CETA
El Gobierno exhibe su malestar con el PSOE por el cambio de postura sobre el CETA
El Gobierno y el Partido Popular Partido Popularno ocultan su malestar por el viraje de los socialistas en lo relacionado con el acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y Canadá, conocido como CETA. Los conservadores no entienden por qué apuestan ahora por la abstención y no por el 'sí', como inicialmente se contaba.
En la rueda de prensa posterior al Consejo Europeo, Rajoy insistió en que siempre ha estado a favor del comercio exterior. "Nosotros, España, seguiremos defendiendo siempre el libre comercio", dijo al tiempo que sostuvo que es "muy difícil explicar" por qué se oponen a un acuerdo con un país como Canadá. Y señaló que él tendría complicado explicar en Bruselas la oposición de España.
El CETA también fue uno de los asuntos más repetidos en las preguntas de la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, en la comparecieron el portavoz, Íñigo Méndez de Vigo, y el titular de Economía, Luis de Guindos.
Guindos consideró que este acuerdo es "impecable desde muchos puntos de vista" y llamó a los socialistas a abrir una reflexión. "Que sea coherente y España no ponga en cuestión esto".
Por su parte, Méndez de Vigo, admitió que al Gobierno le "preocupa" el viraje de los socialistas. "Es un tratado de toda la UE, que España no puede modificar. Sería malo que el Partido Socialista no estuviera en ese consenso".
"Un PSOE completamente podemizado"
Mientras, desde el PP, el coordinador general, Fernando Martínez-Maillo, consideró que la rectificación de los socialistas "dibuja un PSOE completamente podemizado, sin rumbo, confuso, errático, radicalizado y populista".
En la inauguración de la Escuela de Verano del PP aragonés, que se celebra en Tarazona, Maillo recordó que este Tratado ya ha sido votado favorablemente por parte de los eurodiputados socialistas españoles en el Parlamento Europeo y de los diputados socialistas en el Congreso, "y ahora resulta que es malo para los españoles, a ver cómo lo argumentan".
El dirigente conservador explicó que "el tratado no es un peligro para los españoles, ya que supone nuevas oportunidades para las pymes españolas, y conlleva apostar por una economía de puertas abiertas frente al proteccionismo y al aislacionismo".
"Con esta decisión el PSOE abandona sus posiciones tradicionales europeístas", añadió. "Ahora hay dos Podemos, uno morado y otro rojo. Para saber lo que ocurre en el PSOE, más que preguntar a Pedro Sánchez hay que preguntar a Pablo Iglesias. Lo que haga Pablo Iglesias es un testimonio de lo que puede hacer Sánchez. Parecen una pareja pendiente de una fecha de boda", indicó.
"Un poco precipitado"
Este mismo viernes, la portavoz del PSOE en el Congreso, Margarita Robles, admitió que el viraje de la posición de los socialistas frente al acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y Canadá (CETA), pasando de apoyarlo a la abstención, ha sido "un poco precipitado".
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En declaraciones a laSexta recogidas por Europa Press, la portavoz parlamentaria reconoció que la nueva posición se tomó el pasado lunes en la reunión de la Ejecutiva socialista de Pedro Sánchez y los diputados en el Congreso no conocieron la decisión hasta el martes, lo que podría haber provocado malestar en algunos sectores de la bancada socialista.
Robles reiteró que los diputados del PSOE optarán por la abstención en la votación del CETA el jueves de la semana que viene, y dio por bueno el debate que se ha generado sobre un tratado que, según admitió, apenas conocía hasta hace unos meses.
"Son 1.600 folios, y se está hablando con mucho desconocimiento. Yo le confesaré que la primera vez que se votó en el Congreso sobre el CETA lo hice sin tener mucho conocimiento, pero ya comenté que el tratado, desde el punto de vista jurídico, me preocupaba y tenía cosas que me parecían discutibles", explicó.
