El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, ha protagonizado este miércoles un convulso regreso a la Facultad de Políticas de la Complutense, de la que saltó hace seis años a la primera línea de la política, ya que un grupo de jóvenes del colectivo Frente Obrero ha tratado de reventar, al grito de "Fuera vendeobreros de la Universidad", el debate en el que participaba con el exvicepresidente boliviano Álvaro García Linera.
Pocos minutos después de que Iglesias tomara la palabra, tras la extensa intervención que ha realizado el exmandatario boliviano, uno de los integrantes del citado colectivo ha interrumpido al líder de Podemos, preguntándole a gritos si no le daba "vergüenza hablar de fascismo", cuando, según ha denunciado, su formación es "la primera culpable" del "auge" de la extrema derecha, según informa Europa Press.
"Fuera fascistas de la universidad"
"Desahuciáis a la gente", le ha increpando el joven, rodeado por otra treintena de integrantes de Frente Obrero, antes de que el resto del público reaccionara enfadado por la interrupción, con silbidos, abucheos y el grito de "Fuera fascistas de la Universidad". En ese momento, el grupo que trataba de boicotear el acto ha respondido a su vez gritando "fuera vendeobreros de la Universidad".
Tras el intercambio de consignas entre unos y otros, Iglesias ha tomado la palabra y ha pedido que se le entregara un micrófono para que pudieran tomar la palabra con normalidad y trasladarle sus demandas y protestas. "¿Podéis entregarle un micrófono a esos estudiantes?", ha insistido el vicepresidente.
"Quiero escuchar vuestros argumentos. No hace falta gritar", ha explicado Iglesias, tras lo cual, el joven que encabezaba el boicot ha comenzado ha exponer sus argumentos y, entre otras cosas, ha acusado a Iglesias y su formación de no estar "arreglando nada", de ser una "izquierda decadente", y de representar "a la putrefacción y no a los jóvenes obreros". "La solución es acabar con el capitalismo y acabar con vosotros", ha sentenciado.
En su réplica, Iglesias les ha avisado de que "la radicalidad que tiene uno no está en lo que dice sino en lo que consigue", y les ha preguntado cuántos desahucios habían parado. "Acepto que nos llames traidores, vendidos al capitalismo, vendeobreros, pero a lo mejor no te viene mal escuchar lo que un modesto reformista está diciendo", ha señalado después, tras ser interrumpido en varias ocasiones por los alborotadores.
Finalmente, la treintena de jóvenes que ha tratado de reventar el acto ha decidido abandonar la sala, e Iglesias ha proseguido con su intervención, que versaba precisamente sobre el auge de la extrema derecha en España y en Europa.
En su discurso, Iglesias se ha centrado en alertar del "reaccionarismo de extrema derecha" que representa a su juicio Vox y que está condicionando, e incluso destruyendo, al resto de los partidos de derecha, a los que impone los términos de la batalla cultural en la que la extrema derecha se siente más cómoda, creando fantasmas como la falsa polémica en torno al 'pin parental', ha puesto como ejemplo.
El vicepresidente segundo ha explicado que este reaccionarismo "no es conservadurismo", sino una reacción fundamentalmente a la revolución previa que en España ha supuesto el feminismo, al que ha definido como "el principal enemigo de la extrema derecha reaccionaria que no puede soportar el avance del feminismo y de las mujeres".
Como ejemplo de ello se ha referido a las críticas que ha generado el uso por el Ministerio de Igualdad del lema Sola y borracha quiero llegar a casaSola y borracha quiero llegar a casapara promocionar el anteproyecto de ley de libertad sexual cuyo trámite inició esta semana el Consejo de Ministros, a iniciativa de Irene Montero.
Acuerdo contra la extrema derecha en Europa
Para combatir a la extrema derecha no sólo en España sino en toda Europa Iglesias ha propuesto dos recetas: hacer de Europa un referente feminista a nivel mundial y que la Unión Europea vuelva a apostar por la justicia social y los derechos sociales.
En su intervención, Iglesias ha alertado de la normalización en política del uso de la mentira como arma contra el adversario –aunque sólo ha puesto ejemplos del uso de estas prácticas por parte de la derecha– y ha arremetido contra la conocida como policía patrióticapolicía patriótica que, sostiene, creó el PP con el objetivo de tapar sus causas de corrupción e impedir que partidos de izquierda como Podemos accedieran al poder.
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El acto, previsto para las 16.30 horas, ha comenzado con cierto retraso en un abarrotado salón de actos de la Facultad de Políticas del Campus de Somosaguas, donde Iglesias daba clases antes de fundar Podemos. Decenas de jóvenes esperaban haciendo cola desde media hora antes de que arrancara y, de hecho, muchos de ellos se han quedado fuera.
Durante la intervención del exvicepresidente de Bolivia, que se ha extendido durante más de media hora, Iglesias ha dirigido la mirada en varias ocasiones al lugar donde se ubicaba el grupo de jóvenes que después ha tratado de boicotear su discurso.
Una vez finalizado el debate, Iglesias ha defendido, en declaraciones a los medios de comunicación a su salida de la Complutense, que hay que tomarse este tipo de protestas "con total normalidad democrática". "Cuando uno es representante político y va a una Facultad ,y le interpelan, tiene que dar la cara y responder y creo modestamente que lo hemos hecho", ha defendido.
El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, ha protagonizado este miércoles un convulso regreso a la Facultad de Políticas de la Complutense, de la que saltó hace seis años a la primera línea de la política, ya que un grupo de jóvenes del colectivo Frente Obrero ha tratado de reventar, al grito de "Fuera vendeobreros de la Universidad", el debate en el que participaba con el exvicepresidente boliviano Álvaro García Linera.