Unos guardas del Principado de Asturias mataron este martes en el concejo de Allande a un lobo durante una batida de control de esta especie en zonas ganaderas. Una vez muerto, los guardas han atado al animal a la rueda de repuesto de su todoterreno y lo han transportado hasta la localidad de Pola de Allande, donde incluso han parado en un bar a tomar café.
Fuentes de la Consejería, según informa el diario La Nueva España, han asegurado que todos los lobos que se abaten en Asturias, en el modo que establecen las leyes del Principado, han de llevarse a Oviedo para que se les practique la autopsia. No obstante, asegura el periódico, transportar al animal de la manera en la que lo han hecho los guardas es completamente legal.
La imagen del lobo amarrado a la rueda se ha propagado en seguida por las redes sociales y personalidades conocidas como el coportavoz federal de Equo y diputado de Unidos Podemos en el Congreso, Juan López de Uralde, ha compartido la imagen en su perfil de Twitter con el siguiente comentario: "Los guardas del Principado de #Asturias han matado esta mañana un lobo en el concejo Allande. Lo han paseado atado a una rueda, y lo han dejado así expuesto mientras tomaban café en un bar. Que todo el mundo viera su “hazaña”. Veo esto y siento vergüenza de mi país. #LoboVivo".
Castilla y León inclina la balanza de la batalla del lobo hacia los cazadores
Entre el 'control' y la protección
Bajo el manto del "control" del lobo ibérico para proteger zonas de explotación ganadera y evitar así que se alimente de ganado, en muchas ocasiones se permite la caza de este animal, especialmente amenazado en Galicia, Asturias, el suroeste cántabro y la parte septentrional de Castilla y León. De hecho, el Parque Nacional Picos de Europa es el epicentro de la pugna entre cazadores y ganaderos por un lado, y ecologistas y proteccionistas por otro.
El pasado mes de abril, el patronato del Parque Nacional, integrado por representantes políticos de las tres autonomías que lo controlan (Asturias, Cantabria y Castilla y León), permitió el "control" del lobo ibérico en la zona, hablando de "extracción de ejemplares" o "captura de animales", pero sin especificar si los cazadores tendrían vía libre para eliminar ejemplares. Esta medida ampara, por tanto, que se maten lobos como el de Allande, pero no que traten sus cadáveres como lo han hecho los guardas del Principado.
Unos guardas del Principado de Asturias mataron este martes en el concejo de Allande a un lobo durante una batida de control de esta especie en zonas ganaderas. Una vez muerto, los guardas han atado al animal a la rueda de repuesto de su todoterreno y lo han transportado hasta la localidad de Pola de Allande, donde incluso han parado en un bar a tomar café.