El PP había diseñado con su mayoría absoluta un calendario de tramitación de la ley de amnistía en el Senado para que se devolviera al Congreso en plena campaña de las europeas. Querían provocar un terremoto político con los españoles a punto de ir a las urnas, su supuesto gran argumento para vencer al PSOE el 9 de junio. Una especie de nuevo plebiscito sobre Pedro Sánchez tras no lograr llegar a La Moncloa el pasado 23 de julio.
La polémica proposición de ley ve la luz verde definitiva en las Cortes este jueves, donde tiene los votos asegurados. En el Gobierno creen que esta norma está ya amortizada electoralmente y no va a suponer un desgaste en las urnas como vaticinaban en el Partido Popular, según fuentes del Ejecutivo. De hecho, en el PSOE y en Sumar sostienen que se ha convertido en un activo ahora esta medida de gracia y defienden que se ha hecho lo correcto.
Los socialistas y Sumar subrayan que la norma ha cumplido con su principal objetivo: la normalización política en Cataluña. En el Palacio de La Moncloa y en Ferraz señalan que los buenos resultados de Salvador Illa el pasado 12 de mayo han neutralizado las críticas y los ciudados pueden comprobar con hechos que hay un resultado: por primera vez desde 1984 el independentismo no suma mayoría absoluta en el Parlament de Catalunya. Como indican fuentes del ala socialista: "Lo contamos en los mítines, especialmente en el resto de España, para que se comprenda por qué lo hicimos. Lo que pasó en los comicios catalanes han reconfortado a mucha gente, que ha visto el fruto de manera rápida".
"Ya sabemos lo que pasa cuando al PP le va mal: fango"
En el Gobierno y en Ferraz analizan que el PP se agarra, en cambio, a la investigación en el juzgado sobre Begoña Gómez ahora para salvar una campaña en la que la amnistía ya no es un arma en las urnas, para tapar el giro que han dado para pactar con la ultraderecha de Giorgia Meloni en Europa y para no tener que pronunciarse sobre sus pactos con Vox y la foto del viaje de Santiago Abascal a Israel para reunirse con Benjamin Netanyahu.
“Están muy nerviosos”, dicen sobre los populares en el núcleo duro de La Moncloa, donde indican que los trackings electorales evidencian una tendencia hacia la baja de los populares y de escalada del socialismo. Algo que también indican los sondeos que manejan en Sumar, donde creen que la movilización de la izquierda puede hacer que no se cumplan las encuestas que daban al PP de ganador de largo.
En el entorno del presidente emiten: “No sabemos cuántos días llevamos de precampaña y de campaña, un debate cara a cara, y el PP no ha logrado entrar en estas elecciones. No tienen programa, esconden a la candidata en los mítines grandes, su discurso se mimetiza con la ultraderecha e incluso se abren a pactar con el Vox europeo”.
“Ya sabemos lo que pasa cuando al PP le va mal: fango. Es el ciclo del bulo: un digital publica, el PP lo lleva al Congreso, unos ultras a un juzgado… Modus operandi habitual. Ellos sabrán dónde van con esta estrategia. Desde luego no a solucionar ni un solo problema de los ciudadanos. Eso para Feijóo ya pasó a segundo o tercer plano hace tiempo. Añoran a Puigdemont, siguen hablando de ETA, ignoran a los muertos inocentes en Palestina... Ellos mismos están contando que la diferencia es de menos de tres puntos a su favor... y bajando”, sostienen fuentes socialistas.
El foco del PSOE
En Ferraz analizan la situación de esta manera: “Queda semana y media de campaña, y aunque no les guste se va a seguir hablando de su absoluta entrega a la ultraderecha, de su nula compasión con los palestinos y de una falta de liderazgo que ya roza lo insostenible. Hoy Feijóo ha tocado fondo como político. No se puede caer más bajo. Nosotros seguimos a lo nuestro, convencidos como ha dicho el presidente, de que esta remontada lleva a la victoria”.
Fuentes del Gobierno y del PSOE también indican en todo momento respecto a la causa investigada por el juez Peinado sobre Begoña Gómez: “No hay caso”. Y ponen frente al espejo las contradicciones populares: durante todo el miércoles en la sesión de control exigieron más explicaciones al jefe del Ejecutivo, pero horas más tarde el PP decidió con su mayoría absoluta en la Mesa del Senado no citar a Sánchez a la comisión de investigación creada en la Cámara Alta. Asimismo, varias fuentes del PSOE indican que el propio PP sabe del efecto bumerán que esto puede tener, ya que sus representantes en el órgano no llevan, en su opinión, ni bien preparadas las preguntas a los comparecientes.
En La Moncloa y en el PSOE subrayan su respeto por la decisión de la Audiencia de Madrid de avalar que siga la investigación del juez Peinado, pero a la vez se recuerda que la esposa del presidente no ha sido llamada a declarar por el magistrado como imputada. Además, diversos dirigentes ponen en privado el acento de las anomalías que se están produciendo en la instrucción y en que el propio magistrado se saltó el propio secreto de sumario que él decretó.
Ver másJaume Asens: "Reconocer el Estado de Palestina es insuficiente, hay que romper relaciones con Israel"
La campaña de las europeas se va caldeando conforme pasan los días. El presidente del Gobierno busca la mayor implicación y ha puesto un nuevo acto en la agenda para este jueves junto a Teresa Ribera en Euskadi que no estaba previsto en el calendario diseñado en un primer momento en Ferraz. Lo que se busca principalmente es la movilización del electorado progresista al estilo del 23 de julio y que se supere la habitual baja participación en las continentales (que suele estar por debajo del cincuenta por ciento cuando no coincide con las municipales y autonómicas).
A la espera de la investidura de Illa: "Lo dejamos en manos de Salva"
La aprobación de la ley de amnistía y la campaña de las europeas coincide con el escenario postelectoral en Cataluña, donde no se ha despejado el futuro de la investidura de la Presidencia de la Generalitat. En el Gobierno, señalan las fuentes, ven imposible un pacto durante estos días. La primera prueba de fuego será la la constitución de la Mesa del Parlament, que será apenas un día después del 9J. No habrá ningún tipo de filtración, según indican los socialistas, que dejan "todo en manos de Salva". Pero creen que luego se alargará ese plazo para que Illa intente ganar la votación de investidura por la situación en la que está principalmente Esquerra. Los socialistas confían en que el exministro de Sanidad terminará atando una mayoría pero creen que ERC necesita todavía tiempo.
Además, dicen que es pronto para saber cómo actuarán los independentistas si Illa se hace con el Palau. Ahí será clave el papel que juegue Carles Puigdemont, que manifestó que no se quedaría en la oposición si no era president. No obstante, voces dentro del PSOE dicen que no tienen claro que esto pase, entre otras razones porque esto le llevaría a perder el aforamiento. Además, los socialistas comentan que en este contexto también hay que esperar a la aplicación de la ley de amnistía, aunque será entonces un episodio que estará marcado por la actuación de los jueces. "Tendrán que cumplir la ley", indican en el Gobierno sobre la posibilidad de que haya un boicot de los magistrados.
El PP había diseñado con su mayoría absoluta un calendario de tramitación de la ley de amnistía en el Senado para que se devolviera al Congreso en plena campaña de las europeas. Querían provocar un terremoto político con los españoles a punto de ir a las urnas, su supuesto gran argumento para vencer al PSOE el 9 de junio. Una especie de nuevo plebiscito sobre Pedro Sánchez tras no lograr llegar a La Moncloa el pasado 23 de julio.