El portavoz del Gobierno vasco, Josu Erkoreka, ha asegurado que el Ejecutivo autónomo se encuentra "absolutamente en contra" de una posible continuidad de la actividad de la central nuclear de Garoña, tanto "por razones de seguridad" como de "obsolescencia".
En rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, Erkoreka se ha referido al anuncio del presidente de Endesa, Borja Prado, de solicitar la reapertura de la central nuclear de Santa María Garoña, propiedad de Nuclenor, empresa participada por la eléctrica e Iberdrola. Esta petición se produce después de que el Gobierno aprobara en febrero pasado el real decreto que permite permite a la empresa pedir la prórroga para la nuclear burgalesa.
El portavoz del Gabinete Urkullu ha recordado que, en Euskadi "en general y en Araba en particular" ha habido declaraciones del conjunto de las instituciones, entre ellas, el Parlamento vasco o las Juntas Generales alavesas, contrarias a la continuidad de Garoña.
Según el Gobierno autónomo, la central burgalesa "ha cumplido ya su vida útil" y "existen razones de seguridad y fundadas en la obsolescencia de la central" que justifican el mantenimiento de su cierre. "Por supuesto, el Gobierno está absolutamente en contra de la decisión de reabrir esta instalación energética", ha dicho.
Erkoreka no ha querido especular sobre "los motivos o circunstancias" por los que el Gobierno central "haya podido tomar esta decisión". "Si ha habido o no presiones, o se ha encontrado en un contexto en el que la influencia de grandes empresas haya podido ser decisiva en la decisión, entra en el terreno de lo secundario y lo anecdótico", ha explicado.
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A su juicio, "lo claro" es que "ya hay una posición institucional clara, casi unánime" de las instituciones vascas y las alavesas en contra de la continuidad de la central nuclear, "y continúan estando vigentes los motivos de obsolescencia y de seguridad que aconsejaban en el pasado y siguen aconsejando el mantenimiento del cierre". "El Gobierno vasco no puede estar más en contra de esta decisión del Gobierno central", ha puntualizado.
Para Erkoreka, los criterios "que deben prevalecer" en el informe del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) deben ser "técnicos, relativos a la seguridad". A su juicio "no tiene lugar tomar decisiones con relación a la vida útil de una central nuclear que no se fundamenten estrictamente en motivos relacionados con la viabilidad de las instalaciones y, sobre todo, con su seguridad y las garantías que dan al entorno".
Ha reiterado que Garoña, con 43 años de explotación, ha agotado su "vida útil" y que ello, unido a "motivos de seguridad" hacen que el Gobierno vasco insista en que "no debería continuar abierta".
El portavoz del Gobierno vasco, Josu Erkoreka, ha asegurado que el Ejecutivo autónomo se encuentra "absolutamente en contra" de una posible continuidad de la actividad de la central nuclear de Garoña, tanto "por razones de seguridad" como de "obsolescencia".