Choque directo. La decisión de Ferrovial de trasladar su sede a los Países Bajos ha causado un enorme malestar y enfado en La Moncloa. Y el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, apuntó directamente al principal ejecutivo de la compañía, Rafael del Pino. Es la figura clave de la operación.
Ferrovial es una de las empresas emblemáticas de España, que se fundó en el año 1952 y que creció durante décadas gracias a las adjudicaciones de obras públicas de las administraciones españolas. Su primer contrato fue con Renfe.
Ahora ha decidido la compañía llevar su sede hasta los Países Bajos —un Estado de la UE con muchos menos impuestos— y busca cotizar en bolsa en Estados Unidos. Una noticia que traspasa las fronteras nacionales en un momento en el que España tiene inversiones extranjeras récord. Un clima contrario al que aduce la empresa.
Pedro Sánchez se pronunció sobre este tema ante la prensa en Copenhague (Dinamarca), donde viajó este jueves dentro de una minigira para preparar la Presidencia española de la UE. Las paradas de este jueves fueron ese país e Irlanda.
"Los empresarios tienen una enorme responsabilidad"
Quiso mandar un mensaje muy directo Sánchez al presidente ejecutivo de Ferrovial: "En España hay ejemplos extraordinariamente positivos de grandes empresarios comprometidos con su país, no es el caso de Del Pino".
De esta manera respondía el presidente español en Marienborg, la residencia oficial de la primera ministra danesa, Mette Frederiksen. El jefe del Ejecutivo explicó que se va a seguir la situación para ver si se cumple la "legalidad". Una segunda idea quiso sacar el dirigente socialista: "Los empresarios juegan un papel muy importante en nuestra sociedad y tienen una enorme responsabilidad social en la sociedad que nacen y desarrollan toda su acción". Recordando al hilo las ayudas durante la pandemia con los ERTE y los créditos ICO.
Así verbalizó a última hora de la tarde Sánchez sus impresiones. Y es que en La Moncloa apuntan directamente a Rafael del Pino y achacan a "intereses personales" del propio empresario esta decisión. Lo que se traduce en intentar pagar menos impuestos, según fuentes del círculo de Sánchez.
Se rechaza de manera tajante el argumento de que no hay seguridad jurídica en España, resaltando el Gobierno que, en cambio, el país está por encima de Países Bajos en todos los estándares regulatorios. Ámsterdam sí supera a España en una fiscalidad mucho más flexible y baja.
Esta decisión llevará, según explican fuentes gubernamentales, a Del Pino a no tener que pagar, por ejemplo, el impuesto a las grandes fortunas aprobado el pasado año. Todo esto responde a una actitud poco "patriótica" del presidente de Ferrovial.
Moncloa explica que la decisión sólo la intentó comunicar Ferrovial al presidente este martes por la tarde una vez tomada por el Consejo de Administración. "Una empresa seria no hace las cosas así", señalan fuentes del Ejecutivo, quienes subrayan que las explicaciones dadas por la compañía son ridículas.
El mensaje que traslada el Gobierno es que no habrá efecto contagio por la salida de Ferrovial. Con una metáfora: esto no es como las gacelas, que sale una corriendo y van todas detrás. España, además, recibió el año pasado un récord histórico de inversiones extranjeras directas (cifradas en unos 30.000 millones de euros).
Aunque no se vincula con una decisión política directamente, pero se produce apenas a dos meses de las elecciones autonómicas y locales del 28M. De hecho, el PP, especialmente Isabel Díaz Ayuso, ya está utilizando esta marcha para decir que hay una cacería contra los empresarios, que se tienen que marchar a otros países. Esas críticas, comentan en La Moncloa, están "fuera de toda realidad".
Ver másMoncloa achaca a "intereses personales" tributarios de Del Pino la "ridícula" decisión de Ferrovial
La Moncloa no se sale de que están "estudiando el caso" cuando se pregunta si se va a hacer algo más, pero, por el momento, comentan que no se puede parar de manera "inmediata".
Del Pino es un empresario que heredó de su padre este puesto y cuyo ecosistema está entre la élite y los millonarios españoles. Su movimiento no tiene precedentes en ninguna gran compañía española. La vicepresidenta segunda del Gobierno, Nadia Calviño, sí habló el miércoles por la mañana con el empresario para expresarle "claramente" el rechazo del Ejecutivo español.
El enfado es mayúsculo por parte del Gobierno, en un momento de ciclo electoral, en el que la economía creció un 5,5% del PIB el año pasado y con una de las inflaciones más bajas de la UE. Todos los agoreros apocalípticos de la derecha y de la ultraderecha vuelven a utilizar esta marcha para cargar contra el Ejecutivo de coalición. Unidas Podemos ya ha mostrado su receta: no dar ni una adjudicación más a Ferrovial y a empresas que hicieran lo mismo.
Choque directo. La decisión de Ferrovial de trasladar su sede a los Países Bajos ha causado un enorme malestar y enfado en La Moncloa. Y el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, apuntó directamente al principal ejecutivo de la compañía, Rafael del Pino. Es la figura clave de la operación.