Cuando más fuerte es el clamor de los partidos y organizaciones de izquierda por elaborar una candidatura de confluencia para las próximas elecciones generales, más actores anuncian su intención de presentarse por separado a los comicios. Y es que los ciudadanos podrán optar el próximo 20 de diciembre por, al menos, tres listas a la izquierda del PSOE, salvo en algunos territorios como Cataluña, Galicia o Huesca, donde Podemos ha accedido a confluir con otras fuerzas.
En términos generales y a menos de dos meses para que los ciudadanos acudan a las urnas las listas se multiplican, ya que a Podemos y Ahora en Común –la plataforma donde se integra IU– se unió este lunes La Izquierda, la coalición patrocinada por el exjuez Baltasar Garzón y la exmilitante del PSOE Beatriz Talegón, que ha hecho un llamamiento a otras fuerzas para que se unan a ellos pero que anunció que se presentará a las generales sin pasar por un proceso de primarias.
Por contra, fuerzas como Equo o Decide En Común –el partido de Alberto Sotillos– han optado por unirse a otras formaciones, mientras Compromís se encuentra dividida entre los dirigentes que quieren pactar con Podemos y los que abogan por presentarse en solitario a las elecciones. La situación también es complicada en Cataluña, donde Barcelona en Comú (el partido de la alcaldesa Ada Colau) ha decidido que se presentará a las generales y ha hecho un llamamiento a Podemos para que renuncie a sus siglas y confluya con ellos, algo que a priori parece complicado. Pero, ahora mismo, ¿quién es quién en el intrincado mapa de la izquierda alternativa?
Podemos
El partido de Pablo Iglesias dejó claro hace meses cuál sería su estrategia: se presentará a las elecciones generales con su marca y, en algunos territorios, añadirá a su nombre el de los espacios de unidad con los que confluya: la condición ineludible para los que quisieran unirse a Podemos era concurrir en los huecos dejados por el partido en sus propias listas. No obstante, tras el fracaso de las negociaciones con IU para conformar una candidatura conjunta en la mayoría de las comunidades autónomas –Iglesias rechazó desde el primer momento un pacto a nivel nacional–, en la inmensa mayoría de las circunscripciones Podemos concurrirá en solitario.
El único partido con el que la formación de Iglesias está a punto de lograr un acuerdo en firme para acudir unidos a las urnas es Equo, cuya militancia aprobó a principios de octubre –cuando se hizo oficial la ruptura entre Podemos e IU– buscar un acuerdo con esta organización. El partido encabezado por Juan López de Uralde está celebrando entre los días 24 y 27 de octubre una segunda consulta entre su afiliación para ratificar un acuerdo que, de aprobarse, daría luz verde a que el líder de Equo sea el cabeza de lista de la candidatura de Podemos en Álava. Este pacto también implica que Equo colocaría a uno de sus militantes entre los 15 primeros de la lista del partido por Madrid, así como que parte del programa de la formación verde se integre en el de Podemos.
No obstante, este acuerdo no ha sido la primera opción de Equo, que en su día apostó por crear una plataforma "superadora" de Ahora en Común para conseguir aunar en una sola candidatura a Podemos e IU, dado que ese espacio era rechazado por el partido de Iglesias al entender que estaba monopolizado por la federación capitaneada por Cayo Lara. No obstante, y pese a que en un primer momento IU se mostró dispuesta a crear una nueva plataforma, posteriormente se echó atrás, lo que dio al traste con el proyecto y prácticamente certificó el fracaso de las conversaciones con Podemos.
Ada Colau pide a Podemos renunciar a sus siglas
Además, a nivel territorial Podemos también se encuentra inmerso en negociaciones para converger con otras fuerzas. El pasado julio, el partido alcanzó un primer acuerdo con ICV y EUiA –la federación catalana de IU– para acudir conjuntamente a las generales en las cuatro circunscripciones de Cataluña bajo la marca Podemos - Catalunya Sí que es Pot. El pacto incluía la posibilidad de que los diputados elegidos en estas provincias conformasen un grupo propio en el Congreso de los Diputados.
No obstante, hace unos días Barcelona en Comú decidió que se presentaría a las elecciones generales: la propia Ada Colau llamó a Podemos a seguir "siendo valientes" y renunciar a sus siglas para conseguir una candidatura unitaria, para la cual el candidato preferido por la alcaldesa es el historiador Xavier Domènech, responsable de memoria histórica en el ayuntamiento de Barcelona. El partido de Iglesias, sin embargo, sigue fiel a su estrategia de no diluir su marca en ninguna candidatura y este lunes el mismo secretario general se mostró convencido de que Colau estará "a la altura" a la hora de conformar la lista de confluencia, a la que Barcelona en Común aún no ha confirmado que se unirá.
En Galicia, por su parte, Podemos firmó a principios de octubre un "preacuerdo político" junto a Anova –el partido de Xosé Manuel Beiras– y Esquerda Unida –la federación gallega de IU– que busca un "espacio político gallego" de confluencia para las generales. El pacto final, en cualquier caso, aún no está cerrado y no concreta cuál será la composición final de la papeleta, pero que sí incluye cuestiones como que la coalición se constituirá en el Congreso como un grupo parlamentario separado de Podemos, que tendrá libertad de voto.
La marca bloquea el pacto en la Comunidad Valenciana
Más complicado parece el pacto entre Podemos y Compromís en la Comunidad Valenciana. La coalición liderada por Enric Morera y Mónica Oltra se encuentra partida en dos entre los partidarios de confluir con el partido de Iglesias –fundamentalmente Els Verds-Equo e Iniciativa del Poble Valencià, la formación de Oltra– y los que prefieren presentarse en solitario –principalmente el Bloc Nacionalista Valencià, mayoritario en Compromís–.
Tanto Iniciativa como el Bloc coinciden en exigir un grupo propio en el Congreso para los diputados valencianos elegidos en una eventual lista de confluencia, un extremo que comparte Podemos. No obstante, la postura de ambos partidos con respecto a la oferta concreta –Podemos ofreció a Compromís concurrir bajo la marca "Podemos-Compromís-Es el moment" y que los primeros puestos de las listas de las circunscripciones de Valencia y Alicante fueran para la coalición– es total: los nacionalistas rechazan un pacto con el que creen que se desvanecen las opciones de conseguir el ansiado grupo propio, mientras que Iniciativa sostiene lo contrario.
El Bloc sostiene que el reglamento del Congreso no facilitaría un grupo valenciano, ya que el texto establece que "no podrán formar Grupo Parlamentario separado los Diputados que, al tiempo de las elecciones, pertenecieran a formaciones políticas que no se hayan enfrentado ante el electorado". No obstante, fuentes de la dirección de los nacionalistas no descartan el acuerdo en términos "parecidos" a los que plantea Barcelona en Comú, es decir, que Podemos renuncie a abanderar la lista con su marca. Los órganos de Compromís se reunirán de nuevo esta semana para tratar de tomar una decisión al respecto.
Aragón es un caso especial, ya que Podemos ha alcanzado un acuerdo con Ahora Aragón en Común –la plataforma donde confluyen fuerzas como IU o la Chunta Aragonesista– para acudir conjuntamente a las elecciones en la circunscripción de Huesca: la lista la encabezará el candidato elegido en las primarias de la plataforma. No obstante, ese acuerdo no se ha extendido por el momento a las otras dos provincias, donde Podemos planteó inicialmente el tercer puesto de su lista por Zaragoza a Ahora Aragón en Común; la propuesta no gustó al espacio, cuya asamblea rompió las negociaciones poco después.
IU - Ahora en Común
IU concurrirá a las elecciones generales a través de la plataforma Ahora en Común, un espacio que no obstante ha sufrido varios vaivenes desde que se presentase el pasado mes de julio. En origen, esta organización pretendía ser el lugar donde las fuerzas de izquierda, fundamentalmente IU y Podemos, pudieran unirse en una candidatura de unidad para las generales, pero la negativa de Podemos a variar su hoja de ruta –que pasaba por celebrar sus propias primarias y abrir huecos en sus listas a posibles incorporaciones de independientes– puso en entredicho desde el inicio al espacio.
El candidato a la Presidencia del Gobierno de IU, Alberto Garzón, se ha mostrado cercano a Ahora en Común desde su aparición, y la propia federación aprobó en septiembre que tanto él como los propios militantes de IU participasen en el proceso de primarias de la plataforma. La federación pretendía, en un primer momento, que una victoria de Garzón en estas primarias le reforzase en las negociaciones con Podemos, pero una vez rotas estas conversaciones, Garzón presentó hace unas semanas su lista, en la que concurren diversos miembros de organizaciones sociales, junto con el exsocialista Alberto Sotillos –presidente de su partido, Decide en Común– y sólo dos miembros de la dirección de IU.
Estas primarias, que se celebraron entre los días 22 y 26 de octubre y cuyos resultados provisionales se conocerán este mismo martes, han estado compuestas por dos votaciones diferentes: una destinada a elegir al candidato a la Presidencia del Gobierno, celebrada con una circunscripción nacional, y otra para escoger a los integrantes de cada una de las listas, que ha tenido como censo a los ciudadanos de cada provincia que han querido inscribirse. Para votar tan sólo era necesario inscribirse con los datos personales y el DNI en una plataforma telemática, y también se han puesto a disposición de los ciudadanos urnas físicas.
Unidad Popular, la posible marca
Una vez cerradas las listas, el siguiente paso para Ahora en Común es determinar el nombre con el que se presentará a las elecciones. Y es que los promotores iniciales de la plataforma la abandonaron el pasado septiembre acusando a IU de intentar monopolizarla, y con ellos se llevaron la marca original, que habían registrado ante el Ministerio del Interior y que se niegan a ceder al entender que el espacio ya no representa la verdadera confluencia.
Tal y como adelantó infoLibre, la nueva dirección de Ahora en Común ha decidido que el nombre más adecuado para sustituir al original en la papeleta es el de "Unidad Popular", si bien esa decisión aún tiene que ser ratificada por los partidos que se encuentran incluidos en la plataforma –fundamentalmente IU, aunque también están presentes otros como Decide en Común o el Partido por un Mundo Más Justo–. En cualquier caso, Ahora en Común sí ha cambiado su propio nombre por el de Unidad Popular.
Este nombre, no obstante, no ha sido el único que ha saltado a la palestra en los últimos días. A principios de octubre se conocía que el abogado Gonzalo Boyé había registrado, junto a algunos de sus compañeros de su bufete, la marca Unidad Popular en Común con la intención de cederla si fuera necesario al ganador de las primarias de Ahora en Común, en previsión de que ocurriese lo que al final pasó: que los promotores iniciales abandonasen la plataforma llevándose la marca original.
La Izquierda
El último actor en sumarse a la pléyade de candidaturas a la izquierda del PSOE para las elecciones generales ha sido la coalición La Izquierda, formada por nada menos que seis organizaciones: el partido de la exmilitante del PSOE Beatriz Talegón, Somos Izquierda, Ezkerra-Berdeak, Los Verdes, Nova Esquerda Socialista Gallega, el Partido Humanista y la plataforma Convocatoria Cívica del exjuez Baltasar Garzón. La coalición se presentó este lunes haciendo un llamamiento a otras organizaciones a unirse a ella y asegurando que su aparición no "divide" el voto de la izquierda.
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La principal diferencia entre La Izquierda y Podemos y Ahora en Común radica en que la nueva coalición no celebrará un proceso de primarias para elegir a sus candidatos, sino que sus listas se escogerán por "consenso", según explicó Talegón, que no obstante no detalló quiénes son los actores que tendrían que alcanzar este acuerdo y aseguró que su coalición es la única que se define claramente de izquierdas en un país en el que, a su juicio, "la izquierda no existe".
Además de los partidos políticos, también se han unido a la coalición algunos portavoces de organizaciones sociales, como Mario Cortés, portavoz de la Plataforma de Afectados por la Hepatitis C. Militantes de otras formaciones también acudieron a la presentación de La Izquierda a título personal como público, como Carolina Huelmo, miembro del Círculo Podemos de Enfermeras, o Tasio Oliver, dirigente de Izquierda Abierta –el partido de Gaspar Llamazares–, que no obstante hizo hincapié en que su presencia allí no implica que su partido apoye a la coalición.
En cualquier caso, Llamazares acompañó hace unas semanas a Baltasar Garzón en un evento para pedir la confluencia de la izquierda al margen de Podemos, un encuentro en el que también intervinieron Talegón o Huelmo y que fue moderado por Oliver. Y es que Izquierda Abierta se ha mostrado contraria a la estrategia de Alberto Garzón de confluir con Podemos renunciando a la identidad de IU: de hecho, Llamazares criticó en este acto la "subordinación" al partido de Pablo Iglesias. "¿Qué es eso de hacer un llamamiento a Podemos? ¿A qué viene volver a plantearle por enésima vez que abra su espacio a la izquierda?", se preguntó el líder de Izquierda Abierta, que planteó la necesidad de emprender un proyecto de confluencia al margen de ese partido.
Cuando más fuerte es el clamor de los partidos y organizaciones de izquierda por elaborar una candidatura de confluencia para las próximas elecciones generales, más actores anuncian su intención de presentarse por separado a los comicios. Y es que los ciudadanos podrán optar el próximo 20 de diciembre por, al menos, tres listas a la izquierda del PSOE, salvo en algunos territorios como Cataluña, Galicia o Huesca, donde Podemos ha accedido a confluir con otras fuerzas.