, tres condiciones: que sea una candidatura "de unidad", "cívica" y que sea validada de alguna forma por la militancia. Requisitos que están ya muy cerca de cumplirse. Se alzaría así como el hombre de consenso en una federación muy fracturada. Su nombre lograría taponar la posibilidad de una nueva ruptura.
Las dos últimas reglas suscitan menos complicaciones. García Montero (Granada, 1958), poeta y catedrático de Literatura Española de la Universidad de Granada, desea que su candidatura "no represente a los aparatos de los distintos sectores", sino que cobije a representantes de distintos colectivos sociales. Colectivos como los que respaldaron su postulación en un manifiesto hecho público este viernes. Intelectuales, catedráticos y personalidades del mundo de la cultura como el exjuez Baltasar Garzón, el cineasta Pedro Almodóvar, el músico Joaquín Sabina, la actriz Pilar Bardem, el exrector Carlos Berzosa o el poeta Marcos Ana suscribieron un documento de apoyo a quien juzgan que puede representar la lista "del progresismo y la izquierda" en la Comunidad de Madrid, en manos del PP desde 1995.
También puso como cláusula que su candidatura sea ratificada de alguna forma por las bases. La dirección colegiada que tiene las riendas de IU-CM no se opuso. De hecho, llamará a las asambleas locales a ratificar la nominación de García Montero.
La condición más compleja es la primera. La unidad. Lo cierto es que en los últimos días la corriente a favor del poeta ha ido creciendo. Fue primero sugerido por la dirección regional tras el abandono de Tania Sánchez. Gustaba porque no había competido en las primarias del pasado 30 de noviembre y no había estado en ninguna de las peleas internas. Era y es respetado por todos los sectores. Poco a poco, el nombre fue prendiendo y salió cada vez más a flote en las asambleas de base. Al tiempo, las presiones de distintos grupos sobre García Montero también se hacían más numerosas. Dentro y fuera de Madrid. Incluso le animó Andalucía, cuyo coordinador y candidato, Antonio Maíllo, le había fichado a mediados de mes para su equipo de campaña. Razones todas por las que este viernes por la tarde el Consejo Político Regional (CPR) de IU-CM, su máximo órgano de poder, le propuso por unanimidad de los presentes como candidato, a la espera de que él dé su confirmación oficial. Quienes le postularon fueron los dos dirigentes que se quedaron por detrás de Tania Sánchez en las primarias, José Antonio Moreno y Julián Sánchez-Vizcaíno.
García Montero, militante de IU y de Izquierda Abierta, el partido coliderado por Gaspar Llamazares y Montse Muñoz, se resistía porque era consciente del difícil clima interno dentro de la federación madrileña. Por eso puso como condición que la suya fuera una candidatura "de unidad", según insistían desde su entorno. IU-CM se halla hoy dividida, básicamente, entre el sector oficialista, el que controla la dirección, y los críticos, los que hicieron campaña con Tania Sánchez y Mauricio Valiente en las primarias, pero decidieron quedarse dentro de la organización y no dar un portazo. Este último grupo, a su vez, reúne a diferentes sensibilidades: Valiente y sus compañeros del Partido Comunista de Madrid (PCM), comandados por su secretario general, Álvaro Aguilera, y la corriente Frente Amplio, que encarna el alcalde de Rivas, Pedro del Cura.
Distinta opinión dentro del sector crítico
El sector crítico dejó hace semanas de acudir a los órganos, porque no reconocían a la dirección, y de hecho pedían, sin éxito, la desfederación de IU-CM y el nombramiento de una gestora. Es decir, que IU federal procediera a desvincularse del aparato madrileño, copado por la vieja guardia, encarnada por los portavoces en el Ayuntamiento y la Asamblea de Madrid, Ángel Pérez y Gregorio Gordo, ambos ya expulsados de IU.
El enfrentamiento en las últimas semanas era total. Por eso García Montero ha ido hablando con todos los sectores en los últimos días, para garantizarse el apoyo de todos. Y lo ha ido amarrando. Este jueves, se confirmó que Del Cura lo apoyaba y acudiría al Consejo Regional a apoyar expresamente su candidatura. Aunque fue él solo como representante de Frente Amplio. Y hoy el escritor se reunió con Valiente y Aguilera. Ambos le trasladaron lo que ya avanzó infoLibre: que no veían con recelo su nombre, pero que debía ser el cabeza de cartel de todos, y "no de parte", y que había "muchas cosas previas que resolver", según fuentes próximas a ambos dirigentes. Por esas reservas, este grupo consideraba que no había condiciones para asistir al Consejo Regional. Pero este fin de semana tienen previsto reunirse para analizar el escenario y comprobar si es posible respaldar a García Montero.
La pelea interna obedece al enquistamiento de las posiciones respecto a la política de convergencia en la capital. Todos los críticos juzgan irrenunciable la confluencia con Ganemos y Podemos. Pero la cúpula regional recela porque quiere que la alianza se materialice sólo a través de la fórmula convencional, la coalición electoral. Pero esa vía ya no es posible, porque la plataforma municipalista y la formación de Pablo Iglesias pactaron y refrendaron que crearían un partido instrumental y que no habría siglas. El Consejo Político Federal de IU, el pasado 21 de febrero, aprobó esa alternativa. Bendijo todos los procesos de convergencia que tuvieran como objetivo derrotar al bipartidismo, y aceptó todas las fórmulas legales. El único requisito es que ese acuerdo de confluencia fuese validado, una vez cerrado, por la militancia.
La pregunta, aún por fijar
La cuestión del referéndum fue abordada también por el Consejo Político Regional de este viernes. Aprobó que este se haga el próximo sábado, 7 de marzo, y será llamada "toda la afiliación residente en la capital". Sobre la mesa estuvo, durante el debate, una propuesta de reglamento que contenía una pregunta de controvertida redacción: "¿Cómo consideras que IU-CM se debe presentar a las elecciones municipales de la ciudad de Madrid? a) En coalición de partidos con nuestras siglas e identidad, o b) En partido instrumental perdiendo sus siglas".
Ese planteamiento fue cuestionado por el sector próximo a Sánchez-Vizcaíno y por parte del PCM no alineado con Aguilera, según fuentes asistentes a la reunión. Y, por descontado, era totalmente rechazado por los críticos, que consideraban que una redacción así podía hacer peligrar la candidatura de García Montero. Al final, el CPR acordó que el Consejo de Madrid ciudad, junto a la coordinación colegiada aprobarán tanto el reglamento como la pregunta concreta que deberá someterse a votación, pregunta que será "clara y determinante". El comunicado oficial, no obstante, tampoco dista mucho del planteamiento inicial: los militantes "deberán decidir entre presentarse a las elecciones municipales con una coalición electoral que respete las siglas de las formaciones políticas coaligadas; o un partido instrumental o cualquier otra fórmula, sin siglas, y cuyo nombre está por decidir".
El grupo de Valiente y Del Cura presionan para que tutele el referéndum el equipo de Cayo Lara, porque no se fía de la vieja guardia. La cúpula regional, mientras, sostiene que en todo caso el federal ha de tener algún papel en el proceso, pero no el principal, ya que la competencia de convocatoria y de organización, es de IU-CM. El equipo de Lara se ofrece a "acompañar, ayudar y apoyar", tal y como indicó su secretario de Organización, Adolfo Barrena. Los detalles de la participación del federal, por tanto, se fijarán en los próximos días.
Voto "masivo y decisivo para derrotar a la derecha"
La irrupción del nombre de García Montero, no obstante, ha contribuido a destensar el clima interno y a acercar posturas, dado que su nombre no suscita resquemores. Si finalmente todo el grupo crítico apoya al poeta, se allanaría definitivamente el camino para su nominación.
Ver másGarcía Montero cree que los nuevos partidos refuerzan el bipartidismo
La candidatura de García Montero fue recibida "con entusiasmo por los integrantes del Consejo", y fue "aceptada por aclamación", según fuentes oficiales de IU-CM. El órgano cree que los "esfuerzos realizados" para buscar un número uno "con fuerte vocación de consenso dentro y fuera" de IU, y "capaz de elevar el tono del debate político y electoral, han merecido la pena". "Luis es una persona de gran valía, de enorme calidad humana y demostrada solvencia política, y va a tener detrás a toda la organización de IU-CM y a amplios sectores sociales, profesionales y culturales. Es la mejor expresión de la política de convergencia a partir de un proyecto político moderno, transformador, de izquierdas y siempre sensible a las demandas de los trabajadores, de la gente peor tratada por las políticas neoliberales", subrayó la federación en un comunicado.
IU-CM promete ofrecer "lo mejor de su saber" para poner en marcha una "atractiva y ambiciosa campaña electoral", consciente de que han de aprovecharse "las potencialidades de la ciudad de Madrid" y del resto localidades para que el voto a la federación sea "masivo y decisivo para derrotar a la derecha en las urnas y construir gobiernos de izquierdas y de progreso que pongan fin a dos décadas de políticas antisociales y conservadoras".
El candidato de IU a la Moncloa, Alberto Garzón, adelantó que el poeta sería "buen candidato" en cualquier sitio y auguró que "tarde o temprano" habrá reencuentro con Tania Sánchez "en el proyecto de transformación del país". "Independientemente de cómo lleguemos a 2015, después viene 2016, 2017... y hay muchas formaciones con las que vamos a tener que cooperar desde la autonomía e independencia y con la de Tania Sánchez [Convocatoria por Madrid] seguro que podremos trabajar codo con codo", dijo en RNE.
Izquierda Unida-Comunidad de Madrid está a punto de cubrir la vacante que le dejó Tania Sánchez. Luis García Montero aceptará ser el aspirante a la Presidencia del Gobierno autonómico, aunque sólo si se cumplen, básicamente, tres condiciones: que sea una candidatura "de unidad", "cívica" y que sea validada de alguna forma por la militancia. Requisitos que están ya muy cerca de cumplirse. Se alzaría así como el hombre de consenso en una federación muy fracturada. Su nombre lograría taponar la posibilidad de una nueva ruptura.