Solo nueve países de la Unión Europea reconocen en la actualidad a Palestina como un Estado soberano. Sin embargo, eso puede cambiar más pronto que tarde. El Gobierno de España ha abierto este fin de semana la puerta a sumarse a ese reducido grupo de forma unilateral si el resto de socios comunitarios rechazan un reconocimiento coordinado. Un paso que el Ejecutivo, según los catedráticos de Derecho Internacional consultados por infoLibre, puede dar sin ningún problema y que sería relativamente sencillo. No haría falta pasar por las Cortes Generales. Con una simple declaración pública o una nota diplomática sería suficiente. Ahora bien, recuerdan que tradicionalmente la política exterior de nuestro país ha sido, salvo en contadas ocasiones, consensuada por los principales partidos.
El paso al frente dado por el Ejecutivo de coalición no es nuevo. En 2018, el entonces ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, anunció su intención de "abrir un proceso interno" con los socios europeos a fin de fijar un "plazo" para adoptar "una posición común" sobre dicho reconocimiento en Oriente Medio. Pero un lustro después apenas se han producido avances. Y ningún Estado miembro, como ya hiciera Suecia hace una década, ha querido moverse de momento por su cuenta. "No habrá paz y seguridad para Israel sin un Estado palestino", ha vuelto a insistir este lunes Borrell, ahora jefe de la diplomacia comunitaria, durante una cumbre en Barcelona con ministros europeos y árabes.
"Muchas veces, con la intención de conservar una unidad de acción exterior, los países de la Unión Europea adoptan una posición común y luego cada uno de ellos va reconociendo a ese Estado", explica Mariano Aznar, catedrático de Derecho Internacional Público de la Universitat Jaume I. Es el caso, por ejemplo, de Timor Oriental, situado en el archipiélago indonesio y que cuenta con el reconocimiento en bloque de los países europeos. Pero hay casos en los que no se logra consensuar una postura única. Y un buen ejemplo de ello es Kosovo. Cinco Estados miembro –España, Chipre, Grecia, Eslovaquia y Rumanía– no reconocen, a diferencia del resto del bloque comunitario, la independencia de este territorio de cerca de dos millones de habitantes anclado en los Balcanes.
Nuestro país puede, por lo tanto, dar un paso al frente en el reconocimiento de Palestina aunque el resto de socios europeos miren para otro lado. Y para ello no es ni siquiera necesario acudir al Congreso de los Diputados. "La dirección de la política exterior es competencia exclusiva del Gobierno y no tiene que pasar por las Cortes", explica al otro lado del teléfono la catedrática de Derecho Internacional Concepción Escobar. No obstante, Aznar recuerda que tradicionalmente se ha tratado como una política de Estado "normalmente consensuada" entre los grandes partidos. Si bien es cierto, completa, que ese consenso se ha quebrado en varias ocasiones. Por ejemplo, con la participación de España en la guerra de Irak.
La Cámara Baja ya instó al Ejecutivo hace casi una década, en noviembre de 2014, a reconocer a Palestina como Estado independiente. La resolución contó con el visto bueno de la práctica totalidad del Parlamento, incluyendo un PP que entonces tenía una holgada mayoría absoluta en el Congreso de los Diputados. Solo se registraron en dicha votación una abstención y dos votos en contra. Aquella proposición no de ley vinculaba ese posible movimiento a la promoción "de manera coordinada" en el seno de la Unión Europea de ese reconocimiento y a un "proceso de negociación" entre Israel y Palestina que garantizase "la paz y la seguridad para ambas, el respecto a los derechos de los ciudadanos y la estabilidad regional".
Una nota diplomática o una declaración pública
Pero ante la ausencia de una posición común europea, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha abierto hace solo unas horas la puerta a un reconocimiento unilateral. Algo que no resultaría demasiado complejo. El mismo se podría otorgar de forma expresa con una simple nota diplomática, felicitación o declaración pública. "Por ejemplo, valdría con que el presidente dejara claro en una declaración solemne el reconocimiento de ese Estado", trata de explicar Aznar sobre esta última cuestión. O también hacerse de forma implícita a través, por ejemplo, del establecimiento de relaciones diplomáticas plenas, que por el momento se sustentan en un particular estatuto que permite a Palestina contar en nuestro país con un representante con un estatus equivalente al de embajador.
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En lo que va de siglo, España ha admitido la existencia de tres nuevos Estados. El primero fue Timor Oriental. Luego vino Montenegro, cuyo reconocimiento fue autorizado en Consejo de Ministros el 16 de junio de 2006, durante la primera legislatura de José Luis Rodríguez Zapatero. Y cinco años más tarde fue el turno de Sudán del Sur. En este caso, se procedió al reconocimiento implícito del nuevo Estado a través de una presentación de una Nota Firmada al Ministerio de Asuntos Exteriores de la nueva república por parte del embajador de España en Jartúm. Aquel escrito no hacía referencia al reconocimiento, solo felicitaba al pueblo sur-sudanés, al nuevo Gobierno y proponía el establecimiento de relaciones diplomáticas y de cooperación. Pero con eso fue suficiente.
El reconocimiento de Palestina por parte de España, señala Aznar, tendría un enorme valor "político" y "simbólico". Y también jurídico. Sin embargo, no implicaría ningún cambio práctico inmediato de gran calado. Desde hace casi una década, Palestina es un Estado observador no miembro de Naciones Unidas, lo que le ha permitido, por ejemplo, adherirse al Estatuto de Roma que regula el funcionamiento de la Corte Penal Internacional. Pero a pesar de ello, el control efectivo que la autoridad palestina ejerce sobre el territorio que le corresponde sigue siendo prácticamente nulo. Y cualquier intento de cargar contra las políticas ilegales de Israel siempre choca de frente con los vetos que países como Francia, Reino Unido o Estados Unidos tienen en el Consejo de Seguridad de la ONU.
"Cuantos más Estados le reconozcan, más peso tendrá en la política internacional", apunta Escobar. Por el momento, 136 países reconocen a Palestina, frente a los más de 160 que reconocen a Israel.
Solo nueve países de la Unión Europea reconocen en la actualidad a Palestina como un Estado soberano. Sin embargo, eso puede cambiar más pronto que tarde. El Gobierno de España ha abierto este fin de semana la puerta a sumarse a ese reducido grupo de forma unilateral si el resto de socios comunitarios rechazan un reconocimiento coordinado. Un paso que el Ejecutivo, según los catedráticos de Derecho Internacional consultados por infoLibre, puede dar sin ningún problema y que sería relativamente sencillo. No haría falta pasar por las Cortes Generales. Con una simple declaración pública o una nota diplomática sería suficiente. Ahora bien, recuerdan que tradicionalmente la política exterior de nuestro país ha sido, salvo en contadas ocasiones, consensuada por los principales partidos.