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El Gobierno reclama galones en la UE como pago a la creciente actividad militar de España

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El Gobierno busca un mayor protagonismo en la Europa militar, en la que ya despunta como el principal aportador de soldados en las misiones comunitarias. Cuando se materialice el Brexit, en marzo de 2019, Northwood (Reino Unido) dejará de ser uno de los cinco cuarteles generales estratégicos de la Unión Europea junto a París, Roma, Postdam (Alemania) y Larissa (Grecia). Habrá un vacío que llenar. Y España quiere que lo llene Rota, por lo que Defensa ha presentado su candidatura ante la Unión Europea. Pretende no sólo que la base gaditana, que ya es crucial para Estados Unidos, sea un terminal estratégico de la UE, sino que también sustituya a Northwood en el mando de la operación europea Atalanta de lucha contra la piratería en el Cuerno de África.

España es el único Estado que ha participado en todas las operaciones de la UE: Atalanta, Sophia (frente a las costas Libias), Somalia, República Centroafricana, Mali y Bosnia. La contribución cuantitativa de España alcanza los 845 militares. Ningún otro Estado europeo aporta más, confirma Defensa. "España ha participado y participa en todas y cada una de las operaciones y misiones de adiestramiento militares de la UE, siendo la contribución española la mayor de los países miembros", señala Defensa.

"Como país que lidera y aporta permanentemente medios de superficie y aéreos, junto a capacidades críticas como medios de operaciones especiales y UAVs [vehículos aéreos no tripulados], así como efectivos esenciales en los cuarteles generales, España dispone de la adecuada experiencia y capacidad para proporcionar una capacidad de mando y control estratégico en las instalaciones de la Armada en la Base Naval de Rota", añade. Defensa considera que establecer el cuartel operativo en Rota supondría el reconocimiento al esfuerzo realizado por España en favor de la "política común de seguridad y defensa de la UE".

Jesús Núñez Villaverde, codirector del Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria, afirma que la pretensión del Gobierno no cambia la línea ya marcada, que otorga a Rota una creciente importancia geoestratégica. "Rota ya está en el mapa mundial. Sólo hay que pensar en los cuatro destructores que Estados Unidos tiene en la base", explica Núñez Villaverde, que recuerda que el Gobierno también ambiciona que España sea "un punto de referencia clave" del Comando África de Estados Unidos, el conocido como Africom, con cuartel general en Stuttgart (Alemania). "España", expone Núñez Villaverde, "pretende ganar peso dentro de la OTAN y de la UE en el terreno de la seguridad militar". De hecho su peso ya va en aumento. Y sus gestos de adhesión a la carrera armamentística también. El Gobierno, a través de la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal (PP), ha prometido a la OTAN aumentar el gasto militar un 80% para 2024, alcanzando un 1,6% del PIB.

Un flanco crucial

El sur de España es un flanco de importancia creciente en la estrategia militar mundial de Estados Unidos. Rota es un bastión del escudo antimisiles, que crispa las relaciones de Occidente con Rusia, y es punto de partida de los ataques de Estados Unidos en Siria. La base de Morón es clave para las intervenciones de los marines en el Mediterráneo Occidental, el Magreb y el Sahel. El informe La geopolítica de las bases militares, publicado por el Instituto Español de Estudios Estratégicos del Ministerio de Defensa, destaca el "renovado interés" norteamericano por ambas bases en el nuevo contexto mundial, en el que destaca el eje Rota-Morón como "un pilar estratégico".

El Estado español lleva un largo ciclo de cesiones militares a Estados Unidos. La llegada a Rota entre 2014 y 2015 de cuatro navíos destructores estadounidenses Arleigh Burke para proporcionar cobertura antimisliar a los aliados mediterráneos e Israel, así como la modificación del convenio de cooperación con Estados Unidos para convertir Morón en sede de de un destacamento de marines para intervenciones en África, son ejemplos perfectos de ello. La visita de Obama en el verano de 2016 fue elocuente. Llegó a España directamente desde el este de Europa, de una cumbre de la OTAN en Varsovia, donde Estados Unidos acababa de desplegar medios y tropas frente a Rusia. La OTAN siempre busca distribuir equitativamente los gestos entre el este y el sur. La visita del presidente fue un claro agredecimiento a la siempre bien dispuesta España.

La colaboración militar hispano-estadounidense se fundamenta en el Pacto de Madrid de 1953, en pleno franquismo, que supuso el despliegue militar de Estados Unidos en Rota, Morón, Zaragoza y Torrejón de Ardoz. La ubicación del eje Rota-Morón siempre ha sido privilegiada: en el extremo meridional de la fachada atlántica española, cerca del Estrecho de Gibraltar, en un punto intermedio entre Estados Unidos y Oriente Medio, cabeza de puente de Europa, con acceso al Atlántico, Mediterráneo occidental, norte de África y Sahel. Ambas bases, de situación geoestratégica óptima, suscitaron el interés de Estados Unidos en el marco de la Guerra Fría por su potencial en "labores de presencia avanzada, lucha antisubmarina en la fachada atlántica o defensa del flanco sur de la OTAN", según el informe La geopolítica de las bases militares, firmado por Guillem Colom y publicado por el Instituto Español de Estudios Estratégicos. Hoy en día son igualmente útiles, quizás más, en el contexto de tensiones multipolares. El valor de Rota "en la estrategia española, aliada [OTAN] y estadounidense está fuera de cualquier duda y su importancia se mantendrá a pesar del giro de Washington hacia Asia-Pacífico o la irrelevancia estratégica europea", señala el estudio del Instituto Español del Estudios Estratégicos, que atribuye a Rota un papel central para el desenvolvimiento en el "arco de inestabilidad" que comienza en la orilla sur del Mediterráneo y se extiende hasta el Golfo de Guinea.

Objetivo militar "de primer orden"

Ahora España quiere que su contribución a las misiones europeas y a la estrategia otanista sea reconocida con galones para Rota, cuyo creciente protagonismo la pone ya inevitablemente en el foco de los países rivales. El informe Escudo antimisiles en la base de Rota. Un paso más en la militarización mundial, del Centro Delàs de Esudios por la Paz, afirma que este nuevo protagonismo –sobre todo por el escudo antimisiles– convierte a España en un "objetivo militar de primer orden". "La función de apoyo a operaciones de la OTAN y de Estados Unidos colocará a España en una posición de mayor complicidad belicista" con la primera potencia económica y militar mundial, señala el informe.

El analista Jesús Núñez Villaverde coincide en que, obviamente, a mayor consagración de la importancia de un enclave militar, más fácilmente identificable y reconocible como objetivo resulta para "los malos", como dice en expresión coloquial. El movimiento antimilitarista y pacifista andaluz –que en su momento era capaz de juntar a miles de manifestantes en la anual Marcha a Rota, hoy una cita de capa caída– lanza una voz de alarma. "España no les pone ninguna limitación. Estados Unidos está en Rota y Morón para lo que quiera y necesite", señala Carmen Casado, portavoz de la Red Antimilitarista de Andalucía, que recuerda el papel de Rota como "centro de espionaje". "Por supuesto, Rota aumenta la inseguridad de la zona, por mucho que lo quieran negar", añade. No sólo se refiere al riesgo de ataques terroristas, sino a posibles accidentes nucleares, si bien no puede aportar pruebas de que en Rota se almacenen armas nucleares.

"El problema es que el antimilitarismo ya no está en la agenda política, a pesar de que [los gobernantes] ya no tienen el argumento de los puestos de trabajo, porque cada vez hay menos empleo civil [el que realizan los españoles]. Este tema inhibe a la gente, que siente que es imposible hacer nada por el poder de la fuerzas de seguridad y la defensa. Tenemos que romper eso y decirlo claro: 'Esta carrera armamentística es un disparate que no soluciona nada, que lo empeora todo", expone.

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Otra cuestión: la doble función de la base de Rota, al servicio de la UE y de EEUU, ¿puede llegar a generar contradicciones y tensiones? La respuesta de los analistas es que, ahora mismo, en absoluto. "Ningún país de la UE propugna crear un sistema de seguridad al margen de la OTAN, sino reforzar el pilar europeo de la alianza atlántica", señala Núñez Villaverde. No obstante, recuerda que la estrategia global europea de 2016 apunta a una "autonomía estratégica" de al UE. Hipotéticamente el el futuro podría haber "problemas" entre atlantistas y europeístas, señala. Siempre y cuando, claro está, un europeísmo no atlantista reforzara posiciones en el seno de la UE.

Félix Arteaga, investigador principal de seguridad y defensa del Instituto Elcano, cree que todo juega a favor del reforzamiento del papel de la base de Rota. No obstante, apunta que lo realmente importante sería tomar el mando de la misión Atalanta. "Es una decisión del Consejo de Europa y aún no está adoptada. Pero España ha sido el país que más ha contribuido a esa misión. Incluso la creó junto a Francia. Hay una regla no escrita que dice que el que más contribuye manda. Siempre se acusaba a Reino Unido de mandar sin aportar nada sobre el terreno", señala Arteaga.

La oposición a la candidatura de España la encarna Italia, que persigue unificar el mando de Atalanta con el mando de Sophia. "Si no se le da a España el mando de la operación, tendremos un cuartel general capaz de mandar una operación, pero sin operación", advierte. Defensa considera que su aportación a la operación Atalanta ha sido clave en el buen curso de la misión. "Atalanta es considerada una historia de éxito en la aproximación integrada de la UE en el Cuerno de África, tanto por la gestión eficaz de los escasos medios disponibles aportados por los Estados eiembros como por la efectiva coordinación alcanzada con el resto de países presentes en la zona, así como la coordinación e intercambio de información alcanzado con la comunidad mercante y pesquera internacional", señala oficialmente el ministerio.

El Gobierno busca un mayor protagonismo en la Europa militar, en la que ya despunta como el principal aportador de soldados en las misiones comunitarias. Cuando se materialice el Brexit, en marzo de 2019, Northwood (Reino Unido) dejará de ser uno de los cinco cuarteles generales estratégicos de la Unión Europea junto a París, Roma, Postdam (Alemania) y Larissa (Grecia). Habrá un vacío que llenar. Y España quiere que lo llene Rota, por lo que Defensa ha presentado su candidatura ante la Unión Europea. Pretende no sólo que la base gaditana, que ya es crucial para Estados Unidos, sea un terminal estratégico de la UE, sino que también sustituya a Northwood en el mando de la operación europea Atalanta de lucha contra la piratería en el Cuerno de África.

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