Héctor Illueca (València, 1975) es el vicepresidente segundo del Govern y candidato de Unides Podem a la presidencia de la Generalitat. Este miércoles ha compartido mitin con la vicepresidenta Yolanda Díaz, con la que trabajó mano a mano en el Ministerio de Trabajo hasta el año 2021, cuando llegó al Consell. Asegura que está "encantado" de recibir su apoyo y lamenta que no haya sido posible una candidatura de unidad junto a Compromís. Con todo, es optimista y asegura que su candidatura recibirá más apoyo que en el año 2019. "Estas elecciones son trascendentes y van a marcar el ciclo electoral", asegura en esta entrevista con infoLibre.
¿Cómo llega a esta recta final de campaña?
Estoy un poco cansado porque la campaña electoral siempre es muy exigente y son muchas horas. Pero también es el momento en el que tienes más contacto con las bases y eso es bonito.
Según el CIS una de cada cuatro personas aún no sabe qué va a votar, ¿cómo convencería a esos indecisos?
Les trasladaría que tenemos que constituir un nuevo gobierno progresista, no podemos dejar que el pasado nos atrape. Hemos conseguido avances muy importantes y ahora necesitamos que haya una nueva correlación de fuerzas favorable a la alternativa al PSOE. Si algo hemos constatado estos años en el Gobierno es que cada vez que se plantea una medida o un avance que puede suponer un conflicto con los intereses del poder, chocamos con el PSOE.
¿Diría que al PSOE hay que forzarle a tomar ciertas decisiones?
Todo el mundo sabe que el PSOE nunca ha querido gobernar con nosotros. Quiero recordar aquella famosa frase de Pedro Sánchez cuando afirmó que no dormiría tranquilo con Podemos dentro del Gobierno. Lo que ocurre es que la aritmética electoral le ha obligado a hacerlo. Eso va a seguir siendo así y es muy importante que tengamos fuerza para garantizar que las políticas que se llevan a cabo estén al servicio del interés general y no de los grandes lobbies que saben muy bien a quién llamar en el Consell de la Generalitat o en el Gobierno de España cuando se plantean medidas que afectan a sus intereses y que no es precisamente a nosotros a quienes llaman.
El PSOE nunca ha querido gobernar con nosotros, pero la aritmética electoral le ha obligado
Hemos tenido ejemplos claros esta legislatura, en el Congreso con la ley de vivienda y la presión ejercida por la patronal inmobiliaria que preside Joan Clos, el ministro socialista y exalcalde de Barcelona. Pero lo hemos vivido también en el Gobierno valenciano cuando aprobamos el decreto ley para combatir el acoso inmobiliario. Nosotros quisimos introducir obligaciones adicionales para los fondos de inversión y los fondos buitre de cara a movilizar viviendas vacías, ofrecer alquileres sociales en los casos de emergencia habitacional, pero no hubo manera. El PSOE lo bloqueó por completo y al final tuvieron que decaer para que la norma pudiera ver la luz.
¿Cree que hay diferencias ideológicas entre Ximo Puig y otros presidentes socialistas, enmarcados en el ala más conservadora del partido, como Page o Vara? ¿Cómo ha sido su interlocución con él?
La interlocución ha sido buena con él y todos los socios de gobierno. En el Consell hay una voluntad de diálogo para discutir las diferencias que tenemos y las tratamos de superar con acuerdos y compromisos. Me siento satisfecho con eso. Ahora bien, sobre si uno es más o menos de izquierdas, cuando las medidas han afectado a intereses de los poderosos han contado con una resistencia feroz. Pasó con el precio de los alimentos. Es evidente que se están produciendo abusos por parte de las grandes superficies, pero el PSOE se resiste a limitar el precio de los alimentos, como indica la Ley de Comercio.
Hemos visto una subordinación de la clase política valenciana a las grandes empresas
¿Un sector de la política tiene miedo a criticar las prácticas de algunas empresas?
Sí, lo que ha emergido estos meses es la València profunda, la que retrató Blasco Ibáñez en sus viejas novelas. Ha emergido el miedo al cacique cuando algunos nos hemos atrevido a criticar las prácticas abusivas y monopolistas de determinadas grandes superficies. Lo que hemos visto ha sido la subordinación de la clase política valenciana a las grandes empresas. Aún me impactó que el candidato del PSOE, Ximo Puig, decretase un día de la empresa para que no se enfadara Juan Roig. El candidato del PP, el señor Mazón, dice directamente que son los héroes de la economía. El candidato de Compromís, el señor Baldoví, nos pide por favor que no critiquemos a Juan Roig. Nosotros apostamos por un modelo productivo que le dé centralidad a los auténticos creadores de riqueza, a la pequeña y mediana empresa, a los autónomos, a los asalariados, a nuestro tejido cooperativo.
A propósito de las grandes empresas, ha recuperado su cuenta de Twitter tras tenerla 24 horas bloqueada por realizar un anuncio electoral. ¿Aboga por regularizar esta red social? ¿Ve una intencionalidad política en esa decisión?
La acción le corresponde fundamentalmente a los periodistas y a una ciudadanía que tiene derecho a que el voto sea informado. Lo que hemos vivido estas semanas ha sido tremendo y preveo que en los próximos días lo va a ser mucho más. Hemos sido censurados en Twitter, excluidos de debates de televisión, silenciados con un enorme escándalo público en RTVE. Nuestra candidata en las elecciones al Ayuntamiento de València, Pilar Lima, ha sufrido unas burlas absolutamente intolerables por parte de unos miserables por su condición de persona bollera y sorda. Estamos viviendo una campaña que le corresponde juzgar a los ciudadanos.
¿Le parece que las palabras de Pablo Moto y Miguel Lago sobre Pilar Lima son constitutivas de un delito? ¿Cree que es necesario denunciarlo ante la Fiscalía, como ha hecho el Ministerio de Derechos Sociales?
Eso hay que preguntárselo a ella. Mi opinión es que si esas burlas que se han vertido sobre Pilar son constitutivas de delito, se debe llegar hasta las últimas consecuencias. Lo fundamental es que haya una denuncia social de comportamientos que son inadmisibles en el siglo XXI. No es posible que se continúe haciendo mofa de personas por su orientación sexual, no digamos ya por su diversidad funcional. España ya no es así, la sociedad española y la valenciana son tolerantes.
Hemos abierto la puerta a una degradación del debate público
¿Se está normalizando el insulto en política?
Sin duda, hemos abierto la puerta a una degradación del debate público. Lo he vivido muy intensamente en Les Corts como representante del Gobierno a lo largo de esta legislatura, donde todas las semanas he sufrido insultos gravísimos que no tienen por qué tolerarse en política. A mí me han llamado violento, gandul, terrorista, delincuente, comunista o Gandhi. Lo de Gandhi y violento a veces en la misma frase. Esto refleja muy bien algo que empieza a emerger en la campaña y que el día 28 se va a ver con muchísima claridad, una derecha sin proyecto, sin liderazgo, sin ideas y a la que solo le queda recurrir al insulto.
Es decisivo que el próximo 28M superen el umbral del 5% ya que las encuestas les sitúan al límite. ¿Está jugando Unides Podem la carta del voto útil?
Encuestas hay para todos los gustos. Tenemos nuestros propios datos y sabemos que podemos no solo repetir los resultados de 2019, sino tener más fuerza en el Consell de la Generalitat. Hay una movilización que empieza a ser muy importante en nuestra base social y electoral para revalidar un tercer Botànic. Vamos a ser decisivos, por suerte el veredicto no lo van a dar las encuestas, que son un instrumento de intervención de los medios de comunicación, el veredicto lo van a dar los ciudadanos.
¿Le gustaría repetir en la cartera de vivienda la próxima legislatura?
Me gustaría poder hacer en otras áreas lo que ya estamos haciendo en vivienda. Las fuerzas nacidas de las plazas hemos demostrado que sabemos gobernar. En mi caso yo no había tenido ni un cargo en mi comunidad de vecinos, pero hemos desplegado políticas vanguardistas en materia de vivienda, que hoy son una referencia para el conjunto del Estado y nosotros aspiramos a hacerlo en otras áreas de gestión.
¿Le preocupa no ser tan conocido como los otros dos candidatos de la izquierda, Ximo Puig y Joan Baldoví? ¿Cree que le puede perjudicar?
Mi perfil es el de una persona de la calle, soy inspector de trabajo y seguridad social y profesor de la Universidad de València, me debo a mi profesión. Si tengo que serle sincero, no me han gustado nunca mucho los perfiles de políticos profesionales que llevan décadas viviendo de esto. Un buen día me fui a la plaza del ayuntamiento, el 15 de mayo, a transformar la política, a democratizarla, a conseguir que la política fuera una vocación y no una profesión. Es el modelo con el que me identifico y trato de ser fiel a esta idea. Quizá soy menos conocido, pero soy fiel a mis ideas. La política profesional mata las ideas y muchas veces se acaban defendiendo cosas solo para garantizar el cargo, para sobrevivir.
La política profesional mata las ideas y se acaban defendiendo cosas solo por el cargo
¿Abogaría entonces por establecer un límite para dedicarse a la política institucional?
Considero que la política debe ser un paréntesis en la vida profesional de las personas y no acabar convirtiéndose en un profesional que lleva décadas viviendo de esto. Desde luego que en mi caso será así. Aspiro a ser el presidente de mi tierra. Creo que tengo experiencia, ideas nobles y justas que pueden contribuir a mejorar la Comunidad.
Este miércoles le ha acompañado la vicepresidenta Yolanda Díaz en un mitin en Alicante. ¿Por qué es importante para usted recibir ese apoyo, teniendo en cuenta las discrepancias entre la dirección de su partido y Díaz?
Cuando Yolanda Díaz me planteó la posibilidad de venir a hacer campaña, le respondí enseguida que estaba encantado. Creo que puede contribuir a reforzar nuestra campaña y nos ha permitido trasladar a la ciudadanía el mensaje que nosotros pretendíamos. La nuestra es una campaña unitaria entre Podem, Esquerra Unida y Alianza Verde. Era muy importante que todos nuestros referentes apoyaran el proyecto y me parece que está despertando esperanzas en sectores importantes de la población. Me siento muy satisfecho de que nos apoye Ione Belarra, Irene Montero, Alberto Garzón y por supuesto también Yolanda Díaz.
El candidato de Compromís, Joan Baldoví, aseguró en una reciente entrevista con infoLibre que ustedes necesitaban más el apoyo de la vicepresidenta que ellos. ¿Qué le parecen estas palabras?
No tengo nada que decir. Para ser así su formación ha estado varios meses yendo a Madrid para tratar de lograr el apoyo de Yolanda, por cierto, sin mucho éxito. Cada uno organiza su campaña electoral lo mejor que puede y sabe.
¿Le hubiera gustado confluir en una candidatura de unidad?
Lo importante es que cada uno intente movilizar a su base social y llevar nuestras propuestas a todos los rincones de la Comunidad Valenciana. Es verdad que nosotros hubiéramos estado cómodos en una alianza más amplia que abarcase a Compromís, pero eso no ha sido posible porque ellos han rechazado cualquier posibilidad de coalición con nosotros. Es una decisión que tengo que respetar.
Estas elecciones son trascendentes y van a marcar el ciclo electoral
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Estas elecciones son trascendentes y van a marcar el ciclo electoral. Por eso es tan relevante que la izquierda revalide la Generalitat, porque supone golpear primero en un ciclo que va a ser muy complejo, tanto a nivel nacional como internacional. El Govern ha sido un laboratorio de democracia, si me permite usted la expresión, en la medida en que muchas de las políticas que hemos puesto en práctica han posteriormente inspirado la actuación del Gobierno de España. Estoy pensando, por ejemplo, en el ámbito de la vivienda. La ley de vivienda lleva un sello valenciano indiscutible.
Si finalmente la derecha consigue sumar el 28M, ¿qué lección deberían extraer desde las izquierdas?
Nosotros confiamos no sólo en que vamos a poder constituir un gobierno progresista, sino que vamos a estar con más fuerza y ser más determinantes. Ese es el escenario que contemplamos y el veredicto, como le decía antes, lo darán los ciudadanos.
Héctor Illueca (València, 1975) es el vicepresidente segundo del Govern y candidato de Unides Podem a la presidencia de la Generalitat. Este miércoles ha compartido mitin con la vicepresidenta Yolanda Díaz, con la que trabajó mano a mano en el Ministerio de Trabajo hasta el año 2021, cuando llegó al Consell. Asegura que está "encantado" de recibir su apoyo y lamenta que no haya sido posible una candidatura de unidad junto a Compromís. Con todo, es optimista y asegura que su candidatura recibirá más apoyo que en el año 2019. "Estas elecciones son trascendentes y van a marcar el ciclo electoral", asegura en esta entrevista con infoLibre.